VARIOS.
Capítulo 16º Subcap. 43
<> ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES.
Como en
cualquier otro orden de la vida, en las cuestiones astronáuticas se
producen anécdotas, cosas curiosas o poco comunes, o simplemente
llamativas. Entre las que han pasado y tenemos conocimiento citamos sin
orden de ningún tipo las que siguen:
Muy pocos creerán que el primer objeto artificial
que abandonó la Tierra no fue el Sputnik 1, sino uno de metal que fue
además el primero en órbita solar y que salió despedido por una bomba
nuclear hecha explotar el 10 de agosto de 1957 en Nevada. Se cree que
tal objeto alcanzó una velocidad de 6 veces la de escape.
Respecto al Sputnik 1 hay otra curiosidad. Hay una
pintura llamada “La exaltación de la eucaristía”, del pintor italiano
Ventura Salimbeni (1567-1613), que está en la Iglesia de San Pedro, en
Montalcino, cerca de Siena, que muestra, como principal escena, a
Cristo con el Padre sujetando con sus manos una especie de palos, varas
o antenas que salen de una esfera. Los buscadores de lo exótico, lo
paranormal y demás adjuntos, creen ver en tal esfera de la pintura de
1600 al dibujo del Sputnik 1, lo cual sería una premonición
excepcional, una visión del futuro sorprendente. Además, el diámetro
del Sputnik, que era de 54,8 cm, aparenta en la pintura ser
prácticamente ese. En la pintura, tal esfera representa a nuestro
planeta sobre el que se sumergen dos cetros o varas controladas por
Cristo y el Padre, con el Espíritu Santo en forma de paloma por medio.
Para ser antenas, el pintor le quitó al Sputnik un par de ellas, porque
llevaba 4 y no 2. Y para ser el Sputnik 1 en vez de la Tierra,
color aparte, que no coincide, le puso en la parte inferior izquierda
de la esfera una protuberancia muy parecida a la que llevaría el Lunik
1, pero no el Sputnik; hay quien dice que tal detalle representa en
realidad a la Luna. En realidad, en numerosas pinturas religiosas de la
época se recogen dibujos del globo de nuestro planeta como elemento
metafórico añadido a diversas divinidades; y en algunas también hay
cetro. Que tenga el cuadro italiano cierto parecido con el primer
satélite de la Humanidad no pasa de ser una relativa coincidencia, una
curiosidad. Solo eso, aunque siempre habrá quien quiera ver lo que
quiera; por ejemplo: que Cristo y Dios estaban pinchando con dos agujas
de coser un balón de playa...
El cohete más gigantesco, descomunal, construido en
los primeros años fue sin duda el Saturn 5 de los Estados Unidos. Sus
dimensiones y caracteres eran tan acusados que comparativamente se
trataba de dar idea del mismo con los más variopintos detalles. Así, el
propulsante que llevaba se calculó que era suficiente para que un
automóvil medio diera setecientas vueltas a la Tierra o que podía
llenar cien vagones cisterna. Al salir solamente el cohete quemaba
propulsante a razón de 10 Tm por segundo e incluso más. Y pensar que
los americanos se habían asombrado de que el Atlas, anterior al Saturn
5, fuera capaz de igualar su potencia a la de 6 Boeing y de que en 20
seg consumiera más que un avión a hélice en cruzar de costa a costa los
Estados Unidos.
Según se supo el 26 de mayo de 1995, un año tras su
muerte, Jacqueline Kennedy, la viuda del Presidente americano, tras el
asesinato de éste en 1963 quiso que el Saturn 5 fuera renombrado con el
nombre de su marido.
Por cierto, el que si se salvó de un atentado fue el
mandatario soviético Brezhnev hacia principios de 1969 cuando iba en
comitiva hacia el Kremlin por Moscú con los cosmonautas Tereshkova,
Nikolayev y Beregovoi. El francotirador acertó equivocadamente a matar
al chofer de éstos y los mismos tuvieron un accidente al chocar luego
el coche.
Los motores que consumían la antes citada cantidad
de fluido al lanzamiento del Saturn 5 tenían una fuerza igual a 30
locomotoras y el total de motores de la astronave equivalía en su
potencia a nada menos que 600 reactores‑cazas o a la necesaria para
iluminar en la noche a todos los Estados Unidos y aun sobraba (no
sabemos cuanto tiempo). El ruido que producía en su salida equivalía al
de una bomba atómica táctica (pequeña). Esto del gastos de los motores
a muchos americanos de entonces no les agradó porque lo consideraban un
derroche.
Tampoco agradó a la esposa del astronauta Gerald
Carr, comandante de Skylab 3, cuando éste, su marido, partió para
realizar su vuelo de tres meses y descubrió que no le había dejado las
llaves del automóvil. Al parecer Carr las había perdido. Y él en el
espacio y ella en la Tierra hubieron a tal respecto de tratar de recordar
donde estarían las llaves... que esta vez podían haber estado en el
fondo... del espacio...
Otra pérdida: la de dos tanques de oxígeno y
nitrógeno de 1 m de diámetro por valor de 750.000 $ por parte de la
Boeing en Hunstville. Dado a conocer a principios de marzo de 2000, al
parecer, al hacer limpieza, los tanques fueron sacados de sus cajas,
pero cuando volvieron por ellos habían desaparecido. Los habían
confundido con material de deshecho y los habían tirado a la basura...
Donde si se hubiera hecho la llave a la medida de la
puerta se hubiera podido hallar muy fácilmente hubiera sido en el caso
del gigantesco edificio VAB cuyas puertas tenían una altura de 140 m
por las que hubiera podido pasar el rascacielos de la ONU de New York.
El VAB fue construido para montar los Saturn y por tales puertas salía
tal cohete ya vertical.
Por cierto, en el techo del citado VAB se hubieran
podido aparcar 3.600 pequeños automóviles y del mismo, cuando
arrastraban fuera a los Saturn‑Apollo, salía un tractor cuyos eslabones
de las cadenas, en cantidad de medio centenar en 8 cadenas, pesaban
nada menos de 1 Tm cada uno.
El programa Apollo de vuelos lunares fue sin duda
una inagotable fuente de anécdotas. Lo fantástico de los viajes dio
lugar a casos únicos. De ello se percató en entonces Presidente Nixon
cuando en Apollo 11 con Armstrong y Aldrin en el suelo lunar sostuvo
una conversación histórica para felicitar a éstos, constituyendo la
conferencia más larga no técnica realizada hasta entonces pues mediaban
en línea recta más de 300.000 y pico kilómetros y muchos más
considerados los enlaces en la Tierra. Al concluir la conversación,
colgado el teléfono, Nixon murmuró: "Bueno, ahora solo espero que no me
carguen a mí cuenta los gastos de esta conferencia".
Armstrong que fue el primer hombre en la Luna
recibió junto a Aldrin una innumerable serie de instrucciones y
consejos de los técnicos antes de su histórico vuelo pero además
recibió las recomendaciones particulares de su abuela de entonces 82
años Caroline Korspeter que le indicó que al pisar la Luna mirara bien
en todas las direcciones así como que no bajara si el terreno no estaba
en condiciones...
Cuando Armstrong al pisar la Luna dijo la famosa
frase “es un pequeño paso para el hombre...”, pero en realidad no se
escuchó por defectos de la transmisión el artículo “el” y se cree que
dijo “un”... En 2006 se analizaron las grabaciones en busca del
artículo perdido…
En el siguiente vuelo, con buen humor, el tercer
hombre en pisar la Luna, Conrad, dijo “para Neil fue un pequeño paso
pero para mi es bastante grande...”, aludiendo a su condición de
persona de menor estatura.
Se dice que Armstrong, de niño, tuvo varias veces
sueños en los que al contener la respiración, levitaba. ¡Que cosas! En
la microgravedad se levita y, al principio, muchos admirados de tal
prodigio es posible que contengan la respiración...
En 2005 la prensa contaba que se había descubierto
que el peluquero de Armstrong guardaba el pelo del mismo tras cada
corte para venderlo… El astronauta, que no lo sabía, lo demandó para
que destinara el dinero a causas benéficas; la cifra que se cita es de
3.000$.
Otra curiosidad sobre Armstrong. Se dice que en 1976 el primer hombre en la Luna acudió
con 4 mormones a la cueva de los Tayos, en Ecuador, y otras personas
que buscaban el famoso e hipotético libro de páginas de oro de los
mormones. Se dice que la zona se llama Morona y que el libro había sido
revelado por un ángel llamado Moroni al fundador de tal secta…
También se sitúa a Armstrong visitando Paysandú,
Uruguay, en una zona donde se dice que hay abundantes avistamientos
OVNI (ignoro si es cierto el viaje, o los viajes, y si lo son, si
Armstrong no va también de turismo…).
Y siguiendo con Aldrin diremos que su madre, cosa curiosa, se llamaba Moon, que significa Luna.
