VARIOS.                                  Capítulo 16º    Subcap. 43


                      <>  ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES.


    Como en cualquier otro orden de la vida, en las cuestiones astronáuticas se producen anécdotas, cosas curiosas o poco comunes, o simplemente llamativas. Entre las que han pasado y tenemos conocimiento citamos sin orden de ningún tipo las que siguen:

    Muy pocos creerán que el primer objeto artificial que abandonó la Tierra no fue el Sputnik 1, sino uno de metal que fue además el primero en órbita solar y que salió despedido por una bomba nuclear hecha explotar el 10 de agosto de 1957 en Nevada. Se cree que tal objeto alcanzó una velocidad de 6 veces la de escape.

    Respecto al Sputnik 1 hay otra curiosidad. Hay una pintura llamada “La exaltación de la eucaristía”, del pintor italiano Ventura Salimbeni (1567-1613), que está en la Iglesia de San Pedro, en Montalcino, cerca de Siena, que muestra, como principal escena, a Cristo con el Padre sujetando con sus manos una especie de palos, varas o antenas que salen de una esfera. Los buscadores de lo exótico, lo paranormal y demás adjuntos, creen ver en tal esfera de la pintura de 1600 al dibujo del Sputnik 1, lo cual sería una premonición excepcional, una visión del futuro sorprendente. Además, el diámetro del Sputnik, que era de 54,8 cm, aparenta en la pintura ser prácticamente ese. En la pintura, tal esfera representa a nuestro planeta sobre el que se sumergen dos cetros o varas controladas por Cristo y el Padre, con el Espíritu Santo en forma de paloma por medio. Para ser antenas, el pintor le quitó al Sputnik un par de ellas, porque llevaba 4 y no 2. Y para  ser el Sputnik 1 en vez de la Tierra, color aparte, que no coincide, le puso en la parte inferior izquierda de la esfera una protuberancia muy parecida a la que llevaría el Lunik 1, pero no el Sputnik; hay quien dice que tal detalle representa en realidad a la Luna. En realidad, en numerosas pinturas religiosas de la época se recogen dibujos del globo de nuestro planeta como elemento metafórico añadido a diversas divinidades; y en algunas también hay cetro. Que tenga el cuadro italiano cierto parecido con el primer satélite de la Humanidad no pasa de ser una relativa coincidencia, una curiosidad. Solo eso, aunque siempre habrá quien quiera ver lo que quiera; por ejemplo: que Cristo y Dios estaban pinchando con dos agujas de coser un balón de playa...

    El cohete más gigantesco, descomunal, construido en los primeros años fue sin duda el Saturn 5 de los Estados Unidos. Sus dimensiones y caracteres eran tan acusados que comparativamente se trataba de dar idea del mismo con los más variopintos detalles. Así, el propulsante que llevaba se calculó que era suficiente para que un automóvil medio diera setecientas vueltas a la Tierra o que podía llenar cien vagones cisterna. Al salir solamente el cohete quemaba propulsante a razón de 10 Tm por segundo e incluso más. Y pensar que los americanos se habían asombrado de que el Atlas, anterior al Saturn 5, fuera capaz de igualar su potencia a la de 6 Boeing y de que en 20 seg consumiera más que un avión a hélice en cruzar de costa a costa los Estados Unidos.

    Según se supo el 26 de mayo de 1995, un año tras su muerte, Jacqueline Kennedy, la viuda del Presidente americano, tras el asesinato de éste en 1963 quiso que el Saturn 5 fuera renombrado con el nombre de su marido.

    Por cierto, el que si se salvó de un atentado fue el mandatario soviético Brezhnev hacia principios de 1969 cuando iba en comitiva hacia el Kremlin por Moscú con los cosmonautas Tereshkova, Nikolayev y Beregovoi. El francotirador acertó equivocadamente a matar al chofer de éstos y los mismos tuvieron un accidente al chocar luego el coche.

    Los motores que consumían la antes citada cantidad de fluido al lanzamiento del Saturn 5 tenían una fuerza igual a 30 locomotoras y el total de motores de la astronave equivalía en su potencia a nada menos que 600 reactores‑cazas o a la necesaria para iluminar en la noche a todos los Estados Unidos y aun sobraba (no sabemos cuanto tiempo). El ruido que producía en su salida equivalía al de una bomba atómica táctica (pequeña). Esto del gastos de los motores a muchos americanos de entonces no les agradó porque lo consideraban un derroche.

    Tampoco agradó a la esposa del astronauta Gerald Carr, comandante de Skylab 3, cuando éste, su marido, partió para realizar su vuelo de tres meses y descubrió que no le había dejado las llaves del automóvil. Al parecer Carr las había perdido. Y él en el espacio y ella en la Tierra hubieron a tal respecto de tratar de recordar donde estarían las llaves... que esta vez podían haber estado en el fondo... del espacio...

    Otra pérdida: la de dos tanques de oxígeno y nitrógeno de 1 m de diámetro por valor de 750.000 $ por parte de la Boeing en Hunstville. Dado a conocer a principios de marzo de 2000, al parecer, al hacer limpieza, los tanques fueron sacados de sus cajas, pero cuando volvieron por ellos habían desaparecido. Los habían confundido con material de deshecho y los habían tirado a la basura...

    Donde si se hubiera hecho la llave a la medida de la puerta se hubiera podido hallar muy fácilmente hubiera sido en el caso del gigantesco edificio VAB cuyas puertas tenían una altura de 140 m por las que hubiera podido pasar el rascacielos de la ONU de New York. El VAB fue construido para montar los Saturn y por tales puertas salía tal cohete ya vertical.

    Por cierto, en el techo del citado VAB se hubieran podido aparcar 3.600 pequeños automóviles y del mismo, cuando arrastraban fuera a los Saturn‑Apollo, salía un tractor cuyos eslabones de las cadenas, en cantidad de medio centenar en 8 cadenas, pesaban nada menos de 1 Tm cada uno.

    El programa Apollo de vuelos lunares fue sin duda una inagotable fuente de anécdotas. Lo fantástico de los viajes dio lugar a casos únicos. De ello se percató en entonces Presidente Nixon cuando en Apollo 11 con Armstrong y Aldrin en el suelo lunar sostuvo una conversación histórica para felicitar a éstos, constituyendo la conferencia más larga no técnica realizada hasta entonces pues mediaban en línea recta más de 300.000 y pico kilómetros y muchos más considerados los enlaces en la Tierra. Al concluir la conversación, colgado el teléfono, Nixon murmuró: "Bueno, ahora solo espero que no me carguen a mí cuenta los gastos de esta conferencia".

    Armstrong que fue el primer hombre en la Luna recibió junto a Aldrin una innumerable serie de instrucciones y consejos de los técnicos antes de su histórico vuelo pero además recibió las recomendaciones particulares de su abuela de entonces 82 años Caroline Korspeter que le indicó que al pisar la Luna mirara bien en todas las direcciones así como que no bajara si el terreno no estaba en condiciones...

    Cuando Armstrong al pisar la Luna dijo la famosa frase “es un pequeño paso para el hombre...”, pero en realidad no se escuchó por defectos de la transmisión el artículo “el” y se cree que dijo “un”... En 2006 se analizaron las grabaciones en busca del artículo perdido…
    En el siguiente vuelo, con buen humor, el tercer hombre en pisar la Luna, Conrad, dijo “para Neil fue un pequeño paso pero para mi es bastante grande...”, aludiendo a su condición de persona de menor estatura.

    Se dice que Armstrong, de niño, tuvo varias veces sueños en los que al contener la respiración, levitaba. ¡Que cosas! En la microgravedad se levita y, al principio, muchos admirados de tal prodigio es posible que contengan la respiración...

    En 2005 la prensa contaba que se había descubierto que el peluquero de Armstrong guardaba el pelo del mismo tras cada corte para venderlo… El astronauta, que no lo sabía, lo demandó para que destinara el dinero a causas benéficas; la cifra que se cita es de 3.000$.

    Otra curiosidad sobre Armstrong. Se dice que en 1976 el primer hombre en la Luna acudió con 4 mormones a la cueva de los Tayos, en Ecuador, y otras personas que buscaban el famoso e hipotético libro de páginas de oro de los mormones. Se dice que la zona se llama Morona y que el libro había sido revelado por un ángel llamado Moroni al fundador de tal secta…
    También se sitúa a Armstrong visitando Paysandú, Uruguay, en una zona donde se dice que hay abundantes avistamientos OVNI (ignoro si es cierto el viaje, o los viajes, y si lo son, si Armstrong no va también de turismo…).

    Y siguiendo con Aldrin diremos que su madre, cosa curiosa, se llamaba Moon, que significa Luna.

    Los 3 astronautas de Apollo 11 recibieron tras el vuelo para ser cubierto un impreso de la aduana norteamericana como si de personas que entraban en el país procedentes del extranjero se tratara. En el impreso indicaron como equipaje “muestras de rocas y polvo de la Luna”, como acompañantes “nadie” y como portadores de enfermedades infecto-contagiosas escribieron “aun por determinar”. La increíble estupidez burocrática humana llega a todos los confines... de la Tierra.
    Lo curioso del caso es que esta noticia saltó a la prensa (febrero de 2001) con motivo del desmentido de la NASA de que los vuelos a la Luna en realidad nunca habían ocurrido y que todo había sido un montaje. Hacerse caso de tonterías, lo hace hasta en la NASA; ya ven.

    El valor material de todo lo que dejó en la Luna el programa Apollo en sus vuelos sumaba en 1972 la cifra de 517.000.000 $.

    Los que se alegraron mucho de que los hombres viajaran a la Luna fueron entre otros los hijos de los astronautas. Pero no por lo que puede pensar en principio sobre el orgullo de tener un padre en la Luna, sino porque como decía uno de los hijos de Gordon, de Apollo 12, "Mama nos va a dejar levantarnos tarde y además no tenemos que ir al colegio"... mientras duraba el vuelo.

    Cosas también de niños fue cuando en Gemini 5, en el que se hizo el primer paseo espacial USA, en Cabo Kennedy se recibió la pregunta de una niña que decía: "¿Cómo van al baño los astronautas? Mi profesora dice que este fue el objetivo del paseo espacial".

    En la catedral de Salamanca se realizó una restauración en 1992 y el cantero encargado (Miguel Romero bajo dirección de Jerónimo García) añadió el detalle en piedra de un astronauta en un paseo espacial como símbolo de modernidad del Siglo XX. Al cabo de unos años, circulaban fotografías por Internet en las que algunos se preguntaban como era posible que se hubiera esculpido un astronauta en una catedral medieval, pensando que era de la época de la construcción original (Portada de Ramos, Siglo XVI), e ignorando que se trataba de un añadido reciente en una restauración… Por cierto, en septiembre de 2010 al “astronauta de la catedral”, uno de los motivos más fotografiados de la misma, le arrancaron el brazo derecho en un acto vandálico.

    Dicen que las dos preguntas más hechas a los astronautas americanos por la gente corriente son. “¿Cómo van al baño los astronautas?” y “¿Han visto alguno OVNI?”.

    El entusiasmo de los astronautas ha sobrepasado a veces lo normal de su personalidad. Schmitt por ejemplo, estando en el viaje de ida a la Luna, en Apollo 17, no paraba de hablar y dar información meteorológica de lo que veía de la Tierra hasta que Houston comunicó al mismo: "Jack, ya puedes descansar. Te hemos sustituido por el satélite meteorológico NIMBUS 5"; tal satélite había sido lanzado en aquélla fecha.

    En otro momento, Schmitt hablaba y hablaba sin querer dormirse hasta que el citado Centro le "ordenó" hacerlo cortándole en seco con un "buenas noches y feliz sueño".

    Lo que resultó de gran utilidad en las exploraciones lunares fue el automóvil lunar y como era algo nuevo en la Luna fueron inevitables los comentarios de los astronautas acerca de: "No se si encontraré sitio para aparcar"; "No suena el claxon!"; "Menos mal que no hay guardias de tráfico"; etc., etc.

    Había no poca gente que no creía que el hombre hubiera llegado a la Luna o siquiera al espacio..."Es cosa de periodistas que no creen en Dios", decía un comerciante brasileño. O bien, "Se caen por el camino. Eso de los vuelos a la Luna no es verdad", aseguraba una anciana.

    Hasta hay en los Estados Unidos -¡cómo no!- una asociación con miembros incluso en el extranjero, que aseguran que el hombre no llegará (fijarse: "llegará") nunca a volar. Uno de los miembros de tal sociedad vaticinó que Apollo 8 sería secuestrado... y llevado a Cuba; entonces empezaba a estar de moda lo de los secuestros aéreos. "Lo de los vuelos espaciales es propaganda política", dicen los de tal sociedad.

    Pero también había personas que no solamente creen sino que quieren volar ellos mismos, en el otro extremo. En tiempos de Apollo 11 un niño británico de 7 años, del sur de Gales, hasta quería saber lo que costaba una nave lunar... y ni corto ni perezoso escribió a la NASA a ver que se podía hacer al respecto. La NASA recibía muchas cartas así.

    La respuesta de la NASA al niño no se sabe si la hubo. Pero sí es conocida en otros casos y su exceso en prudencia de las respuestas, nebulosas y poco claras, llegó al punto que alguien reinterpretó las siglas NASA como Never A Straight Answer, que significa “jamás una respuesta franca.”

    Pues sí, a razón de Apollo 11 mucha gente quería ir a la Luna. La TWA hasta recibió unas 5.000 reservas de billete para la Luna, para cuando la compañía decidiera establecer la línea.

    Sobre este asunto, en 1969, un muchacho de Tampa, Florida, llamado W. Axtell, de entonces 14 años, se apuntó pensando además realizar el viaje allá en el año 1990 pues pensaba casarse para entonces y quería así realizar su luna de miel en el Mar de la Tranquilidad...

    La empresa Pan Am, todo un emblema de una época en la navegación aérea norteamericana, llegó a tener hechas 90.000 reservas para personas que querían viajar a la Luna, muchas hechas desde mucho antes de Apollo 11; la primera de las reservas la hizo en Viena un periodista en 1964, abonando por adelantado 20 dólares y luego la cosa se puso ya de moda. Tras dejar la compañía de volar, en 1992 informó a frustrados “viajeros lunares” que las reservas carecían ya de valor. Afortunadamente, la PanAm no cobraba por hacer tal reserva ni fijaba fechas...

    Pero la historia de las reservas de billetes para la Luna es mucho más antigua. Más extensamente vamos a pergeñar el caso de Violeta Jiménez, una actriz cubana, a modo de ejemplo pues hay muchos más. Violeta, aficionada a la cosa espacial, en una visita a New York en 1948 al Hayden Planetarium se le ocurrió pedir un pasaje para la Luna. Lo quería para Marte pero los del planetarium decían que de Marte aun no. Y así fue que dos años después Violeta recibió dos pasajes para la Luna y el diploma de ser la primera persona que sacaba un pasaje tal, razón por la cual los billetes le salieron gratis. Las instrucciones de los pasajes señalan las circunstancias físicas del vuelo que son las hoy conocidas y los medios de seguridad que garantizan la supervivencia. La estancia en la Luna sería de dos semanas, o sea un día lunar, y el vuelo se efectuaría en fecha a determinar en 1975. La NASA incluso luego le habría de enviar información espacial a partir de su creación...más nueva que el pasaje. Sobra decir que por 1948 o 1950 el viaje espacial era pura ficción y Violeta sabía que no volaría, pero la ilusión y el humor no tienen límites aunque mire usted por donde casi hubiera podido ser verdad.

    Violeta no pensó más que en viajar pero en cambio Mariano Grande, barman de un bar de Gerona, en plena época Apollo, fue algo más allá y solicitó a la NASA la instalación de un bar en la Luna, el primero allí, pues, según pensaba Mariano, a medida que nuestro satélite se fuera poblando en el futuro se necesitaría un bar con un barman. Y allí estaba él...

    Los primeros que fueron a la Luna, los de Apollo 8, sin tener ocasión de poner ningún bar, fueron Borman, Lovell y Anders que se dedicaron a dar diez vueltas lunares. Los tres recibieron en cambio en la Tierra al mismo tiempo una denuncia por parte de la señora M. M. O’Hare, que los tachaba de propagandistas cristianos por haber leído unos párrafos del Génesis bíblico antes de perder la comunicación con Tierra en la primera vuelta, siendo como es el espacio de todos y la religión cristiana de menos… El Tribunal Supremo USA, con fecha 6 de abril de 1970, optó por desestimar la denuncia por falta de… jurisdicción.

    Pero lo de tal lectura bíblica tuvo más anécdotas. Un periodista japonés deseaba saber el texto de la Biblia que los tres hombres habían leído y llamó a tal efecto desde el hotel donde estaba al Centro de Control de Houston. El centro en cuestión le indicó que abriera el cajón de su mesita de la habitación y que en los primeros párrafos de un libro de tapas rojas lo tenía. Allí estaba para el asombrado periodista el texto, como si la NASA se lo hubiera dispuesto en un alarde de atención. Como es natural, para el japonés era chocante pero en los hoteles USA es norma tener una Biblia en la mesita de noche, cosa que como extranjero no sabía.

    Sin embargo, hubo a quien no le pareció bien que los astronautas leyeran texto bíblico. Tanto que Madayn O’Hair, creadora de American Atheists (“ateos americanos”), les demandó por haber aprovechado tan histórico momento para la publicidad “religiosa”. Aunque la demanda se desestimaría, sirvió como advertencia a la NASA, y cuando Apollo 11 se procuró evitar que se supiera que el presbiteriano Aldrin hizo también su ceremonia.

    Apollo 8, en diciembre de 1968, también tuvo otra anécdota curiosa. Unos enfadados campesinos turcos se presentaron con cestos con piedras ante la embajada americana para romper los cristales si no se les indemnizaba por las cosechas perdidas en unas inundaciones porque según les explicara un religioso islámico los cohetes USA (y también los de la URSS) "abrían boquetes en el cielo y por allí entraban hacia la Tierra las lluvias y tormentas".

    También tuvieron su costo otras piedras... Las lunares que la NASA guardaba en una caja fuerte de Houston (101 muestras) y que un joven llamado Thad Roberts con su novia Rebecca y otra amiga, todos becarios de la NASA, robaron en la primavera de 2002 con la intención de venderlas por Internet. Cuenta el autor que tras robarlas las repartió por una cama, para luego acostarse sobre ellas con su novia y celebrar su “éxito”.  Claro que más tarde, al intentar colocárselas a un coleccionista belga,... los capturó el FBI que les tasó el robo en 32 millones de dólares. Roberts, que quería vender cada gramo lunar entre mil y cinco mil dólares, no pensó lo sospechoso que resultaba para los coleccionistas que se vendieran las piedras lunares así como así. Al final Roberts fue condenado a 8 años y pasó de estar en (las piedras de) la Luna (con novia) a la realidad de una prisión federal (y seguramente sin ella). En 2011 se publicó la obra “Sex on the Moon” sobre esta historia y se anuncia una película al respecto.