Los 3 astronautas de Apollo 11 recibieron tras el
vuelo para ser cubierto un impreso de la aduana norteamericana como si
de personas que entraban en el país procedentes del extranjero se
tratara. En el impreso indicaron como equipaje “muestras de rocas y
polvo de la Luna”, como acompañantes “nadie” y como portadores de
enfermedades infecto-contagiosas escribieron “aun por determinar”. La
increíble estupidez burocrática humana llega a todos los confines... de
la Tierra.
Lo curioso del caso es que esta noticia saltó a la
prensa (febrero de 2001) con motivo del desmentido de la NASA de que
los vuelos a la Luna en realidad nunca habían ocurrido y que todo había
sido un montaje. Hacerse caso de tonterías, lo hace hasta en la NASA; ya
ven.
El valor material de todo lo que dejó en la Luna el
programa Apollo en sus vuelos sumaba en 1972 la cifra de 517.000.000 $.
Los que se alegraron mucho de que los hombres
viajaran a la Luna fueron entre otros los hijos de los astronautas.
Pero no por lo que puede pensar en principio sobre el orgullo de tener
un padre en la Luna, sino porque como decía uno de los hijos de Gordon,
de Apollo 12, "Mama nos va a dejar levantarnos tarde y además no
tenemos que ir al colegio"... mientras duraba el vuelo.
Cosas también de niños fue cuando en Gemini 5, en el
que se hizo el primer paseo espacial USA, en Cabo Kennedy se recibió la
pregunta de una niña que decía: "¿Cómo van al baño los astronautas? Mi
profesora dice que este fue el objetivo del paseo espacial".
En la catedral de Salamanca se realizó una
restauración en 1992 y el cantero encargado (Miguel Romero bajo
dirección de Jerónimo García) añadió el detalle en piedra de un
astronauta en un paseo espacial como símbolo de modernidad del Siglo
XX. Al cabo de unos años, circulaban fotografías por Internet en las
que algunos se preguntaban como era posible que se hubiera esculpido un
astronauta en una catedral medieval, pensando que era de la época de la
construcción original (Portada de Ramos, Siglo XVI), e ignorando que se
trataba de un añadido reciente en una restauración… Por cierto, en
septiembre de 2010 al “astronauta de la catedral”, uno de los motivos
más fotografiados de la misma, le arrancaron el brazo derecho en un
acto vandálico.
Dicen que las dos preguntas más hechas a los
astronautas americanos por la gente corriente son. “¿Cómo van al baño
los astronautas?” y “¿Han visto alguno OVNI?”.
El entusiasmo de los astronautas ha sobrepasado a
veces lo normal de su personalidad. Schmitt por ejemplo, estando en el
viaje de ida a la Luna, en Apollo 17, no paraba de hablar y dar
información meteorológica de lo que veía de la Tierra hasta que Houston
comunicó al mismo: "Jack, ya puedes descansar. Te hemos sustituido por
el satélite meteorológico NIMBUS 5"; tal satélite había sido lanzado en
aquélla fecha.
En otro momento, Schmitt hablaba y hablaba sin
querer dormirse hasta que el citado Centro le "ordenó" hacerlo
cortándole en seco con un "buenas noches y feliz sueño".
Lo que resultó de gran utilidad en las exploraciones
lunares fue el automóvil lunar y como era algo nuevo en la Luna fueron
inevitables los comentarios de los astronautas acerca de: "No se si
encontraré sitio para aparcar"; "No suena el claxon!"; "Menos mal que
no hay guardias de tráfico"; etc., etc.
Había no poca gente que no creía que el hombre
hubiera llegado a la Luna o siquiera al espacio..."Es cosa de
periodistas que no creen en Dios", decía un comerciante brasileño. O
bien, "Se caen por el camino. Eso de los vuelos a la Luna no es
verdad", aseguraba una anciana.
Hasta hay en los Estados Unidos -¡cómo no!- una
asociación con miembros incluso en el extranjero, que aseguran que el
hombre no llegará (fijarse: "llegará") nunca a volar. Uno de los
miembros de tal sociedad vaticinó que Apollo 8 sería secuestrado... y
llevado a Cuba; entonces empezaba a estar de moda lo de los secuestros
aéreos. "Lo de los vuelos espaciales es propaganda política", dicen los
de tal sociedad.
Pero también había personas que no solamente creen
sino que quieren volar ellos mismos, en el otro extremo. En tiempos de
Apollo 11 un niño británico de 7 años, del sur de Gales, hasta quería
saber lo que costaba una nave lunar... y ni corto ni perezoso escribió
a la NASA a ver que se podía hacer al respecto. La NASA recibía muchas
cartas así.
La respuesta de la NASA al niño no se sabe si la
hubo. Pero sí es conocida en otros casos y su exceso en prudencia de
las respuestas, nebulosas y poco claras, llegó al punto que alguien
reinterpretó las siglas NASA como Never A Straight Answer, que
significa “jamás una respuesta franca.”
Pues sí, a razón de Apollo 11 mucha gente quería ir
a la Luna. La TWA hasta recibió unas 5.000 reservas de billete para la
Luna, para cuando la compañía decidiera establecer la línea.
Sobre este asunto, en 1969, un muchacho de Tampa,
Florida, llamado W. Axtell, de entonces 14 años, se apuntó pensando
además realizar el viaje allá en el año 1990 pues pensaba casarse para
entonces y quería así realizar su luna de miel en el Mar de la
Tranquilidad...
La empresa Pan Am, todo un emblema de una época en
la navegación aérea norteamericana, llegó a tener hechas 90.000
reservas para personas que querían viajar a la Luna, muchas hechas
desde mucho antes de Apollo 11; la primera de las reservas la hizo en
Viena un periodista en 1964, abonando por adelantado 20 dólares y luego
la cosa se puso ya de moda. Tras dejar la compañía de volar, en 1992
informó a frustrados “viajeros lunares” que las reservas carecían ya de
valor. Afortunadamente, la PanAm no cobraba por hacer tal reserva ni
fijaba fechas...
Pero la historia de las reservas de billetes para la
Luna es mucho más antigua. Más extensamente vamos a pergeñar el caso de
Violeta Jiménez, una actriz cubana, a modo de ejemplo pues hay muchos
más. Violeta, aficionada a la cosa espacial, en una visita a New York
en 1948 al Hayden Planetarium se le ocurrió pedir un pasaje para la
Luna. Lo quería para Marte pero los del planetarium decían que de Marte
aun no. Y así fue que dos años después Violeta recibió dos pasajes para
la Luna y el diploma de ser la primera persona que sacaba un pasaje
tal, razón por la cual los billetes le salieron gratis. Las
instrucciones de los pasajes señalan las circunstancias físicas del
vuelo que son las hoy conocidas y los medios de seguridad que
garantizan la supervivencia. La estancia en la Luna sería de dos
semanas, o sea un día lunar, y el vuelo se efectuaría en fecha a
determinar en 1975. La NASA incluso luego le habría de enviar
información espacial a partir de su creación...más nueva que el pasaje.
Sobra decir que por 1948 o 1950 el viaje espacial era pura ficción y
Violeta sabía que no volaría, pero la ilusión y el humor no tienen
límites aunque mire usted por donde casi hubiera podido ser verdad.
Violeta no pensó más que en viajar pero en cambio
Mariano Grande, barman de un bar de Gerona, en plena época Apollo, fue
algo más allá y solicitó a la NASA la instalación de un bar en la Luna,
el primero allí, pues, según pensaba Mariano, a medida que nuestro
satélite se fuera poblando en el futuro se necesitaría un bar con un
barman. Y allí estaba él...
Los primeros que fueron a la Luna, los de Apollo 8,
sin tener ocasión de poner ningún bar, fueron Borman, Lovell y Anders
que se dedicaron a dar diez vueltas lunares. Los tres recibieron en
cambio en la Tierra al mismo tiempo una denuncia por parte de la señora
M. M. O’Hare, que los tachaba de propagandistas cristianos por haber
leído unos párrafos del Génesis bíblico antes de perder la comunicación
con Tierra en la primera vuelta, siendo como es el espacio de todos y
la religión cristiana de menos… El Tribunal Supremo USA, con fecha 6 de
abril de 1970, optó por desestimar la denuncia por falta de…
jurisdicción.
Pero lo de tal lectura bíblica tuvo más anécdotas.
Un periodista japonés deseaba saber el texto de la Biblia que los tres
hombres habían leído y llamó a tal efecto desde el hotel donde estaba
al Centro de Control de Houston. El centro en cuestión le indicó que
abriera el cajón de su mesita de la habitación y que en los primeros
párrafos de un libro de tapas rojas lo tenía. Allí estaba para el
asombrado periodista el texto, como si la NASA se lo hubiera dispuesto
en un alarde de atención. Como es natural, para el japonés era chocante
pero en los hoteles USA es norma tener una Biblia en la mesita de
noche, cosa que como extranjero no sabía.
Sin embargo, hubo a quien no le pareció bien que los
astronautas leyeran texto bíblico. Tanto que Madayn O’Hair, creadora de
American Atheists (“ateos americanos”), les demandó por haber
aprovechado tan histórico momento para la publicidad “religiosa”.
Aunque la demanda se desestimaría, sirvió como advertencia a la NASA, y
cuando Apollo 11 se procuró evitar que se supiera que el presbiteriano
Aldrin hizo también su ceremonia.
Apollo 8, en diciembre de 1968, también tuvo otra
anécdota curiosa. Unos enfadados campesinos turcos se presentaron con
cestos con piedras ante la embajada americana para romper los cristales
si no se les indemnizaba por las cosechas perdidas en unas inundaciones
porque según les explicara un religioso islámico los cohetes USA (y
también los de la URSS) "abrían boquetes en el cielo y por allí
entraban hacia la Tierra las lluvias y tormentas".
También tuvieron su costo otras piedras... Las
lunares que la NASA guardaba en una caja fuerte de Houston (101
muestras) y que un joven llamado Thad Roberts con su novia Rebecca y
otra amiga, todos becarios de la NASA, robaron en la primavera de 2002
con la intención de venderlas por Internet. Cuenta el autor que tras
robarlas las repartió por una cama, para luego acostarse sobre ellas
con su novia y celebrar su “éxito”. Claro que más tarde, al
intentar colocárselas a un coleccionista belga,... los capturó el FBI
que les tasó el robo en 32 millones de dólares. Roberts, que quería
vender cada gramo lunar entre mil y cinco mil dólares, no pensó lo
sospechoso que resultaba para los coleccionistas que se vendieran las
piedras lunares así como así. Al final Roberts fue condenado a 8 años y
pasó de estar en (las piedras de) la Luna (con novia) a la realidad de
una prisión federal (y seguramente sin ella). En 2011 se publicó la
obra “Sex on the Moon” sobre esta historia y se anuncia una película al
respecto.
Con las piedras lunares se hizo entre otros un
examen con luz polarizada. El resultado fue que los distintos
cristales, con su brillo, ofrecían diversas formas e imágenes
coloristas. Pues alguien pensó que las figuras eran artísticas y las
estamparon en pañuelos, corbatas, y bufandas.
Más piedras. En el siglo XIX, los meteoritos se
creía que procedían de las nubes y se formaban en las tormentas
eléctricas, porque de más allá en el cielo no se pensaba que pudieran
caer piedras. Solo en el siglo XX se empezó a admitir que gran parte de
los cráteres lunares fueran causados por meteoritos en vez de ser
volcanes apagados o bien cúpulas derrumbadas de burbujas de gas
incandescente producido en el interior selenita.
En junio de 1993 cayó un meteorito de 16 Kg en un
campo de arroz en la provincia de Petchabun, en Tailandia. Las
autoridades tuvieron que confiscarlo porque la gente empezó a visitar
el lugar bajo la creencia de que se trataba de un objeto sagrado con
especiales poderes...
A febrero de 2000 trascendió que un meteorito de 15
Tm, caído hace unos 10.000 años sobre una colina en West Linn, Oregón,
y colocado modernamente en el Museo de Historia Natural de New York era
reclamado por los indios clackamas, de la tribu de “los pies negros”.
El meteorito, llamado por los indios Tomanowos (“ser celeste”) y
Willamette por los científicos, era considerado por tales indios como
catalizador de los “mensajes divinos” y en sus cavidades el agua de
lluvia recogida resultaba ser agua sagrada. Así que la cosa entró en
liza judicial tras una demanda federal.
Pero el meteorito más famoso del mundo es quizá la
piedra sagrada de la Meca, la Kaaba, que se cree que "hizo un agujero
en el cielo, por donde vino, abriendo una puerta con la Tierra".
También hubo otros meteoritos objeto de adoración en diversos lugares
del mundo, sobre todo en la antigüedad, dada su procedencia
"celestial". En la Biblia hay citas a varios casos de meteoritos, casi
siempre identificados con signos "celestiales".
Para la señora Annie Hodges, de Sylacauga, Alabama,
el meteorito más importante fue el que le cayó el 30 de noviembre de
1954, atravesando el techo de un autobús y causándole heridas en un
brazo y una pierna a la pasajera. Pesaba tal cuerpo celeste casi 4 Kg.
Otro meteorito que “acertó” en su caída fue el que
impactó el 28 de junio de 1911 en la localidad egipcia de Nakhla. Mató
un perro y el meteorito es de origen marciano.
Los egipcios hace ya más de 5.000 años utilizaron
los meteoritos de hierro para hacer collares de cuentas y otros
“adornos personales”; objetos hallados en 1911 junto Al-Gerzeh, hoy en
un museo de Londres. Se cree que los egipcios sabían la procedencia de
tal materia prima porque consta en inscripciones que les llamaban
“piedras del cielo”.
El joven faraón Tutankamon fue enterrado en el Valle
de los Reyes, en Tebas, 1.400 años antes de Cristo, siendo adornado en
su tumba con un pectoral que contenía cristal de silicio formado en el
desierto de Libia por impacto de meteorito.
Otra tumba, la del Presidente Kennedy, también fue
adornada cuando Apollo XI llegó a la Luna con unas flores y el
siguiente mensaje anónimo: “Señor Presidente, el Águila ha alunizado.”
Citando tumbas, una más, la de von Braun pone como
epitafio “PSALMS 19:1” que quiere decir Salmos 19-1, la cita bíblica
que contiene las siguientes palabras: “Al maestro del coro. Salmo de
David. Los cielos pregonan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia
la obra de sus manos...”.
Apollo 8 fue el primer cohete Saturn 5 que se
tripuló. Podemos a tal efecto citar alguna característica más del
gigantesco cohete: se calculó que el propulsante quemado por el mismo
en un segundo era suficiente para que un Boeing volara con ciento y
pico pasajeros de Madrid a Varsovia. El mismo hubiera podido situar en
órbita 70 cápsulas Mercury o 33 Gemini o hacer volar en potencia
equivalente a unos 500 reactores.
Asimismo en Apollo 8, al retorno se efectuó la
primera reentrada de un vuelo lunar. En la fricción aerodinámica
engendrada por la cápsula con la atmósfera se generaba una equivalencia
energética suficiente para iluminar por espacio de casi dos minutos a
Los Ángeles o elevar a un metro de altura a 30 millones de personas.
Desde una gran altura, hasta unos 5.000 Km, que no
desde la Luna como a veces erróneamente se dijo, las únicas obras
humanas que se creía que se podían detectar como una tenue línea eran
la carretera Transamazónica y la Gran Muralla China. Pero el propio
primer astronauta chino en 2003 aseguró que lo de la Gran Muralla no
era cierto ni desde poco más de los 300 Km de altura, que era su
órbita. En realidad, de las obras humanas terrestres, solo se pueden
distinguir a simple vista desde una órbita baja algunas
infraestructuras importantes, como algún puerto, un trasatlántico, gran
dique o ciertas carreteras. Excepcionalmente se pueden ver más cosas.
La Gran Muralla china, pese al chino –porque así lo aseguraron otros
astronautas y fotografías de satélites en órbita de tal altura- se
puede ver hasta los 320 Km de altitud. En realidad, probablemente el
chino no podría verla en su vuelo debido a falta de visibilidad o
ángulo inapropiado.
En cambio, desde la Tierra, mirando la Luna, hay
quien ve... castillos. Así, en 1996 en Washington, el representante de
la denominada “Misión Marte”, Richard Hoagland, denunció que la NASA
ocultaba el hallazgo de ruinas lunares encontradas por los Apollo. Las
ruinas de un gran castillo de cristales fueron exhibidas en
fotografías... nada claras (como es natural para estos casos) aportadas
por los “expertos”. Los mismos también afirmaron que las conversaciones
de paz de la antigua Yugoslavia fueron llevadas a Ohio para enseñarles
a los líderes nacionalistas los cadáveres de extraterrestres en
secreto, en la base USAF de Dayton. Y claro, eso si que les
impresionaría... para firmar la paz...
Cuando la sonda Mars Pathfinder llegó a Marte en
julio de 1997, dos hombres de Yemen denunciaron a la NASA ante un
tribunal de Sanaa, en su país, por haber entrado en Marte...
ilegalmente. Según ellos, el planeta rojo era herencia de sus
antepasados. La denuncia fue retirada ante las amenazas de arresto de
los 2 yemeníes por parte de la propia justicia del Yemen.
Esta misión del Mars Pathfinder, hasta el día 23 del
citado mes de julio de 1997, produjo en las páginas Web de Internet que
el JPL y otros organismos dispusieron para informar (con un total de 20
puntos en todo el mundo), un total de 400.000.000 visitas. El día 8 de
julio registró el mayor aluvión de accesos con un total de 47.000.000,
registrando colapsos en muchas zonas o países.