    Con las piedras lunares se hizo entre otros un examen con luz polarizada. El resultado fue que los distintos cristales, con su brillo, ofrecían diversas formas e imágenes coloristas. Pues alguien pensó que las figuras eran artísticas y las estamparon en pañuelos, corbatas, y bufandas.

    Más piedras. En el siglo XIX, los meteoritos se creía que procedían de las nubes y se formaban en las tormentas eléctricas, porque de más allá en el cielo no se pensaba que pudieran caer piedras. Solo en el siglo XX se empezó a admitir que gran parte de los cráteres lunares fueran causados por meteoritos en vez de ser volcanes apagados o bien cúpulas derrumbadas de burbujas de gas incandescente producido en el interior selenita.

    En junio de 1993 cayó un meteorito de 16 Kg en un campo de arroz en la provincia de Petchabun, en  Tailandia. Las autoridades tuvieron que confiscarlo porque la gente empezó a visitar el lugar bajo la creencia de que se trataba de un objeto sagrado con especiales poderes...

    A febrero de 2000 trascendió que un meteorito de 15 Tm, caído hace unos 10.000 años sobre una colina en West Linn, Oregón, y colocado modernamente en el Museo de Historia Natural de New York era reclamado por los indios clackamas, de la tribu de “los pies negros”. El meteorito, llamado por los indios Tomanowos (“ser celeste”) y Willamette por los científicos, era considerado por tales indios como catalizador de los “mensajes divinos” y en sus cavidades el agua de lluvia recogida resultaba ser agua sagrada. Así que la cosa entró en liza judicial tras una demanda federal.

    Pero el meteorito más famoso del mundo es quizá la piedra sagrada de la Meca, la Kaaba, que se cree que "hizo un agujero en el cielo, por donde vino, abriendo una puerta con la Tierra". También hubo otros meteoritos objeto de adoración en diversos lugares del mundo, sobre todo en la antigüedad, dada su procedencia "celestial". En la Biblia hay citas a varios casos de meteoritos, casi siempre identificados con signos "celestiales".

    Para la señora Annie Hodges, de Sylacauga, Alabama, el meteorito más importante fue el que le cayó el 30 de noviembre de 1954, atravesando el techo de un autobús y causándole heridas en un brazo y una pierna a la pasajera. Pesaba tal cuerpo celeste casi 4 Kg.

    Otro meteorito que “acertó” en su caída fue el que impactó el 28 de junio de 1911 en la localidad egipcia de Nakhla. Mató un perro y el meteorito es de origen marciano.

    Los egipcios hace ya más de 5.000 años utilizaron los meteoritos de hierro para hacer collares de cuentas y otros “adornos personales”; objetos hallados en 1911 junto Al-Gerzeh, hoy en un museo de Londres. Se cree que los egipcios sabían la procedencia de tal materia prima porque consta en inscripciones que les llamaban “piedras del cielo”.

    El joven faraón Tutankamon fue enterrado en el Valle de los Reyes, en Tebas, 1.400 años antes de Cristo, siendo adornado en su tumba con un pectoral que contenía cristal de silicio formado en el desierto de Libia por impacto de meteorito.

    Otra tumba, la del Presidente Kennedy, también fue adornada cuando Apollo XI llegó a la Luna con unas flores y el siguiente mensaje anónimo: “Señor Presidente, el Águila ha alunizado.”

    Citando tumbas, una más, la de von Braun pone como epitafio “PSALMS 19:1” que quiere decir Salmos 19-1, la cita bíblica que contiene las siguientes palabras: “Al maestro del coro. Salmo de David. Los cielos pregonan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos...”.

    Apollo 8 fue el primer cohete Saturn 5 que se tripuló. Podemos a tal efecto citar alguna característica más del gigantesco cohete: se calculó que el propulsante quemado por el mismo en un segundo era suficiente para que un Boeing volara con ciento y pico pasajeros de Madrid a Varsovia. El mismo hubiera podido situar en órbita 70 cápsulas Mercury o 33 Gemini o hacer volar en potencia equivalente a unos 500 reactores.

    Asimismo en Apollo 8, al retorno se efectuó la primera reentrada de un vuelo lunar. En la fricción aerodinámica engendrada por la cápsula con la atmósfera se generaba una equivalencia energética suficiente para iluminar por espacio de casi dos minutos a Los Ángeles o elevar a un metro de altura a 30 millones de personas.

    Desde una gran altura, hasta unos 5.000 Km, que no desde la Luna como a veces erróneamente se dijo, las únicas obras humanas que se creía que se podían detectar como una tenue línea eran la carretera Transamazónica y la Gran Muralla China. Pero el propio primer astronauta chino en 2003 aseguró que lo de la Gran Muralla no era cierto ni desde poco más de los 300 Km de altura, que era su órbita. En realidad, de las obras humanas terrestres, solo se pueden distinguir a simple vista desde una órbita baja algunas infraestructuras importantes, como algún puerto, un trasatlántico, gran dique o ciertas carreteras. Excepcionalmente se pueden ver más cosas. La Gran Muralla china, pese al chino –porque así lo aseguraron otros astronautas y fotografías de satélites en órbita de tal altura- se puede ver hasta los 320 Km de altitud. En realidad, probablemente el chino no podría verla en su vuelo debido a falta de visibilidad o ángulo inapropiado.

    En cambio, desde la Tierra, mirando la Luna, hay quien ve... castillos. Así, en 1996 en Washington, el representante de la denominada “Misión Marte”, Richard Hoagland, denunció que la NASA ocultaba el hallazgo de ruinas lunares encontradas por los Apollo. Las ruinas de un gran castillo de cristales fueron exhibidas en fotografías... nada claras (como es natural para estos casos) aportadas por los “expertos”. Los mismos también afirmaron que las conversaciones de paz de la antigua Yugoslavia fueron llevadas a Ohio para enseñarles a los líderes nacionalistas los cadáveres de extraterrestres en secreto, en la base USAF de Dayton. Y claro, eso si que les impresionaría... para firmar la paz...

    Cuando la sonda Mars Pathfinder llegó a Marte en julio de 1997, dos hombres de Yemen denunciaron a la NASA ante un tribunal de Sanaa, en su país, por haber entrado en Marte... ilegalmente. Según ellos, el planeta rojo era herencia de sus antepasados. La denuncia fue retirada ante las amenazas de arresto de los 2 yemeníes por parte de la propia justicia del Yemen.

    Esta misión del Mars Pathfinder, hasta el día 23 del citado mes de julio de 1997, produjo en las páginas Web de Internet que el JPL y otros organismos dispusieron para informar (con un total de 20 puntos en todo el mundo), un total de 400.000.000 visitas. El día 8 de julio registró el mayor aluvión de accesos con un total de 47.000.000, registrando colapsos en muchas zonas o países.

    A Marte también quiso llegar el profesor de ciencias de primaria Edward Makuka Nkoloso, que se nombró a sí mismo director de la hipotética “agencia espacial de Zambia”, y el que en octubre de 1964 (al tiempo de la independencia de la antigua Rhodesia) anunció su proyecto de enviar al citado planeta una decena de hombres, una chica de 17 años (Matha Mwambwa), dos gatos y un misionero para tratar de convertir a los nativos marcianos (eso sí, sin forzarlos...). El cohete lo pensaba lanzar con una catapulta desde el estadio de Lusaka y la financiación pensaba obtenerla de la UNESCO a quien pidió unos cuantos millones... Todo, así de fácil. Aunque el novísimo gobierno de Zambia no parecía tan convencido y la cosa no pasó de las páginas de la prensa.

    En 1997, el teólogo oficial del diario L’Obsservatore Romano, Gino Concetti, vino a decir que si existieran los marcianos (los extraterrestres por extensión), al no ser nacidos de Adán y Eva, no tendrían el pecado original... por lo que estarían en estado de gracia... Sin comentarios.

    La creencia en la existencia de marcianos, tras la “observación” de los “canales”, fue tan extendida a principios del Siglo XX que la Academia de Ciencias francesa recibió en donación 100.000 francos oro de una filántropo para instaurar un premio para el primero que lograra una comunicación con un planeta que no fuera... Marte.

    En la noche del 31 de octubre de 1938 el actor de cine Orson Welles, radiofonista al caso, narró en su programa con gran realismo la novela de H.G. Wells “La guerra de los mundos”. Miles de ciudadanos americanos que sintonizaban el programa creyeron que la invasión de los marcianos era cierta. El histerismo hizo que en New York mucha gente se marchara de la ciudad, en Atlanta se arrodillaran temerosos y en New Jersey, en la localidad de Grover’s Hill, reventaran a tiros el depósito municipal de agua creyendo que era... una nave espacial invasora.
    En 1949 este hecho fue repetido en Perú, en Quito, y la reacción del pueblo que la cosa acabó con 20 muertos y varios heridos y la emisora... incendiada. Repetido en Lisboa en 1958, la cosa resultó más leve pero con intervención de la policía. Y es que con Marte no se jugaba.

    Otro depósito municipal de agua afectado por vuelos espaciales fue el de la población de Leninsk, cerca de Baikonur. En los primeros lanzamientos del enorme cohete Energía fue necesaria tal cantidad de agua para refrigerar la rampa de disparo que hubo que cortar intermitentemente durante días el agua a tal población.

    Por cierto, que la base de Baikonur, nombre inicialmente dado para despistar puesto que el lugar es denominado en realidad Tyuratam, dadas sus condiciones climatológicas extremas, fue llamado con sorna por los obreros que la construyeron Tyurma Tam que significa “prisión allí”.

    También es curioso el origen del nombre de los días de la semana, tomado de la derivación de los nombres de los planetas conocidos en la antigüedad. Aunque en otros idiomas, se introducen en parte nombres de dioses germánicos, en los idiomas latinos la correspondencia de los días de la semana proviene, en español, de Domingo-Sol (originado por Dominus-día del Señor/día del Sol), Lunes-Luna, Martes-Marte, Miércoles-Mercurio, Jueves-Júpiter, Viernes-Venus y Sábado-Saturno.

    Por su parte, los símbolos utilizados para los planetas tienen orígenes de signos estilizados o representativos de antigüedad distinta. El del Sol, un punto dentro de un círculo,☉ (a veces también☼), tiene origen en los antiguos egipcios; el de Mercurio es la esquematización del cetro del dios mitológico de tal nombre, ☿, y es como el signo de Venus con dos cuernos arriba; el de Venus es ♀ y se dice que es el dibujo del espejo, que simboliza la femineidad; el de la Luna es un cuarto cuarto creciente o menguante,☽ o ☾, según…; el de Marte, ♂, se dice que es el dibujo de un escudo y detrás una lanza, signos del guerrero; el de Júpiter se remite a la inicial del dios griego equivalente, Zeus, o sea una Z, y es ♃; el de Saturno, ♄, se refiere, dicen, a una guadaña del dios del tiempo; el de Urano, más moderno, es ♅, y viene a significar una H, de Herschel, su descubridor, sobre un círculo, o planeta; el de Neptuno, ♆, es claramente la tridente del dios de los mares. Plutón llegó a tener también su signo, ♇, y es una P con un rasgo bajo de una L (de Percival Lowell, su descubridor).

    Otra “antigüedad” chocante: En 1225 el inglés Robert Grosseteste escribe su obra “De Luce”, en la que hay quien interpreta que alude a la idea del multiuniverso y al Big Bang al hacer referencia al nacimiento del Universo en una explosión de un punto original.

    Otra referencia bastante clara y antigua al Big Bang podría ser la del rabino cabalista Nahmánides, o Mosé ben Nahman (1194-1270), quien en su obra “Comentarios a la Torah” dice que todo el Universo surgió de una diminuta partícula, como un grano de mostaza, pero que lo contenía todo, y antes de lo cual no había nada. Dice que tal partícula se expandió hasta constituir el actual Universo y el tiempo. Siglo XIII... ¿No es sorprendente?

    Siguiendo con lanzamientos, la primera vez que aparece una cuenta atrás en un disparo de un cohete es en la película de Fritz Lang “La mujer en la Luna” en 1928.

    En 1996 se estrenó el film “Independence Day”. Una de marcianitos invasores. Pues bien, la campaña publicitaria trató de emular lo dicho antes de la radionovela de 1938 y anunció la invasión de naves desconocidas. Y casi 60 años más tarde la gente vuelve a creerlo. En los Estados Unidos algunos se marcharon de las poblaciones y en España, la cadena Tele 5, se vio bloqueada de llamadas telefónicas de alarmados ciudadanos...

    El famoso director de cine Stanley Kubrick cuando rodaba en 1968 la afamada película “2001. Una odisea del espacio” tenía miedo de que, ante tanta aparición OVNI en la época, los extraterrestres se mostraran abiertamente a los terrestres, es decir, de modo “oficial”. Pensaba que le hundirían económicamente el film, e intentó infructuosamente al respecto contratar un seguro con la Lloyd’s.

    En la misma película, el ordenador propuesto inicialmente iba a ser un IBM, pero tal compañía informática se negó a dar el permiso de utilizar su nombre por aquello de que la máquina al final se ponía en plan rebelde y eso no era buena publicidad. Así que se cuenta que Kubrick sustituyó el nombre del aparatito justo con las letras respectivas inmediatas anteriores a IBM, esto es, HAL. Las iniciales fueron luego justificadas como procedentes de Heuristic ALgorithm (algoritmo heurístico). El primer postulado sería negado por el propio autor del libro original, A. Clarke, en su última novela de la saga (“3.001: Odisea final”), aunque tampoco dice por qué puso el nombre de HAL y no otro...

    A finales de abril de 2001, una emisora suiza, en francés, emitía en un programa de ciencia la “noticia” de que en el observatorio Parkes de Australia se parecían captar con su radiotelescopio señales extrañas, dando a entender de que eran extraterrestres. Era una broma, pero la rápida extensión por Internet de la “noticia” y el repique en la prensa al siguiente día hicieron que los teléfonos del citado observatorio fueran bloqueados de llamadas.

    Otra cadena, pero ahora de pizzerías, la Pizza Hut de Texas quiso hacia 1999 poner el logotipo propio para ser visto desde la Tierra en... la Luna. Desistieron cuando alguien les dijo que el tamaño del anuncio equivalía, para ser visto desde aquí, a algo así como toda España y Portugal juntas... Se conformaron luego con pagar 500 millones de pesetas para poner el citado logotipo en 10 m de un cohete Protón ruso en un lanzamiento para la Estación Espacial Internacional.

    Los que observaron algo inesperado pero real pero dentro de su propio módulo lunar fueron Cernan y Schmitt en Apollo 17 al momento de iniciar su primer paseo por la Luna. Al salir, los dos hombres encontraron en la escotilla un mensaje del que tampoco sabían en Tierra; en aquél momento nadie sabía quién y cómo lo hizo. El mensaje, que según Cernan se leía cada vez que se descendiera por las escalerillas inevitablemente, decía: "Dios proteja a la tripulación de Apollo 17". A la pregunta de Tierra de quien lo firmaba, Cernan contestó: "No te lo voy a decir, no me agrada el mensaje".

    Menos misteriosos fueron los extraños ruidos observados en las comunicaciones con Apollo 16 cuando este estaba ya cerca de la Luna. En los enlaces entre Houston y los astronautas apareció una tercera voz y unos extraños golpes y música. "Aló... aló... alooo... vaya... oye... ¿qué hay?... (una tos)...", en español y con alguien cantando por medio. Los técnicos de Houston se asustaron momentáneamente y no sabían que podía ser. Al final todo se explicó. Parece ser que un empleado de la telefónica española, CNTE, interfirió en su trabajo casualmente el cable a través del cual se enlazaba con la estación de Fresnedillas y Houston.

    Extraños crujidos más fácilmente explicables fueron los que aparecieron en el curso del vuelo de Gemini 5. Los técnicos de Tierra pensaron incluso en alguna grave avería a bordo o cosa parecida. Preguntados los astronautas, los de tierra no recibieron respuesta lo que les asustó aun más. Por fin, los ruidos desaparecieron y sonó la diáfana voz de Cooper informando con naturalidad: "Me acabo de comer un emparedado de pan tostado".

    Lo que suele causar siempre interferencias ciertas y a veces molestas son la serie de emisoras de radio, sobre todo al sobrevolar zonas de países europeos de gran densidad radiofónica. Así en el vuelo conjunto Apollo‑Soyuz, se coló en el enlace Apollo‑Houston la voz femenina de alguien que en ruso les facilitó un parte meteorológico; añadamos que de modo gratuito y sin que nadie se lo hubiera pedido... El susto se hizo patente como siempre en el Centro de Control.

    Los que también llevan sustos son los propios astronautas con tales interferencias, provocándoles enfados, sobre todo cuando efectúan maniobras que se ven así dificultadas. En el mismo Apollo‑Soyuz, el comandante americano Stafford recibió en una de tales interferencias instrucciones muy claras para que su vuelo aterrizara en la pista 22 del aeropuerto de Los Ángeles...

    El vuelo Apollo‑Soyuz también aportó otra anécdota más. Cuando se desarrollaba el principio del vuelo nacieron en Moscú dos gemelos a los que bautizaron con los nombres de Soyuz y Apolo.

    Las siglas del citado programa, ASTP, y el propio nombre Apollo Soyuz también sirvió para dar nombre a un marca soviético‑americana de perfume (Epas), otra de cigarrillos, emblemas en sellos, etc.

    El mismo comandante Stafford del ASTP recibió en otra ocasión, en Apollo 10 en ruta lunar, junto a sus compañeros, las quejas del jefe sioux de Oglala, de 99 años de edad, William Red Fox (Guillermo Zorro Rojo) que aseguraba en Filadelfia que ellos y sus exploración espacial tenían la culpa de que no llegaran las lluvias. Recordemos que los turcos decían lo contrario. Stafford encargó a tal respecto a Lousma, encargado en Tierra de comunicaciones, que le dijera al jefe indio: "Dile que yo crecí en la seca Oklahoma y sé de cierto que la Luna no tiene nada que ver con las lluvias".

    Para los indios americanos hay una relación sagrada con la Luna. A finales de los años 90 los navajos hicieron notar que estaban molestos por el envío a la Luna de algunas de las cenizas del astrónomo Shoemaker puesto que consideraban sacrílego tal “enterramiento” así como llevar turistas, como entonces se anunciaba para futuros proyectos.
    La científica y tecnológica NASA hasta se disculpó y prometió que en lo sucesivo “consultaría” con los indios antes de permitir las misiones de tal tipo. Pero en el inicio de 2024, ante el inminente lanzamiento de otra misión a la Luna llevando cenizas de difuntos, los navajos, con su Presidente Buu Nygren al frente, volvieron a protestar por la “profanación”. La empresa que envía las cenizas esta vez es Celestis que no se calló y alegó que “Nadie, ni una religión, es dueño de la Luna” y que “si se tuvieran en cuenta las creencias de la cantidad de religiones del planeta es muy probable que nunca se aprobara ninguna misión”.