A Marte también quiso llegar el profesor de ciencias
de primaria Edward Makuka Nkoloso, que se nombró a sí mismo director de
la hipotética “agencia espacial de Zambia”, y el que en octubre de 1964
(al tiempo de la independencia de la antigua Rhodesia) anunció su
proyecto de enviar al citado planeta una decena de hombres, una chica
de 17 años (Matha Mwambwa), dos gatos y un misionero para tratar de
convertir a los nativos marcianos (eso sí, sin forzarlos...). El cohete
lo pensaba lanzar con una catapulta desde el estadio de Lusaka y la
financiación pensaba obtenerla de la UNESCO a quien pidió unos cuantos
millones... Todo, así de fácil. Aunque el novísimo gobierno de Zambia
no parecía tan convencido y la cosa no pasó de las páginas de la prensa.
En 1997, el teólogo oficial del diario
L’Obsservatore Romano, Gino Concetti, vino a decir que si existieran
los marcianos (los extraterrestres por extensión), al no ser nacidos de
Adán y Eva, no tendrían el pecado original... por lo que estarían en
estado de gracia... Sin comentarios.
La creencia en la existencia de marcianos, tras la
“observación” de los “canales”, fue tan extendida a principios del
Siglo XX que la Academia de Ciencias francesa recibió en donación
100.000 francos oro de una filántropo para instaurar un premio para el
primero que lograra una comunicación con un planeta que no fuera...
Marte.
En la noche del 31 de octubre de 1938 el actor de
cine Orson Welles, radiofonista al caso, narró en su programa con gran
realismo la novela de H.G. Wells “La guerra de los mundos”. Miles de
ciudadanos americanos que sintonizaban el programa creyeron que la
invasión de los marcianos era cierta. El histerismo hizo que en New
York mucha gente se marchara de la ciudad, en Atlanta se arrodillaran
temerosos y en New Jersey, en la localidad de Grover’s Hill, reventaran
a tiros el depósito municipal de agua creyendo que era... una nave
espacial invasora.
En 1949 este hecho fue repetido en Perú, en Quito, y
la reacción del pueblo que la cosa acabó con 20 muertos y varios
heridos y la emisora... incendiada. Repetido en Lisboa en 1958, la cosa
resultó más leve pero con intervención de la policía. Y es que con
Marte no se jugaba.
Otro depósito municipal de agua afectado por vuelos
espaciales fue el de la población de Leninsk, cerca de Baikonur. En los
primeros lanzamientos del enorme cohete Energía fue necesaria tal
cantidad de agua para refrigerar la rampa de disparo que hubo que
cortar intermitentemente durante días el agua a tal población.
Por cierto, que la base de Baikonur, nombre
inicialmente dado para despistar puesto que el lugar es denominado en
realidad Tyuratam, dadas sus condiciones climatológicas extremas, fue
llamado con sorna por los obreros que la construyeron Tyurma Tam que
significa “prisión allí”.
También es curioso el origen del nombre de los días
de la semana, tomado de la derivación de los nombres de los planetas
conocidos en la antigüedad. Aunque en otros idiomas, se introducen en
parte nombres de dioses germánicos, en los idiomas latinos la
correspondencia de los días de la semana proviene, en español, de
Domingo-Sol (originado por Dominus-día del Señor/día del Sol),
Lunes-Luna, Martes-Marte, Miércoles-Mercurio, Jueves-Júpiter,
Viernes-Venus y Sábado-Saturno.
Por su parte, los símbolos utilizados para los
planetas tienen orígenes de signos estilizados o representativos de
antigüedad distinta. El del Sol, un punto dentro de un círculo,☉ (a
veces también☼), tiene origen en los antiguos egipcios; el de Mercurio
es la esquematización del cetro del dios mitológico de tal nombre, ☿, y
es como el signo de Venus con dos cuernos arriba; el de Venus es ♀ y se
dice que es el dibujo del espejo, que simboliza la femineidad; el de la
Luna es un cuarto cuarto creciente o menguante,☽ o ☾, según…; el de
Marte, ♂, se dice que es el dibujo de un escudo y detrás una lanza,
signos del guerrero; el de Júpiter se remite a la inicial del dios
griego equivalente, Zeus, o sea una Z, y es ♃; el de Saturno, ♄, se
refiere, dicen, a una guadaña del dios del tiempo; el de Urano, más
moderno, es ♅, y viene a significar una H, de Herschel, su descubridor,
sobre un círculo, o planeta; el de Neptuno, ♆, es claramente la
tridente del dios de los mares. Plutón llegó a tener también su signo,
♇, y es una P con un rasgo bajo de una L (de Percival Lowell, su
descubridor).
Otra “antigüedad” chocante: En 1225 el inglés Robert
Grosseteste escribe su obra “De Luce”, en la que hay quien interpreta
que alude a la idea del multiuniverso y al Big Bang al hacer referencia
al nacimiento del Universo en una explosión de un punto original.
Otra referencia bastante clara y antigua al Big Bang
podría ser la del rabino cabalista Nahmánides, o Mosé ben Nahman
(1194-1270), quien en su obra “Comentarios a la Torah” dice que todo el
Universo surgió de una diminuta partícula, como un grano de mostaza,
pero que lo contenía todo, y antes de lo cual no había nada. Dice que
tal partícula se expandió hasta constituir el actual Universo y el
tiempo. Siglo XIII... ¿No es sorprendente?
Siguiendo con lanzamientos, la primera vez que
aparece una cuenta atrás en un disparo de un cohete es en la película
de Fritz Lang “La mujer en la Luna” en 1928.
En 1996 se estrenó el film “Independence Day”. Una
de marcianitos invasores. Pues bien, la campaña publicitaria trató de
emular lo dicho antes de la radionovela de 1938 y anunció la invasión
de naves desconocidas. Y casi 60 años más tarde la gente vuelve a
creerlo. En los Estados Unidos algunos se marcharon de las poblaciones
y en España, la cadena Tele 5, se vio bloqueada de llamadas telefónicas
de alarmados ciudadanos...
El famoso director de cine Stanley Kubrick cuando
rodaba en 1968 la afamada película “2001. Una odisea del espacio” tenía
miedo de que, ante tanta aparición OVNI en la época, los
extraterrestres se mostraran abiertamente a los terrestres, es decir,
de modo “oficial”. Pensaba que le hundirían económicamente el film, e
intentó infructuosamente al respecto contratar un seguro con la Lloyd’s.
En la misma película, el ordenador propuesto
inicialmente iba a ser un IBM, pero tal compañía informática se negó a
dar el permiso de utilizar su nombre por aquello de que la máquina al
final se ponía en plan rebelde y eso no era buena publicidad. Así que
se cuenta que Kubrick sustituyó el nombre del aparatito justo con las
letras respectivas inmediatas anteriores a IBM, esto es, HAL. Las
iniciales fueron luego justificadas como procedentes de Heuristic
ALgorithm (algoritmo heurístico). El primer postulado sería negado por
el propio autor del libro original, A. Clarke, en su última novela de
la saga (“3.001: Odisea final”), aunque tampoco dice por qué puso el
nombre de HAL y no otro...
A finales de abril de 2001, una emisora suiza, en
francés, emitía en un programa de ciencia la “noticia” de que en el
observatorio Parkes de Australia se parecían captar con su
radiotelescopio señales extrañas, dando a entender de que eran
extraterrestres. Era una broma, pero la rápida extensión por Internet
de la “noticia” y el repique en la prensa al siguiente día hicieron que
los teléfonos del citado observatorio fueran bloqueados de llamadas.
Otra cadena, pero ahora de pizzerías, la Pizza Hut
de Texas quiso hacia 1999 poner el logotipo propio para ser visto desde
la Tierra en... la Luna. Desistieron cuando alguien les dijo que el
tamaño del anuncio equivalía, para ser visto desde aquí, a algo así
como toda España y Portugal juntas... Se conformaron luego con pagar
500 millones de pesetas para poner el citado logotipo en 10 m de un
cohete Protón ruso en un lanzamiento para la Estación Espacial
Internacional.
Los que observaron algo inesperado pero real pero
dentro de su propio módulo lunar fueron Cernan y Schmitt en Apollo 17
al momento de iniciar su primer paseo por la Luna. Al salir, los dos
hombres encontraron en la escotilla un mensaje del que tampoco sabían
en Tierra; en aquél momento nadie sabía quién y cómo lo hizo. El
mensaje, que según Cernan se leía cada vez que se descendiera por las
escalerillas inevitablemente, decía: "Dios proteja a la tripulación de
Apollo 17". A la pregunta de Tierra de quien lo firmaba, Cernan
contestó: "No te lo voy a decir, no me agrada el mensaje".
Menos misteriosos fueron los extraños ruidos
observados en las comunicaciones con Apollo 16 cuando este estaba ya
cerca de la Luna. En los enlaces entre Houston y los astronautas
apareció una tercera voz y unos extraños golpes y música. "Aló...
aló... alooo... vaya... oye... ¿qué hay?... (una tos)...", en español y
con alguien cantando por medio. Los técnicos de Houston se asustaron
momentáneamente y no sabían que podía ser. Al final todo se explicó.
Parece ser que un empleado de la telefónica española, CNTE, interfirió
en su trabajo casualmente el cable a través del cual se enlazaba con la
estación de Fresnedillas y Houston.
Extraños crujidos más fácilmente explicables fueron
los que aparecieron en el curso del vuelo de Gemini 5. Los técnicos de
Tierra pensaron incluso en alguna grave avería a bordo o cosa parecida.
Preguntados los astronautas, los de tierra no recibieron respuesta lo
que les asustó aun más. Por fin, los ruidos desaparecieron y sonó la
diáfana voz de Cooper informando con naturalidad: "Me acabo de comer un
emparedado de pan tostado".
Lo que suele causar siempre interferencias ciertas y
a veces molestas son la serie de emisoras de radio, sobre todo al
sobrevolar zonas de países europeos de gran densidad radiofónica. Así
en el vuelo conjunto Apollo‑Soyuz, se coló en el enlace Apollo‑Houston
la voz femenina de alguien que en ruso les facilitó un parte
meteorológico; añadamos que de modo gratuito y sin que nadie se lo
hubiera pedido... El susto se hizo patente como siempre en el Centro de
Control.
Los que también llevan sustos son los propios
astronautas con tales interferencias, provocándoles enfados, sobre todo
cuando efectúan maniobras que se ven así dificultadas. En el mismo
Apollo‑Soyuz, el comandante americano Stafford recibió en una de tales
interferencias instrucciones muy claras para que su vuelo aterrizara en
la pista 22 del aeropuerto de Los Ángeles...
El vuelo Apollo‑Soyuz también aportó otra anécdota
más. Cuando se desarrollaba el principio del vuelo nacieron en Moscú
dos gemelos a los que bautizaron con los nombres de Soyuz y Apolo.
Las siglas del citado programa, ASTP, y el propio
nombre Apollo Soyuz también sirvió para dar nombre a un marca
soviético‑americana de perfume (Epas), otra de cigarrillos, emblemas en
sellos, etc.
El mismo comandante Stafford del ASTP recibió en
otra ocasión, en Apollo 10 en ruta lunar, junto a sus compañeros, las
quejas del jefe sioux de Oglala, de 99 años de edad, William Red Fox
(Guillermo Zorro Rojo) que aseguraba en Filadelfia que ellos y sus
exploración espacial tenían la culpa de que no llegaran las lluvias.
Recordemos que los turcos decían lo contrario. Stafford encargó a tal
respecto a Lousma, encargado en Tierra de comunicaciones, que le dijera
al jefe indio: "Dile que yo crecí en la seca Oklahoma y sé de cierto
que la Luna no tiene nada que ver con las lluvias".
Para los indios americanos hay una relación sagrada
con la Luna. A finales de los años 90 los navajos hicieron notar que
estaban molestos por el envío a la Luna de algunas de las cenizas del
astrónomo Shoemaker puesto que consideraban sacrílego tal
“enterramiento” así como llevar turistas, como entonces se anunciaba
para futuros proyectos.
La científica y tecnológica NASA hasta se disculpó y
prometió que en lo sucesivo “consultaría” con los indios antes de
permitir las misiones de tal tipo. Pero en el inicio de 2024, ante el
inminente lanzamiento de otra misión a la Luna llevando cenizas de
difuntos, los navajos, con su Presidente Buu Nygren al frente,
volvieron a protestar por la “profanación”. La empresa que envía las
cenizas esta vez es Celestis que no se calló y alegó que “Nadie, ni una
religión, es dueño de la Luna” y que “si se tuvieran en cuenta las
creencias de la cantidad de religiones del planeta es muy probable que
nunca se aprobara ninguna misión”.
El siguiente vuelo a Apollo 10, el famoso 11,
recibió en las personas de los tres tripulantes del mismo la
felicitación de los ciudadanos de Kansas City que enviaron un telegrama
al Laboratorio de Recepción Lunar de Houston que, según se dijo, era el
más largo de la historia con 243 m de cinta con miles de firmas de los
ciudadanos. El telegrama, dado su tamaño fue enviado por avión en vez
de por cable.
También con motivo de Apollo 11, el propietario de
un restaurante cercano a Cabo Kennedy cambió el nombre del negocio de
"Hombres en ruta lunar" por el de "Hombres en la Luna". Realista y
exacto que era el dueño...
En el entorno de Cabo Kennedy, en tiempo de los
Apollo, crecieron infinidad de negocios de todo tipo, cual corresponde
a algo más que una zona turística, y muchos de ellos vendían
subproductos del espacio, tales como llaveros, postales, banderitas,
emblemas, cócteles llamados con nombres relacionados con los vuelos,
etc., etc. Hasta se editó un periódico llamado Today y subtitulado
"Diario de la era espacial" que fue el primer periódico llevado y
dejado en la Luna, en Apollo 14. El diario se editaba en Florida.
Pero en Cabo Kennedy también proliferan otro tipo de
seres menos comerciales, cuales son un sinfín de bichos de todo tipo,
propios de una zona plagada de charcas y espesos matorrales
subtropicales. Tales bichos han llegado a constituir problema en más de
una ocasión al introducirse en las instalaciones de las rampas de
disparo. En el Apollo‑Soyuz por ejemplo, apareció en la cabina del
Apollo un mosquito gigante que nadie sabe como se logró introducir,
pero que allí estaba constituyendo un astronauta polizón.
En cierta ocasión se hubo de detener un lanzamiento
por culpa de un aligator que se había metido en un desagüe de la rampa
y trabajo les costó a los hombres de la instalación sacarle de allí
porque además se mostraba muy enfadado.
La zona subtropical de Cabo Kennedy fue en otra
oportunidad objeto de especial trabajo para los técnicos de la base que
hubieron de dedicarse a desalojar de las rampas a gran número de
serpientes de todo tipo, algunas muy venenosas, que se refugiaron allí
luego de que un Polaris lanzado dejara caer sobre los matorrales
materia ígnea.
Otro grupo de seres que causan problemas en la base
espacial de Florida son las avispas. Las elevadas rampas de disparo son
el sitio ideal para los enjambres a finales de año, entre septiembre y
diciembre, en un lugar muy llano y sin elevados árboles. Fueron un
problema, porque no se las puede fumigar por el riesgo de dañar la
electrónica, hasta que se aisló la feromona sexual que químicamente las
atrae y se las pudo dirigir a trampas.
Cada vez que se lanza un cohete, las aves de tal
zona de Florida, que se cuentan por miles, ni que decir tiene que se
elevan asustadas todas a una. Claro que más asustadas estuvieron las
mujeres del anterior caso de las serpientes que trabajaban allí pues
incluso las hubo que no querían volver.
Pero por si fuera de vengar el susto de cada
lanzamiento a las aves, en 1995 se hubo de suspender un lanzamiento,
con el correspondiente elevado coste económico, porque unos pájaros
carpinteros hicieron nada menos que 78 agujeros de unos 10 cm en la
cubierta de espuma del gran tanque del Shuttle que se iba a lanzar.
Pensaron que era ideal para hacer nidos. Así que la NASA hubo de usar
para espantarlos búhos de plástico, aves rapaces y sirenas, y repasar
los posibles daños, suspendiendo el disparo.
La zona del Centro Espacial Kennedy fue azotada
varias veces por huracanes que hicieron varios destrozos en algunos
edificios, como el principal, el VAB. Sin embargo, hacia 2005 al tiempo
de pasar varios de tales violentos fenómenos atmosféricos, un cercano
nido de águila se hizo famoso entre el personal de la base que pasaba
por allí porque no resultó afectado. Parece que fue mejor construido
frente a tales eventos que los edificios humanos.
El que también salió disparado y como un cohete fue
otro aligator, en otra ocasión, que se metió en un depósito con agua,
pero previsto llenar de LOX, oxígeno líquido o criogénico. Cuando se
vertió el LOX, el cocodrilo americano que estaba durmiendo salió más
rápido que el cohete que gastara el LOX luego y lo hizo al parecer con
la cola supercongelada...
Y citando cocodrilos, ahora en Rusia, el primero de
abril (que es allí como el Día de los Inocentes) de 1997 la prensa
publicó que en la estación Mir había nacido un cocodrilo, cuyo huevo se
había llevado por error entre los de codorniz. Pero solo fue el
cocodrilo espacial que nunca existió.