    El siguiente vuelo a Apollo 10, el famoso 11, recibió en las personas de los tres tripulantes del mismo la felicitación de los ciudadanos de Kansas City que enviaron un telegrama al Laboratorio de Recepción Lunar de Houston que, según se dijo, era el más largo de la historia con 243 m de cinta con miles de firmas de los ciudadanos. El telegrama, dado su tamaño fue enviado por avión en vez de por cable.

    También con motivo de Apollo 11, el propietario de un restaurante cercano a Cabo Kennedy cambió el nombre del negocio de "Hombres en ruta lunar" por el de "Hombres en la Luna". Realista y exacto que era el dueño...

    En el entorno de Cabo Kennedy, en tiempo de los Apollo, crecieron infinidad de negocios de todo tipo, cual corresponde a algo más que una zona turística, y muchos de ellos vendían subproductos del espacio, tales como llaveros, postales, banderitas, emblemas, cócteles llamados con nombres relacionados con los vuelos, etc., etc. Hasta se editó un periódico llamado Today y subtitulado "Diario de la era espacial" que fue el primer periódico llevado y dejado en la Luna, en Apollo 14. El diario se editaba en Florida.

    Pero en Cabo Kennedy también proliferan otro tipo de seres menos comerciales, cuales son un sinfín de bichos de todo tipo, propios de una zona plagada de charcas y espesos matorrales subtropicales. Tales bichos han llegado a constituir problema en más de una ocasión al introducirse en las instalaciones de las rampas de disparo. En el Apollo‑Soyuz por ejemplo, apareció en la cabina del Apollo un mosquito gigante que nadie sabe como se logró introducir, pero que allí estaba constituyendo un astronauta polizón.

    En cierta ocasión se hubo de detener un lanzamiento por culpa de un aligator que se había metido en un desagüe de la rampa y trabajo les costó a los hombres de la instalación sacarle de allí porque además se mostraba muy enfadado.

    La zona subtropical de Cabo Kennedy fue en otra oportunidad objeto de especial trabajo para los técnicos de la base que hubieron de dedicarse a desalojar de las rampas a gran número de serpientes de todo tipo, algunas muy venenosas, que se refugiaron allí luego de que un Polaris lanzado dejara caer sobre los matorrales materia ígnea.

    Otro grupo de seres que causan problemas en la base espacial de Florida son las avispas. Las elevadas rampas de disparo son el sitio ideal para los enjambres a finales de año, entre septiembre y diciembre, en un lugar muy llano y sin elevados árboles. Fueron un problema, porque no se las puede fumigar por el riesgo de dañar la electrónica, hasta que se aisló la feromona sexual que químicamente las atrae y se las pudo dirigir a trampas.

    Cada vez que se lanza un cohete, las aves de tal zona de Florida, que se cuentan por miles, ni que decir tiene que se elevan asustadas todas a una. Claro que más asustadas estuvieron las mujeres del anterior caso de las serpientes que trabajaban allí pues incluso las hubo que no querían volver.

    Pero por si fuera de vengar el susto de cada lanzamiento a las aves, en 1995 se hubo de suspender un lanzamiento, con el correspondiente elevado coste económico, porque unos pájaros carpinteros hicieron nada menos que 78 agujeros de unos 10 cm en la cubierta de espuma del gran tanque del Shuttle que se iba a lanzar. Pensaron que era ideal para hacer nidos. Así que la NASA hubo de usar para espantarlos búhos de plástico, aves rapaces y sirenas, y repasar los posibles daños, suspendiendo el disparo.

    La zona del Centro Espacial Kennedy fue azotada varias veces por huracanes que hicieron varios destrozos en algunos edificios, como el principal, el VAB. Sin embargo, hacia 2005 al tiempo de pasar varios de tales violentos fenómenos atmosféricos, un cercano nido de águila se hizo famoso entre el personal de la base que pasaba por allí porque no resultó afectado. Parece que fue mejor construido frente a tales eventos que los edificios humanos.

    El que también salió disparado y como un cohete fue otro aligator, en otra ocasión, que se metió en un depósito con agua, pero previsto llenar de LOX, oxígeno líquido o criogénico. Cuando se vertió el LOX, el cocodrilo americano que estaba durmiendo salió más rápido que el cohete que gastara el LOX luego y lo hizo al parecer con la cola supercongelada...

    Y citando cocodrilos, ahora en Rusia, el primero de abril (que es allí como el Día de los Inocentes) de 1997 la prensa publicó que en la estación Mir había nacido un cocodrilo, cuyo huevo se había llevado por error entre los de codorniz. Pero solo fue el cocodrilo espacial que nunca existió.

    Volviendo a Rusia, o mejor a la antigua Unión Soviética, en 1953, al tiempo de las pruebas de los primeros misiles estratégicos soviéticos, en la base de Kasputin Yar aparecieron verdaderas invasiones de ratas que se introdujeron por el interior de los misiles, causando daños en el cableado y otras cosas. La solución a tan poco “técnico” problema fue igual de sencilla... nada de especialistas en desratización: llevaron gatos...

    En cierta oportunidad, el lanzamiento de un Ranger, en los años 60, hubo de ser detenido en su cuenta atrás por culpa de una cigüeña que tropezó con un cable y desconectó el enlace del cohete con el centro de control del disparo.

    Otra vez se confundió en un radar americano un pelícano sobrevolando el cohete a punto de lanzarse con un avión no identificado que seguro que ya pensaban que era de los espías rusos...

    Justo al momento del despegue del STS-90 en 1998 con las cámaras se observó un murciélago adherido a la envuelta del gran tanque ET de la astronave. Pero no hubo ningún problema con el mismo porque cuando arrancaron los motores en el lanzamiento no dudó un instante en salir huyendo.

    Pero quizás los más peligrosos en las rampas son los conejos y bichos afines que en cierta ocasión se entretuvieron en cortar cables por varios sitios con gran destreza, tanto que se llegó a pensar en sabotaje. Los cables eran subterráneos, cercanos a la rampa.

    También problemático resultó el caso de un pájaro carpintero que 15 días antes de la partida prevista de un cohete Thor con un satélite TRANSIT se metió en el mismo cogollo del cohete, dentro de un conducto de cables al que llegó a picotazos. Lo peor fue que no había manera de sacarlo de allí. Se le trató de asustar con ruidos y hasta con cables para electrocutarle pero todo fue vano. Por fin, se dispuso un sistema único a base de aire comprimido introducido por el conducto. Sacó ello al pájaro como un rayo, digo, como un cohete.

    Sin embargo, allí la naturaleza está protegida por el doble interés para los técnicos de cohetes y para los protectores ecológicos. Para ello se han extremado las medidas de precaución. Los fervientes protectores de animales han tenido en las experiencias astronáuticas uno de sus motivos de batalla, sobre todo cuando en aquellas se empleaba a perros y monos. La zona de Merrit Island fue declarada reserva nacional de fauna.

    Cuando los rusos lanzaron a Laika, la primera perra en el espacio, en 1957, para no herir susceptibilidades anunciaron que retornaría en paracaídas, cuando sobradamente sabían que moriría en el espacio. El anuncio hizo que en muchas partes se ilusionaran con la posibilidad de ver descender de los cielos a la perra en paracaídas. Y un chileno quiso hacerse el gracioso tirando un perro en paracaídas, causando el correspondiente revuelo.
    Al enterarse luego de la muerte de la perra, en algunas partes del mundo hubo protestas y la Liga inglesa para la Defensa de los Perros recomendó guardar un minuto de silencio por Laika. Más modernamente, un monumento en la Ciudad de las Estrellas colocó junto a la estatua de un cosmonauta otra de la perrita.

    Los soviéticos, al principio de la era espacial, también utilizaron perros, conejos, insectos y hasta sapos, para probar la microgravedad. Sobre todo probaron con perros, alguno de los cuales nunca volvió a la Tierra, y en cierta ocasión el cosmonauta perruno, quizá sabedor del riesgo de aquellos primeros tiempos, se les escapó al personal técnico a última hora. De modo que, para no suspender la prueba, tuvieron que capturar otro y para no perder tiempo lo metieron en la cápsula sin más, sin el menor examen. Dicen que el mismo acabó como mascota de los cosmonautas novatos.

    Motivo de batalla también tienen con la astronáutica los miembros de la Sociedad de la Tierra Plana que defienden su "teoría" de que la Tierra es un disco en forma de plato. "Los astronautas lo que hacen es dar vueltas en torno al borde del plato. La Tierra ‑aseguran los de la antigua sociedad que se internacionalizaron con seguidores extranjeros‑ es un plato y es ridículo pensar que es esférica. Que es un plato es un hecho y las fotografías tomadas desde el espacio no muestran más que círculos tomados desde el borde del plato. Además la Tierra está quieta en el fondo de un pozo sobre el que se eleva el Sol y la Luna moviéndose en el mismo. Nadie nos convencerá, ni los astronautas, ni ciencia alguna. Los astronautas solo dan vueltas al borde del plato y solo giran en sus bordes y por eso no se caen". Los de la Sociedad, que en origen es inglesa, cuentan con miembros de todas las edades y algunos de ellos han sido "brillantes" defensores durante toda su vida de sus "teorías". Uno de ellos, Mike Hughes, acróbata estadounidense que construyó su propio cohete para llegar al espacio y demostrar tal “teoría”, murió en el intento en California el 22 de febrero de 2020.

    Mucha más confianza en la ciencia y la astronáutica lucían, sin embargo, los más de 1.000 propietarios que en 1970 tenía ya la Luna. Además nacieron incluso inmobiliarias lunares que vendieron gran parte de terreno selenita y hasta se llegan a intentar recomprar. Daniel Maury, por ejemplo, compró a la Sociedad Inmobiliaria Espacial de New York unos 400 m^2 junto al cráter Copérnico y por los que otro señor ofreció mil dólares, a lo que Daniel se negó. El documento acreditativo de Daniel "asegura" que el dueño podrá tener acceso a las playas (!) del Mar de la Tranquilidad (que está a no poca distancia de Copérnico) y a pescar en tal mar (que no existe como tal), así como a practicar deportes invernales en los Alpes lunares. En cuanto a excavaciones mineras tiene Daniel derecho al 50 %, yendo el resto a parar a Robert Coles que se compromete a adquirir el cráter Copérnico cuando le sea posible (¡y tanto!) al precio que marque la primera nación que plante allí su bandera.

    El vuelo de los Apollo fue sin duda el motivo de muchas de estas noticias, resultado asimismo de un optimismo exagerado, propio de ilusos y apasionados seguidores, pero hay que reconocer que la idea ni era de entonces ni siquiera de los años inmediatos a la segunda guerra mundial, pues ya a primeros de siglo que empieza en 1900 aparecieron anuncios a la sazón en la prensa americana...

    En 1936, en la Alemania nazi de A. Hitler, la GESTAPO destruyó todas las copias que encontró de la película “La mujer en la Luna”, de Fritz Lang. Pensaron que la película de ficción, que era de 1928, exhibía detalles técnicos de los cohetes que estaban preparando en secreto como arma.
    Se cuenta que el citado Hitler en una ocasión soñó que un cohete no despegaba y al despertar ordenó que los fondos destinados al programa de cohetes fueran recortados o retirados.

    Desde Apollo 7, en 1968, una misteriosa señora no identificada más que con el nombre de Cindy Diane enviaba un ramo con 12 rosas rojas a los astronautas USA. Con el ramo iba un mensaje que decía "Los que han cooperado a la misión tienen que estar orgullosos de sus logros. Dios bendiga a nuestro país y nuestra bandera. Lo desea una dama que agradece al Padre Eterno todos los días por haber nacido americana". O sea, cosa del patriotismo.

    No sabemos que contentos se ponían por las rosas los astronautas pero seguro que el que se habría puesto muy contento habría sido el famoso astrónomo Kepler si hubiera podido vivir la época astronáutica. El mismo afirmó en su tiempo cosas acerca de lo limitado de la atmósfera terrestre, de la gravedad y su efecto y hasta aseguró que la primera nación en vuelos espaciales sería la primera en la Luna y que clavaría banderas y todo. Intuiciones que se hicieron ciertas... 400 años después.

    La bandera USA primera clavada en el suelo lunar, la de Apollo 11, que allí quedó tumbada tras el despegue del módulo tripulado, tiene un trocito de una costura que nunca viajó allí. Fue cortado para adecuarla al mástil en su lado izquierdo, donde ponía la etiqueta del fabricante. Tal trocito fue a parar a las manos de un ingeniero, T. Moser, que lo conservaría y consiguió que Armstrong se lo firmara. En 2011 fue subastado en la cantidad de 60.000$.

    Y seguimos con banderas y naciones. El 12 de noviembre de 2017, una nave de carga no tripulada con destino a la ISS, la Cygnus CRS-8, llevó un pequeño satélite llamado Asgardia-1, de la empresa Asgardia Space, de 2,8 Kg de peso. Su destino es probar el almacenaje de datos en el espacio a largo plazo por lo que dispone a bordo de un disco duro de estado sólido de  512 GB, además de 2 detectores de partículas. Con tales datos, su propietario, un millonario ruso, quiere “constituir” la primera “nación” sideral… sin residentes (o solo residentes virtuales). Así que le adjudica el nombre del satélite (Asgardia; nombre originario de un mundo de la mitología nórdica), bandera, moneda virtual o criptomoneda llamada “solar”, himno, y 12 lenguas “oficiales” (Inglés, Chino, Ruso, Español, Francés, Turco, Italiano, Portugués, Árabe, Hindi, Alemán y Persa). La bandera es azul con una esfera amarilla sobre la que giran órbitas; el escudo de armas pone el lema “una unidad, una humanidad”. Su “calendario” es bastante racional: 13 meses de 28 días; el mes extra se llama “asgard” y se ubica entre junio y julio, y los meses comienzan todos en domingo. En cuando a la superficie del “país” no se especifica pero podemos delimitarla seguro dentro... de los 10 cm por 10 cm por 20 cm del satélite (aproximadamente, eso sí). La “nación” ya cuenta con cerca de un cuarto de millón de “habitantes”, incluso antes del lanzamiento del satélite… El primer “Presidente” es el científico ruso promotor del satélite, Igor Raufovich Ashurbeyli, nacido en 1963 en Azerbaiyán, y el que propuso la idea el 12 de octubre de 2016. A principios de 2018 el Reino Espacial de Asgardia aun no  tiene “Gobierno”, “Parlamento”, “presupuestos”, etc, así que el “país” “celebra” el 9 de marzo de 2018 sus primeras “elecciones” (quinquenales); el número de plazas de parlamentarios se ha fijado en 150 y según distritos por lenguas y con edad mínima de 40 años. De momento, los pacíficos “habitantes” asgardianos están todos en… la Tierra, quizá de vacaciones o de paso. Españoles hay unos 4.000 solicitantes. Y quieren ingresar en la ONU. ¡Ah!, y se admiten donaciones a la “nación”, pero reales, no virtuales;  ¡vaya!…
    El 26 de junio de 2018 tuvo lugar en Viena, en el palacio de Hofburg, la proclamación “oficial” del citado “Presidente” por un período de 5 años. Con la ceremonia de juramento, se presentó también el himno “nacional” y se exhibió un vídeo del cosmonauta ruso, entonces en la ISS, Oleg G. Artemyev. En el mensaje político vertido en la creación de esta definida “primera nación espacial de la Humanidad unida”, se hizo alusión su importancia en la lucha contra  la “degradación ambiental” y la “carrera armamentista”. Por entonces, el número de personas registradas en la web de la nueva “nación” asciende a unos 200.000 y los promotores quieren sumar en diez años unos 150 millones. Aun más tarde pretenden crear una colonia en el espacio.

    El ruso-azerbayano no es el primero en intentar crear un país sideral. Ya lo proclamó antes, en 1948 (aunque registrado en 1949), el estadounidense James Thomas Mangan (1896-1970). El mismo se nombró rey del Universo y de la “Nación del Espacio Celestial”. Y eso que en 1949 no hay aun satélites… En 1958, su “país celestial” tenía (también en tierra) unos cien mil “ciudadanos”. Por supuesto, emitía “pasaportes” y puesto que para entonces ya había satélites soviéticos y americanos llegó a protestar por la “invasión” de los mismos en “su territorio”...

    Clavar la bandera lo hicieron todos los Apollo que se posaron y entre ellos Apollo 12 pero tal escena no pudo ser vista en Tierra en tal ocasión porque Conrad y Bean expusieron la cámara al principio sin querer enfocada al Sol y se quemó. Luego, los dos astronautas acabaron con tal cámara al tratar de arreglarla sencillamente... a martillazos. En Tierra algunos, en el Centro de Control, se molestaron bastante...

    En cambio, cuando Apollo 8, a muchos americanos les molestó que la TV interrumpiera la retransmisión de un partido para conectar con la nave en la órbita lunar. Claro está que no llueve nunca a gusto de todos...

    Por cierto, también sobre martillazos, la cápsula de retorno del satélite espía americano Discoverer 14 en 1961 fue destruida por tal método y hundida en la bahía de San Francisco al malinterpretar las órdenes de que toda la información sobre este vuelo debía ser destruida. Luego tuvieron que echar mano de otra parecida...

    Otro satélite, y mucho más moderno (de 2004), el GP-B llevaba 4 giroscopios que fueron entonces considerados los objetos artificiales esféricos más perfectos por su redondez, de modo que solo tenían 40 veces el diámetro de un átomo de desnivel en la esfera.

    Los antes referidos de Apollo 12, Conrad y Bean, fueron también objeto de otra pequeña anécdota que está en cierto modo en oposición al caso del telegrama de los de Apollo 11. Lo que hicieron los de Apollo 12 fue enviar ellos el telegrama cuando se hallaban en la cuarentena tras el vuelo. El telegrama fue enviado a la Academia Naval de Annapolis donde se formaron los dos citados y decía: "Su bandera de VENCER AL EJERCITO fue llevada a la Luna y ha regresado con Apollo 12. Les será devuelta cuando concluya la cuarentena. Buena suerte y venzan al Ejército". Cosas de la deportiva rivalidad entre los dos ejércitos.

    Esta rivalidad ya había aflorado en el espacio con anterioridad, cuando Gemini 6 y 7 se encontraron en órbita en una cita espacial. Al abandonar el Gemini 6 la formación el comandante de la misma, Schirra, colocó en la ventanilla para fastidiar a los de Gemini 7, un cartel que decía: "Hemos derrotado al Ejército". Borman, el comandante de Gemini 7 era del Ejército.