Volviendo a Rusia, o mejor a la antigua Unión
Soviética, en 1953, al tiempo de las pruebas de los primeros misiles
estratégicos soviéticos, en la base de Kasputin Yar aparecieron
verdaderas invasiones de ratas que se introdujeron por el interior de
los misiles, causando daños en el cableado y otras cosas. La solución a
tan poco “técnico” problema fue igual de sencilla... nada de
especialistas en desratización: llevaron gatos...
En cierta oportunidad, el lanzamiento de un Ranger,
en los años 60, hubo de ser detenido en su cuenta atrás por culpa de
una cigüeña que tropezó con un cable y desconectó el enlace del cohete
con el centro de control del disparo.
Otra vez se confundió en un radar americano un
pelícano sobrevolando el cohete a punto de lanzarse con un avión no
identificado que seguro que ya pensaban que era de los espías rusos...
Justo al momento del despegue del STS-90 en 1998 con
las cámaras se observó un murciélago adherido a la envuelta del gran
tanque ET de la astronave. Pero no hubo ningún problema con el mismo
porque cuando arrancaron los motores en el lanzamiento no dudó un
instante en salir huyendo.
Pero quizás los más peligrosos en las rampas son los
conejos y bichos afines que en cierta ocasión se entretuvieron en
cortar cables por varios sitios con gran destreza, tanto que se llegó a
pensar en sabotaje. Los cables eran subterráneos, cercanos a la rampa.
También problemático resultó el caso de un pájaro
carpintero que 15 días antes de la partida prevista de un cohete Thor
con un satélite TRANSIT se metió en el mismo cogollo del cohete, dentro
de un conducto de cables al que llegó a picotazos. Lo peor fue que no
había manera de sacarlo de allí. Se le trató de asustar con ruidos y
hasta con cables para electrocutarle pero todo fue vano. Por fin, se
dispuso un sistema único a base de aire comprimido introducido por el
conducto. Sacó ello al pájaro como un rayo, digo, como un cohete.
Sin embargo, allí la naturaleza está protegida por
el doble interés para los técnicos de cohetes y para los protectores
ecológicos. Para ello se han extremado las medidas de precaución. Los
fervientes protectores de animales han tenido en las experiencias
astronáuticas uno de sus motivos de batalla, sobre todo cuando en
aquellas se empleaba a perros y monos. La zona de Merrit Island fue
declarada reserva nacional de fauna.
Cuando los rusos lanzaron a Laika, la primera perra
en el espacio, en 1957, para no herir susceptibilidades anunciaron que
retornaría en paracaídas, cuando sobradamente sabían que moriría en el
espacio. El anuncio hizo que en muchas partes se ilusionaran con la
posibilidad de ver descender de los cielos a la perra en paracaídas. Y
un chileno quiso hacerse el gracioso tirando un perro en paracaídas,
causando el correspondiente revuelo.
Al enterarse luego de la muerte de la perra, en
algunas partes del mundo hubo protestas y la Liga inglesa para la
Defensa de los Perros recomendó guardar un minuto de silencio por
Laika. Más modernamente, un monumento en la Ciudad de las Estrellas
colocó junto a la estatua de un cosmonauta otra de la perrita.
Los soviéticos, al principio de la era espacial,
también utilizaron perros, conejos, insectos y hasta sapos, para probar
la microgravedad. Sobre todo probaron con perros, alguno de los cuales
nunca volvió a la Tierra, y en cierta ocasión el cosmonauta perruno,
quizá sabedor del riesgo de aquellos primeros tiempos, se les escapó al
personal técnico a última hora. De modo que, para no suspender la
prueba, tuvieron que capturar otro y para no perder tiempo lo metieron
en la cápsula sin más, sin el menor examen. Dicen que el mismo acabó
como mascota de los cosmonautas novatos.
Motivo de batalla también tienen con la astronáutica
los miembros de la Sociedad de la Tierra Plana que defienden su
"teoría" de que la Tierra es un disco en forma de plato. "Los
astronautas lo que hacen es dar vueltas en torno al borde del plato. La
Tierra ‑aseguran los de la antigua sociedad que se internacionalizaron
con seguidores extranjeros‑ es un plato y es ridículo pensar que es
esférica. Que es un plato es un hecho y las fotografías tomadas desde
el espacio no muestran más que círculos tomados desde el borde del
plato. Además la Tierra está quieta en el fondo de un pozo sobre el que
se eleva el Sol y la Luna moviéndose en el mismo. Nadie nos convencerá,
ni los astronautas, ni ciencia alguna. Los astronautas solo dan vueltas
al borde del plato y solo giran en sus bordes y por eso no se caen".
Los de la Sociedad, que en origen es inglesa, cuentan con miembros de
todas las edades y algunos de ellos han sido "brillantes" defensores
durante toda su vida de sus "teorías". Uno de ellos, Mike Hughes,
acróbata estadounidense que construyó su propio cohete para llegar al
espacio y demostrar tal “teoría”, murió en el intento en California el
22 de febrero de 2020.
Mucha más confianza en la ciencia y la astronáutica
lucían, sin embargo, los más de 1.000 propietarios que en 1970 tenía ya
la Luna. Además nacieron incluso inmobiliarias lunares que vendieron
gran parte de terreno selenita y hasta se llegan a intentar recomprar.
Daniel Maury, por ejemplo, compró a la Sociedad Inmobiliaria Espacial
de New York unos 400 m^2 junto al cráter Copérnico y por los que otro
señor ofreció mil dólares, a lo que Daniel se negó. El documento
acreditativo de Daniel "asegura" que el dueño podrá tener acceso a las
playas (!) del Mar de la Tranquilidad (que está a no poca distancia de
Copérnico) y a pescar en tal mar (que no existe como tal), así como a
practicar deportes invernales en los Alpes lunares. En cuanto a
excavaciones mineras tiene Daniel derecho al 50 %, yendo el resto a
parar a Robert Coles que se compromete a adquirir el cráter Copérnico
cuando le sea posible (¡y tanto!) al precio que marque la primera
nación que plante allí su bandera.
El vuelo de los Apollo fue sin duda el motivo de
muchas de estas noticias, resultado asimismo de un optimismo exagerado,
propio de ilusos y apasionados seguidores, pero hay que reconocer que
la idea ni era de entonces ni siquiera de los años inmediatos a la
segunda guerra mundial, pues ya a primeros de siglo que empieza en 1900
aparecieron anuncios a la sazón en la prensa americana...
En 1936, en la Alemania nazi de A. Hitler, la
GESTAPO destruyó todas las copias que encontró de la película “La mujer
en la Luna”, de Fritz Lang. Pensaron que la película de ficción, que
era de 1928, exhibía detalles técnicos de los cohetes que estaban
preparando en secreto como arma.
Se cuenta que el citado Hitler en una ocasión soñó
que un cohete no despegaba y al despertar ordenó que los fondos
destinados al programa de cohetes fueran recortados o retirados.
Desde Apollo 7, en 1968, una misteriosa señora no
identificada más que con el nombre de Cindy Diane enviaba un ramo con
12 rosas rojas a los astronautas USA. Con el ramo iba un mensaje que
decía "Los que han cooperado a la misión tienen que estar orgullosos de
sus logros. Dios bendiga a nuestro país y nuestra bandera. Lo desea una
dama que agradece al Padre Eterno todos los días por haber nacido
americana". O sea, cosa del patriotismo.
No sabemos que contentos se ponían por las rosas los
astronautas pero seguro que el que se habría puesto muy contento habría
sido el famoso astrónomo Kepler si hubiera podido vivir la época
astronáutica. El mismo afirmó en su tiempo cosas acerca de lo limitado
de la atmósfera terrestre, de la gravedad y su efecto y hasta aseguró
que la primera nación en vuelos espaciales sería la primera en la Luna
y que clavaría banderas y todo. Intuiciones que se hicieron ciertas...
400 años después.
La bandera USA primera clavada en el suelo lunar, la
de Apollo 11, que allí quedó tumbada tras el despegue del módulo
tripulado, tiene un trocito de una costura que nunca viajó allí. Fue
cortado para adecuarla al mástil en su lado izquierdo, donde ponía la
etiqueta del fabricante. Tal trocito fue a parar a las manos de un
ingeniero, T. Moser, que lo conservaría y consiguió que Armstrong se lo
firmara. En 2011 fue subastado en la cantidad de 60.000$.
Y seguimos con banderas y naciones. El 12 de
noviembre de 2017, una nave de carga no tripulada con destino a la ISS,
la Cygnus CRS-8, llevó un pequeño satélite llamado Asgardia-1, de la
empresa Asgardia Space, de 2,8 Kg de peso. Su destino es probar el
almacenaje de datos en el espacio a largo plazo por lo que dispone a
bordo de un disco duro de estado sólido de 512 GB, además de 2
detectores de partículas. Con tales datos, su propietario, un
millonario ruso, quiere “constituir” la primera “nación” sideral… sin
residentes (o solo residentes virtuales). Así que le adjudica el nombre
del satélite (Asgardia; nombre originario de un mundo de la mitología
nórdica), bandera, moneda virtual o criptomoneda llamada “solar”,
himno, y 12 lenguas “oficiales” (Inglés, Chino, Ruso, Español, Francés,
Turco, Italiano, Portugués, Árabe, Hindi, Alemán y Persa). La bandera
es azul con una esfera amarilla sobre la que giran órbitas; el escudo
de armas pone el lema “una unidad, una humanidad”. Su “calendario” es
bastante racional: 13 meses de 28 días; el mes extra se llama “asgard”
y se ubica entre junio y julio, y los meses comienzan todos en domingo.
En cuando a la superficie del “país” no se especifica pero podemos
delimitarla seguro dentro... de los 10 cm por 10 cm por 20 cm del
satélite (aproximadamente, eso sí). La “nación” ya cuenta con cerca de
un cuarto de millón de “habitantes”, incluso antes del lanzamiento del
satélite… El primer “Presidente” es el científico ruso promotor del
satélite, Igor Raufovich Ashurbeyli, nacido en 1963 en Azerbaiyán, y el
que propuso la idea el 12 de octubre de 2016. A principios de 2018 el
Reino Espacial de Asgardia aun no tiene “Gobierno”, “Parlamento”,
“presupuestos”, etc, así que el “país” “celebra” el 9 de marzo de 2018
sus primeras “elecciones” (quinquenales); el número de plazas de
parlamentarios se ha fijado en 150 y según distritos por lenguas y con
edad mínima de 40 años. De momento, los pacíficos “habitantes”
asgardianos están todos en… la Tierra, quizá de vacaciones o de paso.
Españoles hay unos 4.000 solicitantes. Y quieren ingresar en la ONU.
¡Ah!, y se admiten donaciones a la “nación”, pero reales, no virtuales;
¡vaya!…
El 26 de junio de 2018 tuvo lugar en Viena, en el
palacio de Hofburg, la proclamación “oficial” del citado “Presidente”
por un período de 5 años. Con la ceremonia de juramento, se presentó
también el himno “nacional” y se exhibió un vídeo del cosmonauta ruso,
entonces en la ISS, Oleg G. Artemyev. En el mensaje político vertido en
la creación de esta definida “primera nación espacial de la Humanidad
unida”, se hizo alusión su importancia en la lucha contra la
“degradación ambiental” y la “carrera armamentista”. Por entonces, el
número de personas registradas en la web de la nueva “nación” asciende
a unos 200.000 y los promotores quieren sumar en diez años unos 150
millones. Aun más tarde pretenden crear una colonia en el espacio.
El ruso-azerbayano no es el primero en intentar
crear un país sideral. Ya lo proclamó antes, en 1948 (aunque registrado
en 1949), el estadounidense James Thomas Mangan (1896-1970). El mismo
se nombró rey del Universo y de la “Nación del Espacio Celestial”. Y
eso que en 1949 no hay aun satélites… En 1958, su “país celestial”
tenía (también en tierra) unos cien mil “ciudadanos”. Por supuesto,
emitía “pasaportes” y puesto que para entonces ya había satélites
soviéticos y americanos llegó a protestar por la “invasión” de los
mismos en “su territorio”...
Clavar la bandera lo hicieron todos los Apollo que
se posaron y entre ellos Apollo 12 pero tal escena no pudo ser vista en
Tierra en tal ocasión porque Conrad y Bean expusieron la cámara al
principio sin querer enfocada al Sol y se quemó. Luego, los dos
astronautas acabaron con tal cámara al tratar de arreglarla
sencillamente... a martillazos. En Tierra algunos, en el Centro de
Control, se molestaron bastante...
En cambio, cuando Apollo 8, a muchos americanos les
molestó que la TV interrumpiera la retransmisión de un partido para
conectar con la nave en la órbita lunar. Claro está que no llueve nunca
a gusto de todos...
Por cierto, también sobre martillazos, la cápsula de
retorno del satélite espía americano Discoverer 14 en 1961 fue
destruida por tal método y hundida en la bahía de San Francisco al
malinterpretar las órdenes de que toda la información sobre este vuelo
debía ser destruida. Luego tuvieron que echar mano de otra parecida...
Otro satélite, y mucho más moderno (de 2004), el
GP-B llevaba 4 giroscopios que fueron entonces considerados los objetos
artificiales esféricos más perfectos por su redondez, de modo que solo
tenían 40 veces el diámetro de un átomo de desnivel en la esfera.
Los antes referidos de Apollo 12, Conrad y Bean,
fueron también objeto de otra pequeña anécdota que está en cierto modo
en oposición al caso del telegrama de los de Apollo 11. Lo que hicieron
los de Apollo 12 fue enviar ellos el telegrama cuando se hallaban en la
cuarentena tras el vuelo. El telegrama fue enviado a la Academia Naval
de Annapolis donde se formaron los dos citados y decía: "Su bandera de
VENCER AL EJERCITO fue llevada a la Luna y ha regresado con Apollo 12.
Les será devuelta cuando concluya la cuarentena. Buena suerte y venzan
al Ejército". Cosas de la deportiva rivalidad entre los dos ejércitos.
Esta rivalidad ya había aflorado en el espacio con
anterioridad, cuando Gemini 6 y 7 se encontraron en órbita en una cita
espacial. Al abandonar el Gemini 6 la formación el comandante de la
misma, Schirra, colocó en la ventanilla para fastidiar a los de Gemini
7, un cartel que decía: "Hemos derrotado al Ejército". Borman, el
comandante de Gemini 7 era del Ejército.
Más rivalidad fue la de los propios americanos con
los soviéticos en los logros espaciales. Los últimos siempre guardaron
mucho sus cosas en aquellos tiempos y así es que de los primeros
tiempos no hay muchas anécdotas, parcos en informar nada. Sin embargo,
cuando el Apollo 9 USA los soviéticos informaron a tal respecto para la
URSS indicando que tal nave estaba en órbita terrestre y lo hicieron 3
min antes que de modo oficial se comunicara en Houston... Paradojas.
En otra ocasión los soviéticos se molestaron en
corregir a los americanos sobre la situación del primer hombre en la
Luna... en un sello postal. Al parecer, en tal sello la posición solar
aparecía descentrada en relación a la de Armstrong con el horizonte
lunar de fondo. La cosa no la perdonaron los soviéticos ni aunque fuera
en un dibujo artístico.
También acerca de los soviéticos tiene relación otra
anécdota. El que fuera popular general de los republicanos de la guerra
civil española El Campesino aseguró que la primera mujer cosmonauta, V.
Terechkova, era... hija suya.
Menos anecdótico para ellos y más para nosotros
resulta el caso de los expertos espaciales chinos que en su primera
época, además de su actividad espacial y según la entonces normativa
política revolucionaria china, tenían que de vez en cuando pasar cierto
tiempo en las labores agrícolas, cosechando arroz por ejemplo, lo que
les producía cierto desfase o desfamiliarización con las cuestiones
técnicas.
El que sufrió bien tras su vuelo lunar fue Aldrin,
el segundo hombre sobre la Luna, que padeció una depresión nerviosa.
Pero no todos saben que fue el primero y único de Apollo 11 que fuera
fotografiado sobre el suelo lunar. A su compañero Armstrong, que era el
fotógrafo, no le tomó Aldrin ninguna fotografía porque no llevaba
cámara. De Armstrong en la Luna solo hay una imagen y en el módulo
lunar. Además de las malas imágenes de TV, de Armstrong sobre la Luna
solo hay como prueba visual una de Aldrin que le refleja en el casco.
Los que se quedaron del todo sin fotografías en la
Luna fueron los de Apollo 13 que les cascó la nave espacial a mitad de
camino y hubieron de regresar sin entrar siquiera en órbita lunar. Una
explosión dejó inútil al CSM y para sobrevivir hasta el retorno
hubieron de permanecer en el módulo lunar que les salvó realmente hasta
el final. En razón a ello, ya concluido el rescate de los tres hombres
felizmente, la empresa Grumman, constructora del LEM que salvara a los
astronautas, con buen humor pasó una factura a la empresa North
American, constructora del averiado CSM, por "remolcar" a éste su LEM y
traerlo hasta Tierra, como servicio rápido o de emergencia. La factura
se desglosaba así: Por remolque en 400.001 millas, a 4 $ la primera
milla y 1 $ cada una de las restantes, y llamada de servicio de
urgencia: 400.004 $; por gasto de batería al recargarla: 4,05 $; por
consumo de oxígeno, a 10 $ la libra, 500 $; por ocupar la habitación,
la cabina del LEM, una persona más (estaba concebido solo para dos) con
aire acondicionado y radio pero sin TV: 32 $; por gasto de agua y
manejo de equipos del LEM, gratis (¡atención de la casa!); descuento
comercial del 20 %, y un 2 % más por pronto pago, 88.118,81. Total a
pagar 312.421,24 dólares, casi 22 millones de pesetas de 1970.