    Más rivalidad fue la de los propios americanos con los soviéticos en los logros espaciales. Los últimos siempre guardaron mucho sus cosas en aquellos tiempos y así es que de los primeros tiempos no hay muchas anécdotas, parcos en informar nada. Sin embargo, cuando el Apollo 9 USA los soviéticos informaron a tal respecto para la URSS indicando que tal nave estaba en órbita terrestre y lo hicieron 3 min antes que de modo oficial se comunicara en Houston... Paradojas.

    En otra ocasión los soviéticos se molestaron en corregir a los americanos sobre la situación del primer hombre en la Luna... en un sello postal. Al parecer, en tal sello la posición solar aparecía descentrada en relación a la de Armstrong con el horizonte lunar de fondo. La cosa no la perdonaron los soviéticos ni aunque fuera en un dibujo artístico.

    También acerca de los soviéticos tiene relación otra anécdota. El que fuera popular general de los republicanos de la guerra civil española El Campesino aseguró que la primera mujer cosmonauta, V. Terechkova, era... hija suya.

    Menos anecdótico para ellos y más para nosotros resulta el caso de los expertos espaciales chinos que en su primera época, además de su actividad espacial y según la entonces normativa política revolucionaria china, tenían que de vez en cuando pasar cierto tiempo en las labores agrícolas, cosechando arroz por ejemplo, lo que les producía cierto desfase o desfamiliarización con las cuestiones técnicas.

    El que sufrió bien tras su vuelo lunar fue Aldrin, el segundo hombre sobre la Luna, que padeció una depresión nerviosa. Pero no todos saben que fue el primero y único de Apollo 11 que fuera fotografiado sobre el suelo lunar. A su compañero Armstrong, que era el fotógrafo, no le tomó Aldrin ninguna fotografía porque no llevaba cámara. De Armstrong en la Luna solo hay una imagen y en el módulo lunar. Además de las malas imágenes de TV, de Armstrong sobre la Luna solo hay como prueba visual una de Aldrin que le refleja en el casco.

    Los que se quedaron del todo sin fotografías en la Luna fueron los de Apollo 13 que les cascó la nave espacial a mitad de camino y hubieron de regresar sin entrar siquiera en órbita lunar. Una explosión dejó inútil al CSM y para sobrevivir hasta el retorno hubieron de permanecer en el módulo lunar que les salvó realmente hasta el final. En razón a ello, ya concluido el rescate de los tres hombres felizmente, la empresa Grumman, constructora del LEM que salvara a los astronautas, con buen humor pasó una factura a la empresa North American, constructora del averiado CSM, por "remolcar" a éste su LEM y traerlo hasta Tierra, como servicio rápido o de emergencia. La factura se desglosaba así: Por remolque en 400.001 millas, a 4 $ la primera milla y 1 $ cada una de las restantes, y llamada de servicio de urgencia: 400.004 $; por gasto de batería al recargarla: 4,05 $; por consumo de oxígeno, a 10 $ la libra, 500 $; por ocupar la habitación, la cabina del LEM, una persona más (estaba concebido solo para dos) con aire acondicionado y radio pero sin TV: 32 $; por gasto de agua y manejo de equipos del LEM, gratis (¡atención de la casa!); descuento comercial del 20 %, y un 2 % más por pronto pago, 88.118,81. Total a pagar 312.421,24 dólares, casi 22 millones de pesetas de 1970.
    A tal factura contestó la North American con otra en concepto de haber remolcado el CSM al LEM en anteriores ocasiones hasta la Luna, que era donde operaba tal módulo.

    Pero Apollo 13 fue objeto de algo más que una anécdota. Cosa de la casualidad o de lo que sea, pero en USA de supersticiosos los hay suficientes como para que no existan habitaciones 13 en los hoteles, ni butacas 13, ni calles 13, ni nada 13. Pero la NASA tras Apollo 12 no iba a saltarse Apollo 13. La NASA, tan científica y técnica, no iba a andar en supercherías, pues vaya prestigio si no pone el 13... Así que allá fue Apollo 13 y bien 13. Pero, mire por donde, Apollo 13 salió en la rampa 39, 3 veces 13, y que no quiere decir mucho puesto que los demás también salieron de allí. Y despegó en la hora 13, minuto 13, en horario del centro de control de Houston, que es ya mucha casualidad. Por si fuera poco el cohete lanzador, el Saturn hacía el número 5‑08 cuya suma da 13 y finalmente el día de la avería era el lunes, ¡como no!, día 13 en el centro de control terrestre. Demasiado 13 supersticioso, incluso para la NASA. La explosión se produjo en el módulo que se llamaba encima Odisea (!).
    En cambio, el nombre del módulo salvador, Acuario, de 7 letras, número y símbolo cabalístico de salvación. La suma de los números de la hora de lanzamiento suma 5, la del día (11.04.1970) también da 5, y la del tiempo de vuelo al momento de la explosión eran 55 horas 55 minutos.
    Nota: Con los números es fácil jugar, tal cual ocurre en juegos de magia, por lo que no se han de sacar muchas conclusiones de todo esto. Pero... ¿no es cuanto menos curioso?

    En la numerología espacial hay más casos curiosos en los que como en el caso anterior ni se afirma y se niega a cabalistas ni detractores, pero se deja constancia de los datos.
    Uno de los tres de Apollo 13, Haise, no era sin embargo la primera vez que estaba en apuros. En la guerra de Corea, años atrás, había sufrido un accidente en el que su avión ardió, logrando salvarse. En 1970 pasó los apuros de Apollo 13, que nunca se habían dado en un vuelo por el cosmos, y el 23 de agosto de 1973 tuvo otro accidente con un avión, salvándose nuevamente pero sufriendo ciertas quemaduras.
    ¿Sería gafe?

    El que no se salvó fue el cosmonauta URSS Komarov que en 1967 falleció al estrellarse la nave al regreso. ¿Pues sabe usted que número de astronauta hace Komarov en la historia astronáutica?... ¡el 13! Fue el primer hombre que murió en el curso de un vuelo sideral. Además, el cosmonauta suplente de Komarov fue Yuri Gagarin, que también moriría luego estrellado, en 1968, pero con un avión.

    El 13 es el de peor fama, pero en el caso de la llamada cultura occidental puesto que en otras son otros números. Así el número 9 por ejemplo se considera el símbolo de lo "sin vida", algo así como la muerte. Bueno, pues el astronauta USA número 9 fue White... que falleció en un entrenamiento espacial en 1967...

    Pero el que siempre tuvo la peor imagen fue el 13. Y 13 era el número del último cohete Saturn 5 lanzado, en 1973, que envió a la estación Skylab al espacio en vuelo no tripulado. Pues en el lanzamiento se rompió el escudo protector, se arrancó un panel solar y todo ello dio lugar a una grave situación que estuvo a punto de suspender el programa.

    El 13 no fue bueno para los americanos pero tampoco para los soviéticos como hemos visto. En cambio el 11 fue bueno para los primeros y fatal para los segundos. Apollo 11 es el más destacado triunfo USA y de la historia astronáutica y uno de los de la Humanidad; el cohete lanzador era el número 5‑06, que suma 11. Gemini 11 también fue un buen vuelo, aunque no trascendente. Para la URSS, en cambio, el Soyuz 11 fue todo lo contrario y constituyó la primera gran desgracia pues en el vuelo citado perecieron los tres ocupantes.

    En relación a Soyuz 11, uno de los tres cosmonautas fenecidos, Viktor Patsayev había firmado una muñeca anteriormente con la fecha siguiente a la de finalización del vuelo, día que nunca vería. La muñeca fue subastada en 1993 por la casa Sotheby’s.

    La misma casa de subastas Sotheby’s, subastaría en la misma década la sonda soviética alunizada Luna 21 y el rover Lunokhod 2 que viajaba con ella. Las compró el astronauta de pago Richard Allen Garriott, hijo del también astronauta del Skylab Owen Garriott, por un importe de 68.500$. Los vehículos siguen de momento en la Luna y el también astronauta Richard solo tiene de ellos los “papeles”.

    Entre el 13 y el 20 de enero de 2011, medio millar de objetos históricos de la astronáutica USA fueron vendidos en subasta por Internet con precios de salida entre los 100 y los 2.000$ la mayoría. Figuran entre tales objetos, que eran propiedad de antiguos astronautas o sus familiares y otras personas: medallas; sellos; periódicos; fotografías; el plan de vuelo de Apollo 11 con la firma de Aldrin; auriculares de Apollo 16; cigarros Tareyton llevados en 1962 por Schirra; una fotografía firmada por los astronautas que murieron en la explosión del Challenger en 1986; y un calendario Playboy (de noviembre de 1969) llevado (extraoficialmente) a la Luna por Apollo 12. El objeto que mayor cifra alcanzó fue una bandera llevada por Apollo 11 a la Luna que llegó a unos 30.000€; la bandera había sido firmada por los tres astronautas de tal vuelo y dedicada por Armstrong a Rooster Andrews, un amigo del mismo de Texas y que fue el tenedor de la misma hasta esta subasta. Por cierto, el calendario de Playboy se subastó en unos 14.000€ y es una fotografía de DeDe Lind con una dedicatoria de broma que dice: “Pete y Al me dejaron con  un gran Dick en órbita lunar en noviembre de 1969.”; conviene aclarar que el nombre familiar Dick, tiene también el significado de “polla”…

    Pero lo de las subastas tiene sus riesgos. En 2015 la NASA subastó por un error de identificación una bolsa conteniendo restos lunares de Apollo 11. La compró una señora, Nancy Carlson, de Illinois, por 892 euros. Cuando la misma pidió el certificado de autenticidad a la NASA, ésta se dio cuenta de la equivocación y en 2016 andan las dos partes, la NASA y la señora, sin acuerdo para la devolución de la histórica bolsa y… en pleito.

    Con la crisis económica de los noventa, los rusos vendieron cantidad de cosas de su programa espacial. La casa Sotheby’s les subastó en 1993 más de 2 centenares de cosas: desde una cápsula Soyuz que voló a la Mir en 1990, hasta una bolsa para recoger orina (sin usar, claro), pasando por el traje de entrenamiento de Gagarin, 0,2 gramos de polvo de la Luna traido por Luna 16 (un particular pagó por ello 442.500$), el telegrama de felicitación de Nikita Kruchev, un traje pensado para la exploración lunar (que nunca hicieron los rusos), diarios de cosmonautas, planos de proyectos espaciales, etc., etc.
    En mayo de 2001 la casa Christie’s de New York subastó el informe que Gagarin redactó tras su histórico vuelo, llamado el diario de Gagarin, por el que se esperaba obtener hasta 37 millones de pesetas. También entonces se subastaron el envase de cristal que llevó el citado cosmonauta para tomar café con leche en su nave espacial, con un precio de salida de cerca de 4.000 $, así como emblemas, insignias y ropas de vuelos lunares Apollo; en total 300 objetos.

    Más pujas. El 20 de julio de 2017, la misma casa Sotheby's sacó a subasta 173 objetos o motivos espaciales, algunos de Apollo 11 y el Apollo 13. Entre los mismos: la bolsa de 30 cm por 22 cm con restos de polvo selenita recogido por Armstrong que se citó antes con un precio de salida de 4 millones de dólares que se adjudicaría en 1,8 millones; un traje espacial de V. Grissom con precio de salida de 60.000 dólares que se adjudicaría en 43.750 dólares; un muñeco del perrito Snoopy, nombre del LEM de Apollo 10; la bandera USA de Apollo 13 (que no pudo ser llevada al suelo lunar) con precio de salida de 18.000 dólares; y varias maquetas, insignias y fotografías firmadas por los astronautas de tal época.

    El 18 de octubre de 2018 se subasta un meteorito lunar de 5,5 Kg, el NWA 11789, también llamado Buagaba, hallado en 2017 en Mauritania y fragmentado o compuesto por 6 trozos. Se esperaba que saliera por al menos 432.000 euros.

    A finales de 2008 la casa de subastas Sotheby’s en Moscú sacaba a licitación diarios, informes y cartas manuscritas de Gagarin entre 300.000 y 500.000$, contando como documento más valioso el informe redactado tras su histórico vuelo (uno de los cuatro informes existentes; los otros 3 estaban entonces en archivos de Rusia); tales documentos los había comprado hacia 1993 el americano Ross Perot en otra subasta. 

    Por cierto, otra desgracia de la URSS fue la muerte de su héroe Gagarin, el primer hombre en el espacio, que había nacido un 9 de marzo de 1934 y murió un 27 de marzo de 1968. Según un cabalista, Gagarin había nacido en el día 3 veces 3, del mes 3, de 1934 y estaba en ese 27 de marzo de 1968 en fecha nefasta pues era el día 3 elevado a 3, del mes 3 de 1934, que es el año de su nacimiento, el 34, por dos...
    Y otro, por cierto, Grisson, fue designado para el primer Apollo, en cuyo entrenamiento perdería la vida un día 27 (9 veces 3) de enero de 1967, el día 21 de marzo de 1966, o sea, el día 7 veces 3, del mes 3, de 22 veces 3...

    En Corea del Sur también son supersticiosos y en la serie de sus satélites, los Koreasat, el número 4 se saltó por ser considerado allí el de la mala suerte. En un sitio el 13, en otro el 4,... estos humanos.

    Se cuenta que Gagarin, antes de llegar a la rampa de disparo y subir a la cápsula Vostok colocada sobre el cohete para despegar, se detuvo para orinar en un lado del autobús (dicen que en la rueda trasera derecha) donde, desde entonces, como costumbre de buena suerte, homenaje o superstición (a saber...), orinan todos los cosmonautas que le sucedieron (o hacen las veces...). Por lo visto, los pobres de Soyuz 11 o Komarov de Soyuz 1, que murieron al final de sus vuelos, lo de orinar no lo hicieron bien…

    Otra costumbre de los cosmonautas es escuchar música, hasta tres piezas o canciones, mientras esperan sentados en la cabina el momento del despegue.

    También a la partida, las esposas de los cosmonautas rusos no se despiden de los mismos porque creen que les puede traer mala suerte. La noche antes del vuelo suelen ver habitualmente una película titulada “El brillante sol del desierto” de 1969, que trata sobre la implantación de los soviéts en el Asia Central después de la guerra civil entre 1917 y 1923, a través de las aventuras de un soldado. También brindan con champán, escuchan la canción “El césped de mi jardín”, comen pepinillos en salmuera, firman en la puerta de la habitación donde duermen la noche antes del lanzamiento, y ya a unas horas hacen la solemne declaración de que “estamos dispuestos para volar, lo hacemos por propia voluntad y sin ninguna presión de nadie”. También plantan un árbol en Baikonur, en la llamada Avenida de los Cosmonautas. Visitan la Plaza Roja en Moscú y ponen flores a Gagarin y Korolev. Se cortan el pelo dos días antes del vuelo. Colocan monedas sobre las vías del tren que lleva al cohete Soyuz a su rampa. El comandante lleva un muñequito como mascota que cuelga luego en la cabina. Todo un ritual... de superstición, nacido en parte del vuelo de Gagarin.

    Otro rito que acompaña la partida de los cosmonautas rusos es la de recibir la bendición de un pope, si bien esto es mucho más reciente, tras la desaparición de la URSS, puesto que antes el ateísmo oficial no daba para bendiciones... O al menos no lo contaban…
    Los cosmonautas también visitan el monasterio de la Santísima Trinidad y San Sergio. Aquí reciben un pequeño evangelio e iconos que suelen luego llevar en el vuelo. En ocasiones, los rusos han llevado además algunas reliquias de varios santos, así como de un presunto trozo de la madera de la cruz de Jesucristo (2009, llevado a la ISS).

    El personal ruso de Baikonur, su famosa base de lanzamiento espacial, también tienen por costumbre arrojar monedas a los raíles que lleva a cada cohete hasta la rampa de disparo para propiciar la buena suerte en el lanzamiento. La hora de salida del tren con la cosmonave, a las 7 de la mañana, también es respetada desde los tiempos de Gagarin. El récord en tales “lanzamientos” de monedas se dio en el disparo del módulo Zarya de la ISS.

    Según contó un ingeniero ruso, en la época dorada de los lanzamientos soviéticos en Baikonur, si alguno del personal soñaba con un pez... era signo de que algo iba a ir mal en el disparo.

    Más supersticiones o curiosidades, pero ahora americanas. Antes de ponerse el casco, para iniciar su viaje a la torre de lanzamiento y acomodarse antes del lanzamiento, los astronautas reciben un beso de sus cocineros. El desayuno suele ser a base de un filete de vaca y huevos a la ranchera... y un pastel que lleva el dibujo del emblema de la misión que nadie se lo come por miedo a “la mala suerte” que implicaría partirlo... Por su parte, el jefe de operaciones, tras el éxito del lanzamiento, suele invitar a los técnicos a comer judías con jamón, puerros y cebollas, y pan de maíz; comen así el llamado plato de judías picantes en el mismo centro de control junto al VAB en el Centro Espacial Kennedy.

    También se cuenta que durante el programa Shuttle los astronautas americanos, antes de embarcar para el lanzamiento, echaban una mano de póquer, en una modalidad concreta en la que pierde el que tenga las cartas más altas. Y no dejaban el juego, ni embarcaban, hasta que el comandante perdía. Decían ellos que era para “agotar así la mala suerte” de la jornada… y por tanto que el lanzamiento saliera bien…

    Otra de juegos, pero no de cartas. El balón de fútbol con el que se inauguró el Mundial de Rusia 2018 fue llevado previamente a la Estación Orbital Internacional y devuelto a tierra unos días antes del inicio del partido inaugural. Se trata del modelo de balón Telstar 18, nombre que es el mismo del primer satélite de telecomunicaciones activo repetidor y primero comercial que  enlazaba América y Europa. Se dice que se dio el nombre porque el balón recuerda la forma casi esférica del satélite citado de la empresa ATT. El fabricante del balón es Adidas que ya dio ese nombre en 1970, entonces llamándolo Telstar 1970 y el que tenía hexágonos blancos y negros porque así se distinguía mejor en las pantallas de TV en blanco y negro. El balón de 2018 lleva por vez primera integrado un chip llamado NFC para control de toda la dinámica del objeto en el juego (velocidad, giros, etc.).

    Pero el primer balón que fue lanzado hacia el espacio fue en 1986 el que llevaba Onizuka en el Challenger como donación del colegio Clear Lake High School, de cerca de Houston, donde estudiaba la hija del astronauta. Sin embargo, ni astronave, ni balón, ni astronauta desdichadamente, llegaron al espacio porque la primera explotó a poco más de un minuto de despegar. El balón fue recuperado entre los restos del Orbiter y como homenaje a Onizuka fue vuelto a lanzar en otro vuelo donde sí logró llegar al espacio.

    A finales de 2002, recibió su bautismo espacial el astronauta americano John Herrington, primero de origen indio. Sus compadres, antes del vuelo, celebraron el asunto con danzas y canciones propias de su etnia. Herrington llevó al espacio puntas de flecha, un poco de hierba fresca de la pradera, una flauta y alguna cosa más, pero no le dejaron llevar el tabaco “ceremonial” que según el interesado era para... su uso “espiritual”. La NASA se plantó aquí y dijo que no, que tabaco que no. Por un cosmos limpio se quedó sin tabaco el indio...

    Otras supersticiones: las antiguas sobre la Luna. Los antiguos creían en extrañas fuerzas de la Luna: Se creía que la Luna llena atraía las arañas si se limpiaba la casa; que las heridas no podían ser expuestas a la luz lunar porque las corrompía; que las bodas no se debían celebrar en creciente; que la luz de la luna llena hacía padecer sonambulismo a los niños; etc. De mitos populares surgieron también otros “poderes” lunares dando lugar a personajes novelescos como el “hombre lobo”, etc. También hubo un tiempo en que se creyó que la Luna era el lugar a donde iban las personas al morir.

    Más supersticiones. La visita de los cometas siempre trajo polémica y temor. Se les achacó toda la clase de desgracias. Uno de los más famosos fue el Halley. Así fue que cuando pasó ante la vista de nuestro planeta se asimiló supersticiosamente en ocasiones a hechos de la época, como la derrota de Atila en el año 451, o la muerte de los Papas Bonifacio III en el 607, Lucio II en 1145, y Gregorio XI en el 1378, la desgracia en batalla del rey Harold en 1.066, e incluso curiosamente las inundaciones de París en 1910, en el último paso antes de la era astronáutica, y terremotos como los de Chipre en 1222, Nápoles en 1456, Miremon, en Francia, en 1682, Líbano en 1759, y Costa Rica también en el citado 1910. En tal repetido año, se le achacaron toda clase de desdichas, advirtiendo del peligro de ceguera al mirarlo, de las radiaciones, etc. Fue entonces también la “señal” del fin del mundo e incluso se le achacaron algunos suicidios. En Austria, en escuelas y hasta en el púlpito, se pregonó la inocuidad del cometa por miedo a la reacción de las gentes que vendían sus bienes y temían “al fin del mundo”. Al anunciar que iba a pasar la Tierra por la cola del cometa, Chicago se vendieron muchas máscaras de gas, pues se pensaba que la citada cola contenía gases venenosos (y cierto que tiene cianógeno, pero sin peligro de caer sobre la Tierra y en cantidad despreciable) y se dieron casos de histeria y suicidios. Para combatir también “los gases venenosos” hubo hasta quienes vendían como antídoto “pastillas contra el cometa”. Pero había quienes, a la contra, decían que hasta curaba enfermedades. Incluso se llegó a constituir la asociación “Amigos del cometa”. En España y también en otros lugares del mundo en general, su aproximación, en mayo, fue seguida de noche con expectación pero también como una fiesta, orquestas incluidas, y en París se pusieron de moda las “cenas del cometa”. También hubo quien dio al nombre de su hija, recién nacida, el de Halley.
    Curiosamente, el escritor Mark Twain (seudónimo de Samuel Langhorne Clemens), nacido el 10 de noviembre de 1835 en Florida (Estado de Missouri), en el paso anterior del Halley, llegaría a decir que esperaba “irse” (morir) cuando el mismo volviera. Y así fue, falleció el 21 de abril de 1910, un día después de pasar Halley por su perihelio.
    También se dice que el famoso “Angelus” católico fue instaurado por el Papa Calixto III como recomendación para prevenir los males que pudiera traer el cometa...

    En 1997 el suicidio masivo en el californiano Rancho de Santa Fe, cerca de San Diego, de 39 personas (3 veces 13), casi todas menores de 40 años (21 mujeres y 18 hombres, la mayoría de 18 a 24 años), de la secta “la Más Alta Fuente”, liderada por un antiguo profesor de música (y también paciente de un psiquiátrico en 1971 donde había ingresado para “curarse de su homosexualidad”) llamado el “padre” John y también Do (Marshall Applewhite) y el “hermano” Logan, estuvo también basado en la visita de otro cometa, el Hale-Bopp. Eran tan austeros y célibes que 6 de ellos estaban castrados (el líder el primero...). Según manifestaron en un video grabado por ellos, en la cola del cometa venía un platillo volante al mando de la deidad Ti (¿quién será?) para “rescatarlos” y llevarlos al Cielo... una vez despojados del cuerpo material. ¿El “billete de viaje”?, barbitúricos con vodka... aunque también 2 por asfixia con bolsas de plástico; además, llevaban cada uno 5 dólares (por si acaso en el más allá...). Uno de ellos, curiosamente, era hermano de Michelle Nichols, actriz que trabajó en el papel de la teniente Uhura en la serie Star Trek. Tenían su página de Internet en www.heavensgate.com y se dedicaban precisamente a la informática, en concreto al diseño de páginas y programación, con su empresa llamada la Más Alta Fuente de la WWW.

    Siguiendo con suicidios, en enero de 1998 fue desarticulado un intento de suicidio colectivo en Tenerife. Una secta tenía previsto tal “adiós al mundo” de unas treinta personas porque luego, al morir, una nave espacial extraterrestre les recogería el espíritu para devolverles a la vida en otro mundo porque el nuestro se iba a acabar... Y es que parece ser los extraterrestres, alguna versión, modelo o formato de los mismos, no son de este Universo, sino transmundanos, de otra dimensión. Incluso su nave espacial sería de lo más interesante, pues va y viene por las dimensiones desconocidas del más allá como Pedro por su casa. Pero lo peor de todo, según parece, es que para viajar en ella, el billete lo despacha el enterrador...

    También con motivo de la visita del Halley en 1986, los europeos enviaron la sonda Giotto hacia el cometa y lanzaron a la sazón un concurso de dibujos para niños. En una ceremonia celebrada el 15 de junio de 1986 en París se entregaron los galardones a los premiados (entre ellos a 3 españoles) tras seleccionar entre 17.000 dibujos de 14 países y de los que los españoles, con 12.092 dibujos, eran el grupo más numeroso, hecho achacado a la mayor divulgación del concurso. Todos los dibujos fueron metidos por la ESA en cofres especiales destinados para ser abiertos solo en la siguiente visita del cometa Halley, ¡a los 76 años!, cuando muchos de los infantes autores fueran respetables ancianos... los que sobrevivan para entonces.

    Anteriormente, en la visita del mismo cometa en 1456, el miedo al mismo fue tan grande que el propio Papa de entonces, Calixto III, optó por declararlo un ser diabólico. E incluso se cuenta a la sazón que el cometa fue... exorcizado o excomulgado, pero al parecer esto es solo es una leyenda.

    Hacia la mitad de los años 70 del Siglo XX, en los Alpes italianos se fundó la llamada comunidad de Damanhur. Su peculiaridad es que viven aislados, se consideran independientes burocráticamente, y su objetivo en lograr una... nave espacial para abandonar la Tierra, donde no les place pues estar, e ir a otros mundos (pensaran que es como en las películas, que se llega fácilmente a un planeta habitable). Hasta escribieron a la NASA para que les facilitara la nave. La NASA contestó muy diplomáticamente que en tal momento no tenía ninguna disponible o “desocupada”...

    Cuando el primero programa espacial tripulado americano, el Mercury, los astronautas seleccionados eran 7 pilotos de pruebas. Eran los primeros y la NASA quiso antes probar las cápsulas con animales, en concreto con monos. Los antiguos compañeros de los astronautas en su labor de pilotos de prueba, cuando se enteraron, se mofaban de los 7 diciéndoles cosas graciosas como que “el primer vuelo lo hará un mono”, “eres el suplente del mono”, etc.

    Anteriormente se mencionó acerca de una sociedad cuyos miembros creen que la Tierra es plana, pero ahora citamos otra que cree que la Tierra es esférica... pero con la superficie hacia dentro. Existe, o existió, tal sociedad en Alemania desde hace tiempo y piensan que las antípodas están detrás del cielo, sobre nuestras cabezas, y que el Sol, planetas, etc., están en medio, donde se acentúa la curvatura espacial, con lo cual no vemos el resto de la Tierra. La sociedad hasta pidió en 1933 que se comprobara su teoría con disparos de cohetes del VfR que incluso para "complacerles" disparó dos, sin que los miembros de la sociedad pudieran en cambio así demostrar nada...

    Con bastante más juicio, la NASA vende a partir del Shuttle los huecos que sobran de tal tipo de nave, sacando buenos beneficios. Tras programar las misiones, los espacios libres son vendidos a investigadores privados, generalmente de ciertas empresas, para que realicen sus ensayos, siempre que se antojen serios y realizables. Pero no todas las solicitudes pudieron ser aceptadas. Una de ellas proponía el deseo de una funeraria, USA ¡claro!, de esparcir por el cosmos las cenizas mortuorias de sus clientes.

    El cementerio espacial se hizo realidad enviando cenizas de varios difuntos a bordo de satélites. Aunque hay que aclarar que estos satélites siempre acaban cayendo hacia tierra y destruyéndose en la alta atmósfera. De modo que el concepto de cementerio espacial es solo aquí de carácter temporal. Caso distinto es el siguiente.
    El famoso, en su momento, astrónomo E. Shoemaker siempre había mostrado su sueño de ir a la Luna. De modo que, cuando murió, parte de sus cenizas fueron metidas en una cápsula dentro de la sonda Lunar Prospector, destinada, al final de su labor orbital en la Luna, a impactar en el suelo selenita. Es el primer enterramiento, si así se puede llamar, en la Luna y tal astrónomo es el primer humano “semienterrado” (por así decir, puesto que solo iban parte de sus cenizas) en un cuerpo celeste distinto a nuestro propio planeta.

    Con seguridad, entre los clientes de tal funeraria no llegaría a estar para el reposo espacial eterno Howard Reswick, hecho llamar el Maharajá Gurudewa, americano de 30 años en 1979, quien asegura entonces que los americanos no han llegado a la Luna realmente, la cual no tiene rocas y es como un espejo de lisa. Lo de los Apollo solo fueron filmes de ciencia‑ficción, y malos, y las películas de los paseos lunares fueron en realidad rodadas en el desierto de Arizona, aseguró Hridayananda Dasa Goswamil, Maharajá Gurudewa...

    Los viajes espaciales fueron durante años objeto de duda y escepticismo por parte de mucha gente, más de la que se pueda en principio pensar, pero he aquí que hubo una vaca ‑sí, de esas que dan leche‑ que no dudará desde el cielo de los bovinos pues tal, que era cubana, fue la primera víctima de una reentrada de un artilugio espacial americano. Un trozo de este último fue a dar precisamente a principios de la década iniciada en 1961 contra el infortunado animal.

    Veinte años después de la muerte de la vaca, cuando el segundo vuelo del Columbia, un espiritista de Milán auguró el fracaso de la misión y, mire usted por donde, tuvo parte de razón porque el vuelo hubo de adelantar el regreso por avería. Pero la misión, fracaso, lo que se dice fracaso, no fue. No acertó como el satélite a la vaca, pero hubiera podido acertar si espera otros 20 años (en 2003 el Columbia se desintegró sobre Texas)...

    También acertaron los meteoritos respectivos de los casos ya citados ocurridos en Nakhla (Egipto) en 1911, y en Alabama en 1954. Otro impacto meteorítico mortal tuvo lugar el 1 de mayo de 1860 en New Concord, Ohio, y la víctima fue un caballo. Se sabe también de otros casos en que algún meteorito cayó muy cerca de personas, como el llegado el 6 de abril de 1942 que pasó a 1 m de una persona en Noblesmille, Indiana.

    Para que todo salga bien lo mejor es rezar. Y el que rezaba bien era Al-Saud, el primer árabe en el espacio (vuelo 18 Shuttle), en 1985, aunque, como era musulmán, para la genuflexión en el repetido rezo diario cara a la Meca en el espacio, lo tuvo claro, puesto que al dar vueltas a la Tierra cada hora y media, a saber para donde quedaba la Meca. Así que su jefe religioso le dio expresa dispensa, pero solo de arrodillarse.

    Pero nadie piense que esto fue un caso único. En 2007, el malayo, igualmente musulmán, Sheikh Muszaphar Shukor se estaba entrenando con los rusos para otro vuelo y también volvió a tener la misma preocupación y hasta llevó un manual al respecto de 18 páginas. El vuelo coincidiría además con el ramadán y como debería guardar ayuno de día y en el espacio se pasa 16 veces por el día-noche, pues a ver... Y los rezos diarios, pues igual ¿Cómo se arrodilla uno en la microgravedad y mira para la Meca a 28.000 Km/hora? Así que el hombre pidió consejo a la autoridad religiosa de su capital, Kuala Lumpur. El Consejo Nacional de la Fatua de Malasia, que convocaron de paso un seminario internacional titulado “El Islam y vivir en el espacio”, recomendó a su astronauta que las genuflexiones fueran “mentales” y el ayuno lo hiciera al volver al suelo terrestre; en cuanto a dirigirse en el rezo hacia la Meca debía procurar emplear “su mejor sentido de orientación”. Consejos muy loables; que tomen nota los radicales en todos los ámbitos, que esto es “jurisprudencia” religiosa. Pues, ¡anda!, que cuando vayan a Marte…

    Al-Saud, era además sultán y príncipe, sobrino del mismísimo Rey Fahd Saudí. Y en el mismo vuelo también le acompañaba Baudry, un francés. La comida que ambos llevaban era excepcional: a base de langosta a la americana, pastel de liebre, etc.; ¡como no!, ¡uno rico y el otro francés!

    Y de la buena comida a una mosca molesta. En el vuelo 22 Shuttle, a bordo del Spacelab viajaban 300 moscas españolas, una de las cuales se escapó. Los astronautas del vuelo la bautizaron Willie, pero los ingenieros aeronáuticos españoles enviaron un telegrama a la NASA diciendo que no, que no se llamaba Willie,  que ya que era española se llamaba Lola...

    Cuando la tragedia del Challenger, a los pocos minutos de la explosión varias cadenas de la TV americana conectaron, para seguir la información del hecho, durante más de 6 horas. Curiosamente, mientras el país se conmocionaba, una de las cadenas, al ABC, recibió 1.200 llamadas en las que el 80 % protestaba por la sustitución o interrupción de la programación normal que era una... telenovela. Y es que, para gran parte de la sociedad, los dramas reales no interesan, solo el drama-ficción...

    En cambio, cuando la grave avería de Apollo 13, ocurrida en 1970 camino de la Luna, que puso en vilo a medio mundo, los índices de delincuencia en los Estados Unidos bajaron de modo espectacular en la fecha tras producirse el hecho. Es decir, hasta los cacos y demás fauna al caso concurrente habían desviado su atención hacia Apollo 13...

    Volviendo al Challenger, a principios de 2003, en Alemania, un joven de 31 años, perturbado, sobrevoló Francfort amenazando estrellarse contra el edificio del Banco Central Europeo porque quería homenajear a la astronauta Judith Resnik fallecida en aquel accidente de 1986 (casi 17 años antes, cuando el alemán tenía 14 añitos...), y de la que estaba ... enamorado. Quería así encontrarse con ella en el más allá, pero solo lograría encontrarse en un... psiquiátrico.

    Y del Challenger al Columbia, que se desintegró sobre Texas el 1 de febrero de 2003 al retorno del espacio del 113 vuelo Shuttle. El número del vuelo, 113, no es el 13, pero lleva un 13, el considerado número de mala suerte por los americanos (y otros). El día de la partida fue el 16 de enero de 2003, y el número vuelve a sumar 13 (1+6+0+1+2+0+0+3=13). Ambas misiones acabaron trágicamente en la misma semana del año: 28 de enero y 1 de febrero, la 5 semana del año, y la suma de todos sus números, incluido el año, en ambos casos da 8, como también el número de misión (STS-107), 1+0+7=8, o el número de letras del nombre (Columbia=8), o el número de años desde la tragedia del Challenger (17 años; 1+7=8). Y si a cualquiera de estos 8 le suman el número de la semana, 5, pues eso, que da igualmente 13; también el terrible accidente en la cabina Apollo en que murieron 3 hombres ocurrió en la misma semana, un 27 de enero (de 1967). Más: el Columbia inició su vuelo un día 16, estaba en el 16 día de viaje y cuando se desintegró, con temperaturas de 1.600ºC, estaba a 16 min del fin del mismo; 8 y 8=16...
    Las dos tripulaciones, de Challenger y Columbia, constaban de 7 astronautas, las dos tenían un hombre de raza negra a bordo, las dos tenían dos mujeres, las dos llevaban un invitado (una maestra el Challenger y un militar israelí el Columbia), las dos tenían comandante con un vuelo anterior, las dos un judío (Resnik y Ramon), y las dos tenían copiloto novato. Puestos buscar, hay incluso más coincidencias, pero repetimos lo dicho para Apollo 13, que con los números es fácil jugar, tal cual ocurre en juegos de magia, y que no se han de sacar conclusiones fantásticas de todo esto, aunque desde luego es algo bastante curioso.
    Otras curiosidades más del mismo trágico vuelo: La insignia de la misión con la forma de la silueta del Columbia apareció prácticamente intacta en tierra, cerca de Nacogdoches; el símbolo había sobrevivido... La misma insignia contiene 3 largas estelas que acaban en una estrella que recuerdan el video de las largas estelas de la desintegración. También contiene 7 estrellas en el cielo (una distinta, la de David por el israelí) representativas de los 7 astronautas y curiosamente en el funeral el Presidente Bush dijo aludiendo al profeta bíblico Isaías (resumidamente):”Dios creo las estrellas y les puso a cada una su nombre. El mismo creador que nombró las estrellas sabe los nombres de las 7 almas que nosotros lloramos hoy”; parecía estar aludiendo al mismo simbolismo. Los restos de los astronautas, incluido el israelí Ramon, cayeron en una zona de Texas que tiene una localidad llamada Palestina...

    Por cierto, las insignias, emblemas, escudos o patch, de cada misión de la NASA son realizadas en gran número desde 2008, con el STS-126, por el médico madrileño Jorge Cartes que cuenta como socio con Tim Gagnon.

    Más coincidencias... o quizá no tanto. La novela de Julio Verne “De la Tierra a la Luna”, escrita en el Siglo XIX, mucho antes de la era espacial, tiene varias coincidencias con el vuelo de los Apollo, aunque no tantas como se pretende por parte de algunos. Es curioso que las naves parten de Florida, con una diferencia de apenas un par de cientos de Km, ambas llevan tres astronautas, y las medidas y parámetros técnicos son bastante parecidos. Sin embargo, en tiempos de Verne era posible hacer tales cálculos, si bien no deja de ser curioso que pudieran afinar tanto. La coincidencia del nombre Columbia de la nave Apollo 11 y el del cañón impulsor en la novela no puede ser del todo válida en tanto que el nombre del cañón era conocido y los americanos pudieron poner el nombre en la nave Apollo a propósito. Además, alguna idea expuesta por Verne, como la del cañón lanzador, ya habían sido formulada por otros autores. Otras pretendidas coincidencias no lo son, o son forzadas tomando solo la parte conveniente, pero ya es suficiente con las anteriores.

    La capacidad del telescopio orbital Hubble, lanzado en 1990, dio lugar a un buen montón de curiosas comparaciones. Se decía que era tal que podía captar los dos faros traseros de un coche a 20.000 Km, a 10.000 Km según otros; una luciérnaga a 15.000 Km; que era 500 millones de veces superior al ojo humano; que podía ver una mosca en Sydney, Australia, desde Washington, a 10.000 Km; leer la letra pequeña de un periódico a 2 Km de distancia;  una vela encendida en la Luna; etc. etc. Aunque alguno de los datos será exagerado, pero luego, al ser operativo, resultó que tuvieron que ponerle gafas...

    En los años 80 una película titulada “Juegos de guerra” ponía sobre el tapete la idea de que un posible ataque informático al Mando Aéreo Estratégico podía desencadenar una guerra nuclear... Aunque la cosa así planteada no era realmente tan fácil, la ficción si evidenció posibilidades no tan lejanas en el peligro de otras acciones más limitadas. De hecho en julio de 1985 se supo que 7 chicos, casi escolares, de New Jersey por medios informáticos, entre otras cosas, habían obtenido los códigos cifrados para el control de posición de satélites de telecomunicaciones, y otras claves para hacer llamadas a mandos militares. El Pentágono y la compañía ATT negaron, tanto si era verdad o no, como es natural, que los hackers hubieran tenido tales accesos.

    Durante el vuelo, récord de duración, del Soyuz 26, Romanenko y Grechko, en Salyut 6, recibieron 2 tripulaciones de otros 2 Soyuz durante una semana. Se cuenta que Grechko le gastó a una de ellas la broma de indicarle que la Salyut 6 estaba siendo seguida por platillos volantes. Los recién llegados se asomaron, puesto que no lo creían, y... efectivamente, allí fuera había “algo”: unos objetos brillantes. Antes de que fueran a por prismáticos para verlos mejor, desaparecieron; según Grechko “a la velocidad de la luz”. Luego les dijo que debían que informar a tierra. En realidad, Grechko sabía que eran trocitos metálicos de las paredes del Salyut 6, desprendidos, y que al iluminarse por el Sol, en determinada posición orbital, son confundidos, dado que no se les capta bien la distancia en relación al tamaño.

    Los cosmonautas se gastan pues bromas cuando tienen ocasión, como ocurre en cualquier otro orden de la vida, hecho que viene a romper la aburrida rutina, sobre todo en vuelos largos. En tal Salyut 6, la llegada de la segunda mujer en el espacio, la primera en vuelo con más personas, fue recibida por sus compañeros que le dijeron en broma para picarla “el mandil está en la cocina”.

    Al llegar los primeros cosmonautas a la estación Salyut 5, vieron que alguien de los constructores había dejado un cartel a la entrada que ponía “limpiarse los pies”.

    En la estación Salyut 6, Ivanchenkov recibió de su esposa una caja de bombones, pero al cosmonauta no le gustaba mucho el chocolate, así que escondió la caja detrás de un panel. Antes de abandonar la estación, apareció flotando en la microgravedad toda una flota de bombones. Su compañero, Kovalionok, la había encontrado y abierto para ver su contenido. Ambos cosmonautas tardaron luego 2 horas en recogerlos, esparcidos por toda la estación. Pero no los pillaron todos, porque los de la tripulación siguiente todavía encontraron dos más... de los rellenos de coñac.

    Lo que no fue una broma fue el intento del Movimiento Raeliano, del periodista deportivo y ex–corredor de automóviles francés Claude Vorilhon “Rael”, de abrir en 1994 en Suiza una sede diplomática para los extraterrestres, cosa que el gobierno suizo no quiso habilitar... La sede, que debería contar con pista para aterrizar los platillos volantes, fue pedida al departamento de Asuntos Exteriores pero el mismo dijo que cuando aterricen y se presenten, conforme al derecho internacional, para ser reconocidos como comunidad, entonces estudiará el estatuto diplomático... Al año siguiente lo intentaron en Israel para lo que tuvieron que cambiar sus símbolos: una cruz gamada dentro de una estrella de David... (si Hitler levantara la cabeza). El citado periodista asegura haber contactado en 1973 con los Elohims (dioses) de los que emana la vida humana en la Tierra, según afirma, siendo nosotros clones de ellos.
    El mismo grupo anunciaba en Canadá a fines de 2002 el inminente nacimiento del primer ser humano clonado luego de experimentar con 10 embriones clonados, de los que 5 fueron abortos; la madre del presunto clon sería una mujer de los Estados Unidos que no podía tener hijos. Crearon al respecto una empresa llamada Clonaid.

    Pero mientras los suizos no se mostraron muy proclives al asunto alienígena, en cambio, ahí está la República de San Marino, que no solo edita sellos, y dedicados algunos a los OVNIs, sino que paladinamente se han inclinado por una política de claridad en el tema. Ahora solo les falta que llegue el OVNI...

    También en Holanda, concretamente en Houten, hay cierta cosa OVNI, o UFO, que son las siglas en inglés. Así, Martin Riebeek convenció a las autoridades del lugar para que dos rotondas de tráfico dejaran libre el círculo central, con la letra U (de UFO) a su vez en su centro a modo de señal de pista de aterrizaje, para… platillos volantes.

    De los extraterrestres, o mejor dicho de los humanos que dicen estar en contacto con los mismos, hay infinidad de anécdotas: Muchas pueriles, pocas simpáticas, y algunas trágicas, como las aparecidas tras el grave atentado de extremistas del 11 de septiembre de 2001 en el que 3 aviones con pasajeros fueron estrellados contra edificios sobre New York y Washington. Tras esta masacre salieron a la palestra gente que dijo haber visto un OVNI, o quien por Internet achacó los actos a la influencia de “los extraterrestres malos que controlan telepáticamente las mentes humanas”. Y aquí citan nada menos que a 19 razas de extraterrestres originarios de Orión, Draco y Sirio. También asegura que el 99 % de la gente de la población americana de New York estaban telepáticamente invadidos por marcianos... Por cierto también salió el Rael de un párrafo anterior a la palestra con cierta propuesta macabra...
    En fin, que haya locos en el mundo nunca lo podremos evitar, pero es sencillamente asombroso que la prensa se haga eco, les haga el juego de la publicidad gratuita con la más mínima referencia...

    En 2000, en la aldea polaca de Wylatowo en Pomerania (Kujawy) aparecieron una decena de círculos en los trigales, formando dibujos simétricos. Los vecinos estaban convencidos de que se trató de OVNIs que iban allí para absorber energía eléctrica de las líneas de alta tensión que por allí discurren. Pero el temor principal de los aldeanos se manifestó al sospechar "que tuvieran ahora que pagar por ello una alta factura eléctrica..."

    En España, el 10 de agosto de 2021, en el Boletín Oficial del Estado publicaba el anuncio de notificación de 5 de agosto de 2021 en procedimiento de inscripción de constitución en el Registro Nacional de Asociaciones de la entidad denominada Asociación de Abducidos por los Alienígenas España. Se dice el texto de referencia del BOE (https://www.boe.es/boe_n/dias/2021/08/10/not.php?id=BOE-N-2021-1198739) que “no siendo posible practicar la notificación por causas no imputables a la Administración”... (es decir, que el Ministerio del Interior no localiza a la Asociación de Abducidos…). Lógico. Están abducidos. Andan por ahí arriba, en lugar indeterminado. En el remite deberían haber puesto “platillo”, número de “platillo”, y “dársena de atraque” o zona campestre de avistamiento. Y es que los abducidos no están nada puestos en burocracia.

    En 2021 aun no han llegado “oficialmente” los aliens, pero no falta quien se atreve a fijar la fecha futura de tal evento. Publicado por El Confidencial en agosto de tal 2021, un autoproclamado “viajero del tiempo futuro” anuncia en su cuenta de TikTok que los extraterrestres llegarán el 24 de mayo de 2022. Además, afirma que ya están en la Tierra, que se llaman “Nirons” y que, aunque son pacíficos, los estadounidenses los atacan en una “guerra interdimensional”, que no sabemos que es ni con qué disparan, pero que al tipo le suena superguay para tratar de impresionar. Bueno, pues el “viajero” tiene un destacado seguimiento en tal red social (33.000 seguidores y ½ millón en visionado de vídeos). Tal es el nivel que tenemos...

    Según afirmó el famoso modisto Paco Rabanne en su libro “El fin de los tiempos”, el número de teléfono con que Nixon habló con Armstrong en la Luna fue el 666-666, o sea, cabalísticamente dos veces el número de la “bestia” a que hace referencia el Apocalipsis, aquí reinterpretado por Rabanne, dando a las comunicaciones por radio (eso sí, en su mal uso) la correspondencia a tal “bestia” bíblica.

    En el mismo vuelo de Apollo 11, para el caso de que los astronautas no hubieran podido regresar de la Luna, el mismo Presidente Nixon tenía prevista una actuación en la que primero hubiera llamado a las viudas de los dos hombres y, tras el corte de comunicaciones con la Luna y la correspondiente oración de un sacerdote, hubiera leído el siguiente mensaje a los norteamericanos: “La suerte ha querido que los dos astronautas que fueron a la Luna para explorar con espíritu de paz descansen en la Luna en paz. Estos valientes hombres, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, saben que no tienen ninguna esperanza de ser salvados. Pero saben que su sacrificio aportará esperanza a la humanidad. Todo ser humano que mire a la Luna por la noche verá y sabrá que hay otro sitio del mundo que forma para siempre parte de la humanidad.” Afortunadamente el Módulo Lunar de Ascenso funcionó correctamente y no hubo funeral. El mensaje fue redactado por William Safire, periodista del New York Times.

    Y puestos a citar sacerdotes, en el caso de los rusos tras la desaparición de la URSS, protocolariamente, antes del lanzamiento, un sacerdote ortodoxo procede a salpicar con agua bendita al cohete a lanzar. La cosa, como superstición que es, tiene por objeto conjurar para que las cosas salgan bien, aunque alguien podrá pensar que es porque... como el cohete va para el cielo...

    El mismo modisto Paco Rabanne, ya en funciones de profeta accidental, vaticinó unos meses antes que el 11 de agosto de 1999, coincidiendo en el tiempo con las catastróficas profecías de Nostradamus (“... en el séptimo mes de 1999 el rey del terror vendrá del cielo...”), que la estación orbital rusa Mir caería en tal fecha sobre París. Por ello, para evitar que lo cogiera la destrucción, al mismo tiempo anunció su prudente retirada del oficio en las pasarelas parisinas. Por si fuera poco, a los pocos días de emitir la “profecía” a los cuatro vientos resultó que a la Mir se salieron problemas... Pero, naturalmente, la profecía no se cumplió y algunos ociosos se concentraron luego en número de 200 frente al local parisino del modisto con pancartas que decían cosas así como “Te equivocaste. No hay Pacolipsis”, o “Paco, ponte las gafas.”

    Por entonces, el 11 de agosto de 1999, se produjo un eclipse de Sol, total para centro-Europa. Y una secta llamada de la Energía Universal y Humana hizo construir una nave semisubterránea de hormigón en L’Aleixar, Tarragona, para “protegerse de la inundación” que se iba a producir en tal fecha hasta los 300 m de altitud, según ellos, pues creían que iba a llegar una ola gigantesca. Las profecías y anuncios de catástrofes se extendieron con profusión por todo el mundo. Cosas de la “inundación”... mental.

    El repetido eclipse también dio lugar a otras “inundaciones”, la de compradores de filtros y gafas para su observación hasta el punto de venderse en Alemania, Gran Bretaña y Francia 20 millones de ellas. Los más privilegiados se fueron en avión a seguir la sombra y algunos, como el Administrador de la NASA, fueron a un observatorio en Hungría.

    Seguimos con el eclipse. En la población de Salzburgo, Austria, el ayuntamiento decretó que los semáforos se quedaran en rojo durante el eclipse... para evitar accidentes. Y en Francia y Luxemburgo se prohibió durante el citado tiempo la circulación de camiones de más de 7 Tm con carga peligrosa. El Consejo de Ministros austriaco se suspendió para ver el evento. Los comercios en el norte de África, donde el eclipse fue parcial, cerraron. En la India se tomaron baños “purificadores”, en una ciudad de Rumania se tocaron las campanas para ahuyentar “los malos espíritus” mientras duró el eclipse, en Alemania se suicidaron 2 personas ante el “fin del mundo” profetizado por algunos, en Bucarest dos turistas alemanes hicieron testamento antes del eclipse, en Rumania el miedo al mismo llevó a un hombre a tomar 3 litros de aguardiente para darse valor pero tanta ingesta lo mató, en Brasil fueron liberados por un supersticioso comisario los 3 únicos presos de una cárcel ante la posibilidad de que llegara el “fin del mundo”, en Ciudad Real (España) el miedo por el “fin del mundo” del eclipse hizo que una niña de 12 años sufriera tanta ansiedad que perdió el pelo, y en Barcelona un gorila albino fue encerrado en su jaula para que no saliera a la luz... del eclipse, como si el Sol normal, en su plenitud, fuera mejor para los delicados ojos del gorila o el animal fuera tan tonto como tantos y tantos humanos.

    Un eclipse lunar hizo que en el año 840 el emperador Luis de Baviera le entrara tanto pánico que murió literalmente de terror.

    El 27 de febrero de 1979 hubo un eclipse solar que fue visible en Norteamérica con tanta eficacia que en algunos sitios las gallinas, confusas o quizá por “miedo” al estilo humano, empezaron a poner huevos a toda marcha.

    Otro anuncio del “fin del mundo” tuvo lugar en 2008, pero esta vez el peligro no provenía del espacio... El 10 de septiembre de tal año se inauguraba en Ginebra el mayor acelerador de partículas de la historia ante lo cual aparecieron unos “científicos iluminados” que aseguraron que el acelerador señalado podía crear un agujero negro que se tragaría a nuestro planeta. Incluso lo denunciaron, intentando paralizar el acelerador antes de su puesta en funcionamiento, ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que naturalmente lo desestimó. El CERN, responsable del acelerador, tuvo que emitir un comunicado asegurando rotundamente que sus experimentos no eran peligrosos.

    Y más “fin del mundo”. Para mayo de 2033 los “expertos” en “conspiraciones”, “tragedias planetarias”, etc., anunciaron que un hipotético planeta perdido, también llamado planeta X y Nibiru, impactaría contra nuestra maltrecha Tierra. Como se puede comprobar, no ocurrió nada. Entonces, con motivo del famoso fin del calendario maya el 21 de diciembre de 2012, desde un año antes se vuelve a la carga con otro “fin del mundo”. Hasta la propia NASA tuvo que desmentir que no nos iba a caer tan enorme carga del cielo por mucha hipotética profecía maya que haya. Como sea que Internet es una inagotable fuente de información en la que confluye tanto la verdad como la mentira, y se vierten en la misma toda clase de teorías al respecto, conviene aclarar que lo que suele haber detrás son intereses comerciales que se aprovechan de las mentes más débiles: les venden libros malísimos, y hasta kits de supervivencia... No hay ningún dato consistente que respalde ninguna “profecía” al respecto. Ya podrá ver cualquiera como la fecha de la “catástrofe” se traslada en diciembre de 2012 a alguna otra posterior para seguir alimentando el “chollo”...

    En otro tiempo los eclipses eran temidos supersticiosamente. En el año 840 (5 de mayo), durante uno de estos fenómenos, el emperador Louis de Bavaria se asustó tanto por el mismo que murió presa de un estado de nervios y pánico.

    Volviendo a la Mir. Cuando de verdad se planeó su hundimiento sobre el Pacífico, en marzo de 2001, un vidente-astrólogo ruso, Pavel Globa, anunció que la operación iba a tener “una desagradable sorpresa” ya que coincidía con el comienzo del Año del Halcón en el calendario Persa, época, según él, propicia para las catástrofes procedentes del cielo...

    Y citando a astrólogos, una rusa de tal condición pidió en 2005 a un tribunal ruso que impidiera que la sonda americana Deep Impact se estrellara contra el cometa Tempel 1 porque lo iba a “destrozar”. Por tal choque, que según la rusa “desequilibraba las fuerzas naturales del Universo”, reclamaba la astróloga a la NASA que la compensara por “daños morales” con 240 millones de euros. Previamente un tribunal le contestó que el asunto estaba fuera de su jurisdicción, pero enterada de que la NASA tenía en Moscú representación oficial volvió a la carga. Por si hay alguna duda, estos casos no son más que pura publicidad gratuita, claro.

    Claro que, en cuestiones judiciales, los americanos también tienen sus cosas. Tras la degradación de categoría de planeta a planeta enano (o plutoide) por parte de la Unión Astronómica Internacional en 2006, los estados USA de Illinois y New México (de nacimiento y muerte del astrónomo Tombaugh, descubridor de Plutón) declararon su negativa a aceptar tal calificación y aprobaron resoluciones por su cuenta (2009 y 2007) declarando como planeta a Plutón.

    Otro calendario y más ¿sorpresas? Resulta que el asombroso calendario astronómico de los antiguos (y por otro lado sanguinarios) mayas, como no hay otro igual en precisión por sus cálculos entre las antiguas civilizaciones, tiene por fecha final la del 23 de diciembre de 2012. De aquí se deduce por parte de algunos que es la fecha del... ¿fin del mundo? Desde luego, el fin del mundo maya ya hace tiempo que ocurrió...

    El 23 de marzo de 2001 la estación rusa Mir fue precipitada sobre el Pacífico Sur. Para cubrir los riesgos de una caída descontrolada se contrató una póliza de 200 millones de dólares. Los países de la zona estaban temerosos de que les cayera encima... todos menos uno. Los cien mil habitantes de la isla de Tonga se dice que rezaban para que les cayera encima la Mir y poder así luego cobrar el seguro, ya que andaban muy apretados en su economía.

    La única tragedia real del hundimiento de la Mir fue un suicidio en Taiwán. Un vecino de Taichung que padecía depresión se angustió aun más por la “posibilidad” de que cayera allí (cosa prácticamente imposible) la citada estación espacial y no pudiendo soportarlo se fue al cementerio y se roció de gasolina, prendiéndose luego fuego.

    Uno de los astronautas que visitaron la Luna, Irwin, se dedicó tras tal misión a la vida religiosa y hasta se dedicó entre 1982 y 1985 a buscar los restos del Arca de Noé, en el monte Ararat, en la parte oriental de Turquía. No la encontró. Y eso que en febrero de 1974, años antes, se había dicho que un satélite americano había obtenido desde 720 Km de altura fotografías sobre la frontera soviético-iraní del mismo monte en las que se apreciaba un determinado material que hubiera podido ser... los restos de la famosa Arca...

    El automóvil lunar Rover de Apollo 15, fue dejado en la Luna. Pero un californiano llamado Douglas Lovergreen ofreció en agosto de 1971 2.000 dólares por la propiedad del mismo para que no fuera en el futuro a parar a otras manos que no fueran americanas, y en respuesta a otras dos ofertas, la de 1.200 dólares de un australiano y 1.000 de un brasileño.

    Y en relación a otra propiedad, la de la mismísima Luna, para cierto alemán nuestro satélite natural le fue regalado a sus ancestros por Federico II de Prusia, lo cual entra en contradicción con otro reclamante de la propiedad de Selene, un californiano que aseguraba que según las leyes de su Estado la propiedad de un territorio sin dueño es del primero que lo solicite...
    En 1980, un estadounidense llamado Dennis Hope “tramitó” en San Francisco que la Luna era suya y hasta hizo un parcelario para vender terrenos selenitas. También solicitó la propiedad de los planetas del Sistema Solar. Dice que el Tratado del Espacio Exterior es solo para naciones y no para las personas. Como nadie se lo ha impugnado y ha encontrado “compradores”, ya lleva vendidos un buen número de “terrenos”. El precio de las “parcelas” es de unos 30$ la media hectárea. Eso sí, a cambio entrega un documento de “propiedad” con la localización de la parcela en un mapa. Claro que, a ver cómo se arregla con otro “propietario” como el chileno siguiente.

    Otro que también hizo lo mismo por su cuenta, pero antes y más poéticamente, y hasta hizo documento notarial para intentar el registro de toda la Luna como su “propiedad” fue un abogado chileno en 1954 (con efecto del 25 de septiembre). Se llamaba Jenaro Gajardo Vera (1919-1998) y le costó tal “registro” 42 pesos. El mismo reconoció que solo era un acto simbólico como respuesta (protesta) ante el requerimiento para su ingreso en el llamado Club Talca, el que le exigía para ello tener un patrimonio. Además de salir en la prensa la cosa, logró al fin ser socio del Club… Claro que, cuando se enteró el Servicio de Impuestos Internos chileno, le llegaron un par de inspectores a cobrarle la correspondiente contribución y como no lo había declarado le acusaron de evasión de impuestos… Pero Jenaro alegó que faltaba la valoración o tasación del “inmueble”. De los funcionarios no se volvió a saber. Se cuenta que el Presidente Nixon le pidió permiso cuando Apollo 11 para pisar “sus terrenos”, pero no hay constancia de que sea verdad. Finalmente, en el testamento del abogado figura que la Luna la dejaba para el pueblo chileno...

    Algunos terrenos lunares fueron pronto “vendidos” al tiempo de los Apollo por parte de avispados “inmobiliarios” americanos, con contratos que hacían referencia al derecho de los compradores a poder hacer prospecciones mineras, al acceso a “las playas del Mar de la Serenidad” así como asistirse del derecho de… ¡“pesca”! Puede que nadie se lo crea hoy pero entonces, hacia 1970, ya habían aparecido unos 1.000 compradores. También les vendían trajes espaciales hechos de aluminio y otros artilugios.

    En 2010, la perito judicial Ángeles Durán, de Vigo (España), se declaró ante un notario como dueña del Sol y tres años más tarde intentó vender por un portal en Internet sus “parcelas”, aunque este último le suspendió el “negocio” al no ser bienes tangibles. El precio de Sol,  a 1 euro/m², caro-caro no es, pero quema mucho. Algunos comentarios en la prensa no tenían desperdicio: si era la dueña del Sol, también era subsidiariamente responsable de los desatinos del Sol (quemaduras de piel, tormentas solares, etc.), así que podría exponerse a demandas millonarias.

    Siguiendo con Apollo, un hecho poco conocido fue que una de las cápsulas para entrenamiento (BP-1227) que se había perdido en el océano Atlántico fue recuperada por un buque soviético (¡la competencia!) en 1970. Devuelta entonces a los americanos, la misma reposará en Grand Rapids, Michigan, durante 100 años (1976-2076), prestada por el Museo Nacional del Aire y del Espacio.

    Y citando buques, el acero a utilizar por algunas sondas espaciales ha de ser lo más limpio de radiación posible para no despistar a detectores muy sensibles de a bordo. Pero tal limpieza no es la ideal después de las explosiones atómicas habidas en nuestro planeta tras el final de la II Guerra Mundial puesto que en el proceso de fabricación del acero se utiliza el aire que desde entonces tiene una ligera contaminación. Así que, para usar en tales ingenios siderales, se recurrió a la obtención de acero anterior a tal guerra, sacándolo de... barcos hundidos antes de la repetida contienda.

    Cuando el Skylab amenazaba con su caída sobre diversas zonas de la Tierra, entonces no concretadas hasta última hora y centradas en el Océano Indico, dada la alarma causada por la prensa, en alguna zona del centro de la India hubo por ello gentes que abandonaron sus labores, casa y ganado, huyendo hacia... “un lugar más seguro”, ¡y sin saber donde iba a caer...! Y hasta el mandatario hindú Sanjiva Reddy aseguró que el Skylab era como “un demonio del que solo Dios les podía salvar”.

    Pero la caída del Skylab trajo más cosas curiosas.     Las millones de apuestas en Las Vegas apuntaban como lugares favoritos de la caída Wisconsin y Nevada; lugares que no tenían ningún sentido en la trayectoria real del momento del Skylab. Curiosamente en un casino de Las Vegas, teóricamente se pagarían a 200.000 $ contra 1 si el Skylab caía en... el propio casino. En Washington, en cambio, estaba prohibido el juego. Y en un restaurante llamado Dove and Hawk la policía obligó a devolver el dinero a los apostantes.
    En otros lugares, en diferencia, hubo miedo. En Jordania se decretó la alerta civil y en la India el pánico hizo que los astrólogos hicieran su agosto con predicciones sobre donde iba a caer el Skylab. Otros que hicieron su agosto fueron las compañías de seguros cubriendo el riesgo. En Suiza, para evitar el pánico en la población, la radio aconsejaba el uso de sótanos y refugios; Suiza estaba curiosamente fuera de la trayectoria de sobrevuelo del Skylab en su última trayectoria, pero cuando se trazó el plan de emergencia no se sabía. Los alemanes también hicieron otro tanto.
    En Madrid, una mujer de 56 años quiso tirarse por la ventana de un tercer piso por temor a que el Skylab le cayera encima. Los bomberos hubieron de intervenir en la mañana del día 11 de julio de 1979, el día de la caída del Skylab, para impedir el suicidio de quien gritaba “¡Quiero morirme antes de que el monstruo me caiga encima!”; pero que nadie se engañe, que la pobre señora ya estaba psíquicamente mal antes de la llegada del Skylab...
    En Brasil, cuando las emisoras de radio estaban informando sobre la caída del Skylab, en el mismo día y hora del hecho, un autobús cayó por rotura de frenos por un barranco yendo a dar sobre una habitación vacía de personas de una casa en suburbios de Río de Janeiro. El ocupante de la vivienda salió corriendo y gritando en un ataque de nervios y refiriéndose al Skylab: “¡Cayó la máquina, cayó la máquina!”.
    En Sri Lanka, nativos ofrecieron cráneos humanos como sacrificio y compraban “el aceite del Skylab” contra la caída de la estación; el aceite lo vendían para las posibles heridas causadas en el impacto de los trozos del Skylab. En algunos sitios ofrecieron sacrificios de pollos. Un astrólogo predijo que caería con toda precisión sobre el edificio histórico Parakrama Samudra, del rey Parakrama Hahu. Y todo ello a pesar de que la radio de la nación repetía mensajes racionales sobre el Skylab. Las autoridades de Sri Lanka advirtieron de que si algún ciudadano veía caer del cielo algo se informara a la policía y que no tocara nadie nada.
    Y luego, tras la caída, la fiebre del oro. Cientos de australianos de Perth se pusieron febrilmente en marcha para buscar los trozos del Skylab. Unos 3 días más tarde se calculó que más de 1.000 personas se habían adentrado en el desierto en busca de los restos, pensando en venderlos a buen precio. Incluso alguna agencia de viaje organizó batidas y otros se fueron con todos los vehículos posibles y toda la familia a buscar, como si de oro se tratara. Hasta la policía de Kargoorlie hubo de ser advertida puesto que muchos llevaban armas. Incluso algunos granjeros cercanos se vieron acosados ante los buscadores para que les facilitaran pistas.
    El que tuvo la mejor suerte fue un joven de 17 años, Stan Thornton, de Esperance, que encontró en su jardín unas piezas quemadas de la estación y por las que recibió 10.000 $ de un periódico de San Francisco que las había ofrecido a quien llevara un trozo caído de Skylab en menos de 48 horas.
    En el condado australiano de Esperance cayeron finalmente algunos restos, con los que más tarde se acabaría montando un pequeño museo, y las autoridades locales pusieron entonces una multa de 400 dólares a la NASA por “tirarles” tal “basura”. El organismo americano no la pagaría pero sí se haría con donativos populares convocados por una emisora californiana.


    Hablando de vender, una empresa “vende” el nombre de las... estrellas. La Unión Astronómica Internacional es quien asigna oficialmente los nombres, pero hay gente que no lo sabe y paga...
    Otra empresa americana, la Lunar Embassy de Dennis Hope, vende parcelas lunares (en su momento con un mínimo de 1.777,58 acres), y bastante baratas, y a cambio del dinero (puesto que la parcela no la pueden entregar directamente) remiten al “comprador” un “documento” con fotografías del suelo selenita en cuestión obtenidas por alguna sonda y una “Carta de los derechos de la Luna”; el precio de promoción en 2000 era de 27 $ el acre, unos 4.000 m^2. La dirección de Internet es (o era) www.moonshop.com; advertencia: la adjudicación del “terreno” es por sorteo... También venden parcelas de otros cuerpos celestes: Marte, Venus (que tiene presiones de más de 90 atmósferas, temperaturas de más de 400ºC y nubes de corrosivo ácido), etc. El negocio resultó tan redondo que en 2000 tenían abiertas sucursales en Canadá, Gran Bretaña y en Suecia. En tal 2000, y desde 1980, llevaban vendidas –según dicen- más de 3 millones de parcelas a docenas de miles de “propietarios” que podrán dejar en herencia a los tataranietos de sus tataranietos... una anécdota (por no decir cosa peor) de sus antepasados.
    La propiedad de los cuerpos celestes, según el Tratado del Espacio de 1967, que se puede considerar a estos efectos derecho internacional, no es de ningún país, ni muchos menos de ninguna empresa o particular.

    La ignorancia y la avaricia no es factor exclusivo de ninguna época. En el Siglo XXVII, Galileo Galilei afirmó que la Tierra giraba al rededor del Sol y no al revés, como era entonces creído. Así pues, la poderosa Inquisición de la Iglesia Romana en tiempos de Urbano VIII le condenó por blasfemo; se basaban en que Josué, según la Biblia, “paró” al Sol y por lo tanto era éste el que giraba sobre la Tierra. El 31 de octubre de 1992, 359 años, 4 meses y 9 días después de aquella sentencia (22 de junio de 1633), el Vaticano, a través de su comisión pontificia, decide rehabilitar a Galileo y darle la razón, eso sí, luego del estudio del expediente oportuno y tras... 11 modernos años de prudentes y “profundas reflexiones” (hay quien cita 14 años...). Pero la cosa no acaba aquí...
    No se pierda nadie que en 2003 el Vaticano decidió reabrir el caso para “precisar” y rectificar que la rehabilitación de Galileo no implica el “arrepentimiento” eclesiástico (¡toma ya!). En honor al “hereje” Galileo, profundicemos... ¿Titular del asunto?: el cardenal Angelo Amato al cargo del “organismo” (Congregación para la Doctrina de la Fe) que sucedió precisamente a la Inquisición... ¿Alegación?: que el proceso contra Galileo “fue una mentirosa iconografía”, que no hubo nunca persecución ni acoso por parte de la Iglesia y que si Galileo se retractó “no fue por miedo a torturas sino por temor a ir al infierno”; en efecto, Galileo, de muy frágil salud, no fue torturado, teniendo evidentemente más suerte que otros menos famosos en aquel tiempo u otros no tanto como Giordano Bruno (quemado vivo), y tal hecho de no tortura física (pues psicológica está demostrado que lo fue con 6 viajes de requerimiento ante herejía) por lo visto no suponía entonces ninguna amenaza. Y lo dice tan pancho y creído un cardenal de, repito, ¡¡2003!! Cabe esperar por ello que al cardenal lo “dimitan”... pero quizá dentro de otros 359 años...  Ya se puede confesar vuestra ilustrísima ¿? señoría, ¡que la mentira y la soberbia son mucho más grave pecado para un cardenal que para cualquier otro mortal!

    Más reflexiones prudentes. A primeros de octubre de 1988, en Francia, a un camión se le cayó una bola de esas brillantes del sistema de efectos luminosos de una discoteca y quedó tirada al borde de la carretera. Enteradas las autoridades, no tocaron la bola y prudentemente acordonaron la zona: creían que era un satélite radiactivo soviético de la serie Cosmos, el 1900 que cayó por entonces. Como ya había caído algún otro en distinto lugar del planeta con elementos radiactivos, nunca se sabe...

    Menos reflexivos fueron muchos ilustres pronosticadores del futuro de algunas cosas relacionadas con la astronáutica. Veamos algunos ejemplos.     Cuando la Academia soviética de Ciencias consultó en 1955 a cientos de científicos en una encuesta sobre “qué considerarían como utilidad enviar al espacio” recibieron como respuestas de algunos respetables hombres de ciencia de la época las siguientes “no veo que utilidad pueda tener un satélite artificial”, “no me interesan las fantasías...”, etc.

    El futuro es engañoso para quien juzgue los hechos solo por un mal momento, o varios... Y sino vean los principios de Albert Einstein, el hombre que revolucionó la visión del Universo con su teoría de la relatividad. Suspendió en la primera ocasión el examen selectivo para ingresar en la Politécnica de de Zúrich, estuvo en paro dos años, pasó por la depresión y pensaba que era un fracasado hasta el punto que en una entrevista para trabajar contestó a la pregunta “¿qué sabe hacer?” con un “nada”.

    Un brillante sucesor cosmológico de Einstein es el inglés Stephen Hawking. En cierta ocasión iba a dar una conferencia y, dada su fama y trascendencia pública de sus declaraciones, alguien le pidió que no hablara acerca del fin del Universo ante el temor de que resultara afectada negativamente la bolsa de valores…
    Por cierto, S. Hawking falleció el 14 de marzo de 2018, el mismo día y mes que 139 años atrás (1879) naciera A. Einstein. Hawking fue un hombre con gran sentido del humor y aficionado a apostar sobre cuestiones astronómicas con sus colegas. Pero solía perder las apuestas… Al estadounidense Kip Thorne le tuvo que pagar por ello (sobre si Cygnus X-1 tenía o no un agujero negro) una suscripción a la revista erótica Penthouse. El propio Thorne y Hawking disintieron con otro astrónomo, el físico John Preskill, del CALTECH, que les ganó una apuesta sobre la disipación y la recuperación de información en los agujeros negros, y por ello el inglés le regaló una enciclopedia de... béisbol. A los dos norteamericanos citados, el inglés les regaló al hilo de estos asuntos una camiseta con la caricatura de una mujer que se tapa con un letrero que dice: “Nature abhors a naked singularity“ (La naturaleza aborrece una singularidad desnuda). Contra otro estadounidense, Gordon Kane, apostó que no hallaría nunca el bosón de Higgs y perdió 100$.

    Los problemas en el espacio no siempre son técnicos. Cuando el primer acoplamiento de un Orbiter Shuttle americano en la estación rusa Mir, uno de los desacuerdos entre unos y otros no fue una cuestión científica o técnica, sino la ubicación del lugar histórico donde darse, al llegar los americanos, la mano los comandantes de las dos tripulaciones. Y es que la cuestión de protocolo tenía la importancia que las consideraciones sociales o culturales que su idiosincrasia les imponía. Los americanos querían que el lugar del apretón de manos fuera el túnel mismo de acoplamiento y los rusos que fuera dentro de su estación, que, según decían, los recibimientos son en la casa del anfitrión y es de mala suerte y mala educación hacerlo en el umbral... Ciertamente, el vuelo fue más simbólico que técnico.

    Siguiendo con el Shuttle, en la construcción del primer Orbiter, el Columbia, se utilizaron en total 40,8 Kg de oro en soldaduras, contactos eléctricos, protecciones y en el sistema de células de combustible.

    A finales de febrero de 2005 se contó la noticia de que un chico de 17 años en la India se había hecho pasar ante sus conciudadanos como astronauta de la NASA (recién aprobado) y periodistas (de prensa y televisión) y políticos se lo tragaron. Le concedieron premios, becas y estuvo a punto de ser recibido por el propio primer ministro del país antes de que se descubriera el engaño.

    Una de periodistas… no muy especializados. Esto, entre otros, lo publica la edición digital de El Mundo de 6 de julio de 2016. En una TV peruana, en julio de 2016, al dar la noticia de la llegada de la sonda automática americana Juno al planeta Júpiter, los presentadores apuntaron al “mérito” de la (inexistente) tripulación de la nave. Creyendo que iba tripulada dijeron que eran unos “héroes” y una “hazaña” por pasar encerrados en la nave “cinco años” y tener que dar aun “37 vueltas al planeta” durante “18 meses más”… “separados de sus familias”... durante tantos años.
    Encima, luego se metieron a comentar el “asunto de los años-luz” y ahí ya no lo tenían tan claro porque “no es un año para nosotros”, aunque reconoció el presentador que era “igualmente interesante” pero no lo “entiendo muy bien”.
    Finalmente, les corrigieron, y rectificaron: “En la nave, entonces no hay nadie.” En fin, efectos secundarios del cine… de ciencia-ficción.

    Se cuenta la anécdota (lo más probable es que sea solo un chiste ruso), atribuida al ruso Gagarin, de que al regreso de su vuelo espacial, el pope de la iglesia ortodoxa le preguntó si había visto a Dios. El cosmonauta le contestó con un “no”, y el pope le rogó que no lo dijera a nadie. Cuando le hizo la misma pregunta el primer mandatario soviético dijo lo contrario, “que había sentido a Dios”, y el mandatario le hizo el mismo ruego que el pope, que no lo dijera a nadie.

    Tanto Gagarin como el segundo hombre en orbitar la Tierra, su compatriota Titov, recibieron de las autoridades soviéticas numerosas distinciones y regalos. Entre tales se cuenta un automóvil Volga para cada uno. Con tanta celebración oficial de sus vuelos, ambos acaban con frecuencia conduciendo bajo los efectos de la embriaguez, de modo que eran multados por los agentes de tráfico con igual frecuencia. Los agentes citados llegaron a protestar por el comportamiento etílico de los dos héroes de la URSS y al final les adjudicaron dos matrículas especiales, la MM001 (Gagarin) y MM002 (Titov), para que al verlas pudieran hacer la vista gorda...

    Al principio del programa Shuttle, los Orbiter recibieron entre el personal aeronáutico nombres no oficiales o motes, tal como “ladrillo volante”, “pato cojo”, y “avión que no vuela”.

    Otros apodos. En el vuelo Shuttle 92, de 1998, en el que uno de los primeros astronautas americanos, John Glenn, realizó con 77 años su segunda misión, para pruebas médicas su compañero médico Parazynski le sacaba sangre a menudo. Así que el doctor recibió del mismo con buen humor el apodo de Igor, nombre original del ayudante de laboratorio del Doctor Frankestein, y también el de Conde Parazynski.

    En los vuelos Voyager que visitaron los planetas exteriores en los años 80, a las sondas se les colocó antes de partir una placa con mensajes en un disco. Los destinatarios son los posibles extraterrestres que puedan encontrar a los ingenios. Entre las imágenes que se querían incluir, a propuesta por los promotores, había una secuencia del acto sexual humano, pero la misma fue denegada por la NASA que también hizo otro tanto con imágenes de una pareja desnuda y con la mujer embarazada. Así que los extraterrestres podrán pensar que nos fotocopiamos por medios clónicos. Claro que también pueden pensar que somos unos dibujos animados porque algunas cuestiones de sexo fueron solo admitidas... en dibujos. Todo sea, como aseguraron los puritanos contrarios, para que no se exporte la pornografía a los extraterrestres (sic)...
    Además, también se evitó incluir imágenes o referencias a guerras, enfermedades, pobreza, y demás miserias de la raza humana. Para que los extraterrestres vean que, además de castos, los americanos (ellos lo hicieron) son buenos, puros, sanos y angelicales. No fuera a ser que vieran la fotografía de una explosión atómica, de la gente muriendo de hambre, de enfermedad o en un accidente de tráfico, y en vez de venir a vernos marcharan aun más lejos.

    Con la placa destinada a los extraterrestres de los Pioneer, que llevaban el dibujo de una pareja humana desnuda, pasaron cosas también propias de personas de tal mentalidad. Algunos periódicos, al reproducir la placa, trataron de borrar las partes sexuales y alguno recibió cartas de indignados lectores porque la NASA gastaba dinero de los contribuyentes en... enviar “porquerías” al espacio. El tema de la desnudez fue el principal problema: acusaciones de exhibicionismo, explotación sexual, pornografía, y un montón de cartas con cosas así. Y solo era un dibujo estilizado, superficial,...
    También protestaron las feministas porque el hombre tenía la mano levantada en señal de saludo y en cambio la mujer no, y, claro, eso es una discriminación que evidencia la supeditación de ella. Otro dijo que el saludo era del estilo nazi...

    Sobre otro tipo de mensajes para los extraterrestres, el de los enviados desde el gran radiotelescopio de Arecibo, generaron a su vez otro tipo de protesta, esta vez incluso por algún astrónomo. Uno de ellos, el británico Martin Ryle, indicó lo peligroso de señalar nuestra posición a los alienígenas, pensando que puedan ser agresivos y vengan y... “nos coman”...

    Más saludos. En la sonda Cassini-Huygens lanzada hacia Saturno se llevó un disco compacto con grabaciones de un millón de mensajes de ciudadanos europeos que quisieron participar en la invitación al respecto de la ESA. Entre los mensajes enviados aparecen los más variopintos e increíbles comunicados. En general, los ciudadanos que intervinieron creían, a decir del contenido, que el mensaje era para los extraterrestres, ignorando que en Saturno, ni sus satélites, ni en todo el Sistema Solar, fuera de nuestro planeta, no hay vida inteligente.
    Uno de los mensajes fue de un sindicado agrario español, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, y saluda a los agricultores... extraterrestres, indicándoles cómo están las cosas aquí, con tanto despoblamiento rural y la degradación del medio ambiente, y finalmente les invita a colaborar para mejorar la alimentación en todo el... Universo! Otro de los mensajes advierte a los extraterrestres para que no vengan a visitarnos pues “podríamos matarlos o venderlos”. Otros escribieron sus reivindicaciones políticas y hubo quien pidió un simple “¡socorro!”.

    Y citando a la sonda Huygens, la misma se posó en 2005 en Titán, satélite cuya atmósfera tiene principalmente nitrógeno y metano, combinación que si hubiera oxígeno se inflamaría en lo que sería un espectáculo único: una atmósfera entera de fuego. Aunque también hay que advertir que se consumiría pronto y sería solo un espectáculo pasajero.

    En 1995 se estrenó la película Apollo 13, la historia del vuelo de igual nombre que estuvo a punto de ser una tragedia. Aunque es bastante fiel a los hechos desarrollados en la realidad tiene algunos fallos en detalles. Así, por ejemplo, hay anacronismos (como el logotipo de la NASA, nuevo en 1976, que aparece en un momento determinado, una cosecha, también posterior, en una carta y el nombre de la empresa Rockwell International que se llamará así solo después del programa Apollo), fallos técnicos sobre el Saturno 5 (en el lanzamiento, el cohete se encendía en realidad antes de T-0 y los brazos umbilicales se apartaban todos a la vez; además, la pintura con áreas blancas y negras que se ve es la tenida para pruebas y no la verdadera del lanzamiento, y en la separación de la fase primera y segunda, el encendido de los retrocohetes para apartar la agotada es inmediato a la separación y no antes, y el encendido de la segunda no era brusco), fallos de sincronización escénica (en un momento la Luna y la Tierra aparecen totalmente iluminados por el Sol vistos desde la nave -cosa imposible en las posiciones del vuelo-, la cara oculta lunar se ofrece totalmente oscura -cuando lo estaba parcialmente-, otras veces la Luna aparece en distintas fases, cuando en realidad estaba en menguante), y otros errores varios (el uso de una regla de cálculo para una suma; el ruido de motores en el espacio desde afuera;  la zona de Montes Apeninos, donde bajó Apollo 15, se dijo que era el Mar de la Tranquilidad; el nombre de Eugene Kranz utilizado en Houston no era el de Gen; el tiempo del vuelo es en abril y en Houston aparecen en un momento evidencias de ser verano; etc.). El ingeniero del JSFC Christopher K. Land hizo en la revista americana Popular Science un análisis de cuanto antecede con detalles de cada caso y otros.

    De los primeros 23 astronautas norteamericanos de la historia, 21 eran primogénitos o hijos únicos.

    Entre los récords y primeras cosas en la Luna se cuentan las siguientes:
Primer humano en la Luna: Neil Armstrong (Apollo 11).
Primer científico en la Luna: H. Schmitt (Apollo 17).
Primer soltero en la Luna: H. Schmitt (Apollo 17).
Primera caída humana en la Luna: Scott (Apollo 15).
Primera taquicardia en la Luna: Irwin (Apollo 15).
Primer cantante en la Luna: Conrad (Apollo 12).
Primer saludo militar en la Luna: Aldrin (Apollo 11).
Primera chapuza sin arreglo en la Luna: Conrad y Bean (con una cámara de TV en Apollo 12).
Primera chapuza con arreglo en la Luna: Cernan y Schmitt (con el LRV de Apollo 17).
Primer automóvil lunar: el LRV llevado por Apollo 15.
Primer periódico en la Luna: Today de Florida llevado por Apollo 14.
Primer deporte en la Luna: el golf (Shepard, Apollo 14).
Primer lanzamiento de martillo: Cernan (Apollo 17).
Primer acto religioso en la Luna: Aldrin (Apollo 11).
Primer acto ilegal en la Luna: el de los dos de Apollo 15.
Primeros hombres en órbita lunar: los de Apollo 8.
Primer afeitado en órbita lunar: tripulación de Apollo 10.

    En Apollo 11 se llevaron muchas pequeñas primeras cosas a la Luna; lo de “pequeñas” es por así decir por aquello de según para quién. El católico Aldrin, por ejemplo, llevó un cáliz y comulgó con vino y pan eucarístico luego de leer unos pasajes bíblicos. Es posible que llevara además, él o el comandante, una estampilla de la Virgen de la Luna de la localidad española cordobesa de Pozoblanco que les habían remitido a los astronautas. De que tal estampa fuera a la Luna no hay constancia oficial, pero se lo dijo de palabra el Embajador USA al encargado de la Cofradía cordobesa de tal virgen. Además llevaron muchos otros objetos personales (anillos, medallones, alfileres, sellos y matasellos conmemorativo para acuñar en la Luna, etc.). Se dice que Armstrong llevó un paquete que "no sabía que contenía".


    Estadísticamente, consideradas las 14 primeras promociones americanas de aspirantes a volar por el espacio (hasta 1992), los centros de enseñanza de la nación por la que mayor número de los mismos habían pasado, considerados los que tuvieron al menos 3 personas, eran:
Centro                            Nro. de astronautas.
Instituto Tecnológico de Massachusetts    20
Universidad Purdue                        18
Universidad Stanford                      14
Universidad de Colorado                   10
Universidad del Sur de California          9
Universidad de Houston                     8
Instituto Tecnológico de California        8
Universidad de California-Berkeley         7
Instituto Tecnológico de Georgia           7
Universidad de Michigan                    7
Universidad de Texas                       6
Universidad Auburn                         6
Universidad Cornell                        6
Universidad de California-Los Angeles      5
Universidad del Oeste de Florida           5
Universidad de Washington                  4
Universidad Columbia                       4
Universidad George Washington              4
Universidad Princeton                      4
Universidad Rice                           4
Universidad de Virginia                    3
Universidad de Arizona                     3
Universidad de Illinois                    3
Universidad de Kansas                      3
Estado de Troy                             3
Universidad Estado de Colorado             3
Universidad de Oklahoma                    3

    Para los astronautas militares americanos, los principales cuerpos de origen en estudios en igual período eran:

Ejército                          Nro. de astronautas.
Academia Naval                                36
Academia de la USAF                      26
Academia Naval Postgraduados    19
Academia Militar                                13
Instituto Tecnológico USAF               9

    Considerados los centros civiles y militares, los 10 primeros centros por número de astronautas eran en igual período:

CENTRO                                    NRO DE ASTRONAUTAS
Academia Naval                                           36
Academia de la USAF                                 26
Instituto Tecnológico de Massachusetts   20
Academia Naval Postgraduados               19
Universidad Purdue                                     18
Universidad Stanford                                   14
Academia Militar                                           13
Universidad de Colorado                            10
Universidad del Sur de California                9
Instituto Tecnológico USAF                          9

    Los lugares de nacimiento de los astronautas americanos por estados USA, para la plantilla de la NASA en el repetido período (hasta 1992), se resumía así considerados los estados con al menos 2 nacimientos:
Estado   astronautas    Estado    astronautas   Estado       astronautas
Ohio          17        Massachusetts  7        Connecticut   3
New York      16        Florida        6        Kansas        3
Texas         15        Alabama        5        Maryland      3
Oklahoma      14        South Carolina 5        Mississippi   3
California    10        Tennessee      5        Missouri      3
Pennsylvania  10        Wisconsin      5        Virginia      3
Illinois       9        Georgia        4        Arkansas      2
Indiana        9        Iowa           4        Colorado      2
Michigan       9        New Jersey     4        D.Columbia    2
North Carolina 8        Washington     4        Minnesota     2

    A finales de 1997, por ciudades, en el caso americano, la primera ciudad con astronautas de nacimiento era Cleveland, con 8 astronautas, seguida de Chicago con 7; a continuación estaba New York con 5 y luego Boston, Philadelphia y Los Angeles, todas con 4 cada uno.

  En los primeros 391 astronautas (excepto 7) los años nacimientos de los mismos fueron entre 1921 y 1964, siendo los años de menores nacimientos, 1922 con 0, 1924 y 1938 con 1, y 1921, 1923, 1925 y 1964 con 2. Los años de mas nacimientos fueron 1949, 1951, 1952 y 1956 con entre 19 y 20.
    En los primeros 391 astronautas (excepto 15) los meses de nacimiento de los mismos fueron el más prolífico agosto con 52, seguido de mayo con 40, y el que menos abril con 21.
    Por signos zodiacales, para iguales parámetros, el resultado es que los astronautas son mayoritariamente del signo Leo y Libra, los dos juntos con casi una cuarta parte, (el 24 %) y los que menos Sagitario y Aries. Vease un gráfico al respecto al final.

    Los nombres de los planetas, el Sol y la Luna, en varios idiomas:

.Español

Sol

Mercurio

Venus

Tierra

Luna

Marte

Júpiter

Saturno

Urano

Neptuno

Plutón

Alemán

Sonne

Merkur

Venus

Erde

Mond

Mars

Jupiter

Saturn

Uranus

Neptun

Pluto

Arabe

Shams

Otaared

Zuhra

Ard

Quamar

Merrikh

Mushtarie

Zuhal

Uraanus

Niptuun

Plutoon

Cantonés

Taiyeung

Suising

Gumsing

Deiqao

Yueqao

Fuosing

Moqsing

Tousing

Tinwongsing

Huoiwongsing

Mengwongsing

Coreano

Taeyang

Soosung

Kumsung

Jeegoo

Dahl

Hwasung

Moksung

Tosung

Chunwangsung

Haewangsung

Myungwangsung

Croata

Sunce

Merkur

Venera

Zemlja

Mjesec

Mars

Jupiter

Saturn

Uran

Neptun

Pluton

Checo

Slunce

Merkur

Venuse

Zeme

Mesíc

Mars

Jupiter

Saturn

Uran

Neptun

Pluto

Chino

brillo

agua

metal

tierra

luna

fuego

bosque

tierra

cielo

océano

infierno

Danés

Solen

Merkur

Venus

Jorden

Månen

Mars

Jupiter

Saturn

Uranus

Neptun

Pluto

Eslovenio

Sonce

Merkur

Venera

Zemlja

Mesec

Mars

Jupiter

Saturn

Uran

Neptun

Pluton

Esperanto

Suno

Merkuro

Venuso

Tero

Luno

Marso

Jupitero

Saturno

Urano

Neptuno

Plutono

Estonio

Päike

Merkuur

Veenus

Maa

Kuu

Mars

Jupiter

Saturnus

Uraanus

Neptun

Pluuto

Farsi (persa)

Khorshid

Tir

Zhore

Zamin

Mah

Merrikh

Moshtari

Kayvon

Oranos

Nepton

Pluton

Filipino

Araw

Merkuryo

Venus

Mundo

Buwan

Marte

Júpiter

Saturno

Uranus

Neptuno

Pluto

Finlandés

Aurinko

Merkurius

Venus

Maa

Kuu

Mars

Jupiter

Saturnus

Uranus

Neptunus

Pluto

Francés

Soleil

Mercure

Vénus

Terre

Lune

Mars

Jupiter

Saturne

Uranus

Neptune

Pluton

Galés

Haul

Mercher

Fenws

Ddaear

Lleuad

Mawrth

Iau

Sadwrn

?

?

?

Griego

Helios

Hermes

Aphrodite

Gea

Selene

Ares

Zeus

Kronos

Uranos

Poseidon

Pluton

Hebreo

Shemesh

Kokhav Khama

Nogah

Arets

Yareakh

Ma'adim

Tzedek

Shabtay

Uranus

Neptune

Pluto

Holandés

Zon

Mercurius

Venus

Aarde

Maan

Mars

Jupiter

Saturnus

Uranus

Neptunus

Pluto

Húngaro

Nap

Merkùr

Vénusz

Föld

Hold

Mars

Jupiter

Szaturnusz

Uránusz

Neptunusz

Plútó

Inglés

Sun

Mercury

Venus

Earth

Moon

Mars

Jupiter

Saturn

Uranus

Neptune

Pluto

Irlandés

Grian

Mearcair

Véineas

An Domhan

Gealach

Mars

Iúpatar

Satarn

Uránas

Neiptiún

Plútón

Italiano

Sole

Mercurio

Venere

Terra

Luna

Marte

Giove

Saturno

Urano

Nettuno

Plutone

Japonés

Taiyou

Suisei

Kinsei

Chikyu

Tsuki

Kasei

Mokusei

Dosei

Tennousei

Kaiousei

Meiousei

Latin

Sol

Mercurius

Venus

Terra

Luna

Mars

Jupiter

Saturnus

Uranus

Neptunus

Pluto

Lituano

Saule

Merkurs

Vene'ra

Zeme

Me'ness

Marss

Jupiters

Saturns

Ura'ns

Neptu'ns

Pluto

Mandarín

Taiyang

Shuixing

Jinxing

Diqiou

Yueliang

Huoxing

Muxing

Tuxing

Tianwangxing

Haiwangxing

Mingwangxing

Noruego

Sola

Merkur

Venus

Jorda

Månen

Mars

Jupiter

Saturn

Uranus

Neptun

Pluto

Polaco

Slonce

Merkury

Wenus

Ziemia

Ksiezyc

Mars

Jowisz

Saturn

Uran

Neptun

Pluton

Portugués

Sol

Mercúrio

Vénus

Terra

Lua

Marte

Júpiter

Saturno

Urano

Neptuno

Plutão

Rumano

Soare

Mercur

Venus

Pamint

Luna

Marte

Jupiter

Saturn

Uranus

Neptun

Pluto

Ruso

Solnce

Merkurij

Venera

Zemlja

Luna

Mars

Yupiter

Saturn

Uran

Neptun

Pluton

Sánscrito

Surya

Budha

Sukra

Candra


Mangala

Brhaspati

Sani




Sueco

Solen

Merkurius

Venus

Jorden

Månen

Mars

Jupiter

Saturnus

Uranus

Neptunus

Pluto

Turco

Günes

Merkür

C,ulpan

Yer

Ay

Merih

Erendiz

Sekendiz

Uranus

Neptün

Plüton

Uzbekistan

Quyosh

Utorid

Zuhra

Yer

Oy

Mirrikh

Mushtarij

Zuhal

?

?

?


GRÁFICOS ESTADÍSTICOS VARIOS: (de los primeros 617 astronautas - al  26.04.2024)

GRÁFICO DE NACIMIENTOS DE ASTRONAUTAS POR MESES

AÑOS DE NACIMIENTO DE ASTRONAUTAS

GRÁFICO ZODIACAL DE ASTRONAUTAS

NACIMIENTO DE ASTRONAUTAS POR FECHAS


--------------------ooo000OOO000ooo---------------------

Copyright © Eduardo Martínez González