A tal factura contestó la North American con otra en
concepto de haber remolcado el CSM al LEM en anteriores ocasiones hasta
la Luna, que era donde operaba tal módulo.
Pero Apollo 13 fue objeto de algo más que una
anécdota. Cosa de la casualidad o de lo que sea, pero en USA de
supersticiosos los hay suficientes como para que no existan
habitaciones 13 en los hoteles, ni butacas 13, ni calles 13, ni nada
13. Pero la NASA tras Apollo 12 no iba a saltarse Apollo 13. La NASA,
tan científica y técnica, no iba a andar en supercherías, pues vaya
prestigio si no pone el 13... Así que allá fue Apollo 13 y bien 13.
Pero, mire por donde, Apollo 13 salió en la rampa 39, 3 veces 13, y que
no quiere decir mucho puesto que los demás también salieron de allí. Y
despegó en la hora 13, minuto 13, en horario del centro de control de
Houston, que es ya mucha casualidad. Por si fuera poco el cohete
lanzador, el Saturn hacía el número 5‑08 cuya suma da 13 y finalmente
el día de la avería era el lunes, ¡como no!, día 13 en el centro de
control terrestre. Demasiado 13 supersticioso, incluso para la NASA. La
explosión se produjo en el módulo que se llamaba encima Odisea (!).
En cambio, el nombre del módulo salvador, Acuario,
de 7 letras, número y símbolo cabalístico de salvación. La suma de los
números de la hora de lanzamiento suma 5, la del día (11.04.1970)
también da 5, y la del tiempo de vuelo al momento de la explosión eran
55 horas 55 minutos.
Nota: Con los números es fácil jugar, tal cual
ocurre en juegos de magia, por lo que no se han de sacar muchas
conclusiones de todo esto. Pero... ¿no es cuanto menos curioso?
En la numerología espacial hay más casos
curiosos en los que como en el caso anterior ni se afirma y se niega a
cabalistas ni detractores, pero se deja constancia de los datos.
Uno de los tres de Apollo 13, Haise, no era sin
embargo la primera vez que estaba en apuros. En la guerra de Corea,
años atrás, había sufrido un accidente en el que su avión ardió,
logrando salvarse. En 1970 pasó los apuros de Apollo 13, que nunca se
habían dado en un vuelo por el cosmos, y el 23 de agosto de 1973 tuvo
otro accidente con un avión, salvándose nuevamente pero sufriendo
ciertas quemaduras.
¿Sería gafe?
El que no se salvó fue el cosmonauta URSS Komarov
que en 1967 falleció al estrellarse la nave al regreso. ¿Pues sabe
usted que número de astronauta hace Komarov en la historia
astronáutica?... ¡el 13! Fue el primer hombre que murió en el curso de
un vuelo sideral. Además, el cosmonauta suplente de Komarov fue Yuri
Gagarin, que también moriría luego estrellado, en 1968, pero con un
avión.
El 13 es el de peor fama, pero en el caso de la
llamada cultura occidental puesto que en otras son otros números. Así
el número 9 por ejemplo se considera el símbolo de lo "sin vida", algo
así como la muerte. Bueno, pues el astronauta USA número 9 fue White...
que falleció en un entrenamiento espacial en 1967...
Pero el que siempre tuvo la peor imagen fue el 13. Y
13 era el número del último cohete Saturn 5 lanzado, en 1973, que envió
a la estación Skylab al espacio en vuelo no tripulado. Pues en el
lanzamiento se rompió el escudo protector, se arrancó un panel solar y
todo ello dio lugar a una grave situación que estuvo a punto de
suspender el programa.
El 13 no fue bueno para los americanos pero tampoco
para los soviéticos como hemos visto. En cambio el 11 fue bueno para
los primeros y fatal para los segundos. Apollo 11 es el más destacado
triunfo USA y de la historia astronáutica y uno de los de la Humanidad;
el cohete lanzador era el número 5‑06, que suma 11. Gemini 11 también
fue un buen vuelo, aunque no trascendente. Para la URSS, en cambio, el
Soyuz 11 fue todo lo contrario y constituyó la primera gran desgracia
pues en el vuelo citado perecieron los tres ocupantes.
En relación a Soyuz 11, uno de los tres cosmonautas
fenecidos, Viktor Patsayev había firmado una muñeca anteriormente con
la fecha siguiente a la de finalización del vuelo, día que nunca vería.
La muñeca fue subastada en 1993 por la casa Sotheby’s.
La misma casa de subastas Sotheby’s, subastaría en
la misma década la sonda soviética alunizada Luna 21 y el rover
Lunokhod 2 que viajaba con ella. Las compró el astronauta de pago
Richard Allen Garriott, hijo del también astronauta del Skylab Owen
Garriott, por un importe de 68.500$. Los vehículos siguen de momento en
la Luna y el también astronauta Richard solo tiene de ellos los
“papeles”.
Entre el 13 y el 20 de enero de 2011, medio millar
de objetos históricos de la astronáutica USA fueron vendidos en subasta
por Internet con precios de salida entre los 100 y los 2.000$ la
mayoría. Figuran entre tales objetos, que eran propiedad de antiguos
astronautas o sus familiares y otras personas: medallas; sellos;
periódicos; fotografías; el plan de vuelo de Apollo 11 con la firma de
Aldrin; auriculares de Apollo 16; cigarros Tareyton llevados en 1962
por Schirra; una fotografía firmada por los astronautas que murieron en
la explosión del Challenger en 1986; y un calendario Playboy (de
noviembre de 1969) llevado (extraoficialmente) a la Luna por Apollo 12.
El objeto que mayor cifra alcanzó fue una bandera llevada por Apollo 11
a la Luna que llegó a unos 30.000€; la bandera había sido firmada por
los tres astronautas de tal vuelo y dedicada por Armstrong a Rooster
Andrews, un amigo del mismo de Texas y que fue el tenedor de la misma
hasta esta subasta. Por cierto, el calendario de Playboy se subastó en
unos 14.000€ y es una fotografía de DeDe Lind con una dedicatoria de
broma que dice: “Pete y Al me dejaron con un gran Dick en órbita
lunar en noviembre de 1969.”; conviene aclarar que el nombre familiar
Dick, tiene también el significado de “polla”…
Pero lo de las subastas tiene sus riesgos. En 2015
la NASA subastó por un error de identificación una bolsa conteniendo
restos lunares de Apollo 11. La compró una señora, Nancy Carlson, de
Illinois, por 892 euros. Cuando la misma pidió el certificado de
autenticidad a la NASA, ésta se dio cuenta de la equivocación y en 2016
andan las dos partes, la NASA y la señora, sin acuerdo para la
devolución de la histórica bolsa y… en pleito.
Con la crisis económica de los noventa, los rusos
vendieron cantidad de cosas de su programa espacial. La casa Sotheby’s
les subastó en 1993 más de 2 centenares de cosas: desde una cápsula
Soyuz que voló a la Mir en 1990, hasta una bolsa para recoger orina
(sin usar, claro), pasando por el traje de entrenamiento de Gagarin,
0,2 gramos de polvo de la Luna traido por Luna 16 (un particular pagó
por ello 442.500$), el telegrama de felicitación de Nikita Kruchev, un
traje pensado para la exploración lunar (que nunca hicieron los rusos),
diarios de cosmonautas, planos de proyectos espaciales, etc., etc.
En mayo de 2001 la casa Christie’s de New York
subastó el informe que Gagarin redactó tras su histórico vuelo, llamado
el diario de Gagarin, por el que se esperaba obtener hasta 37 millones
de pesetas. También entonces se subastaron el envase de cristal que
llevó el citado cosmonauta para tomar café con leche en su nave
espacial, con un precio de salida de cerca de 4.000 $, así como
emblemas, insignias y ropas de vuelos lunares Apollo; en total 300
objetos.
Más pujas. El 20 de julio de 2017, la misma casa
Sotheby's sacó a subasta 173 objetos o motivos espaciales, algunos de
Apollo 11 y el Apollo 13. Entre los mismos: la bolsa de 30 cm por 22 cm
con restos de polvo selenita recogido por Armstrong que se citó antes
con un precio de salida de 4
millones de dólares que se adjudicaría en 1,8 millones; un traje
espacial de V. Grissom con precio de
salida de 60.000 dólares que se adjudicaría en 43.750 dólares; un
muñeco del perrito Snoopy, nombre del LEM
de Apollo 10; la bandera USA de Apollo 13 (que no pudo ser llevada al
suelo lunar) con precio de salida de 18.000 dólares; y varias maquetas,
insignias y fotografías firmadas por los astronautas de tal época.
El 18 de octubre de 2018 se subasta un meteorito
lunar de 5,5 Kg, el NWA 11789, también llamado Buagaba, hallado en 2017
en Mauritania y fragmentado o compuesto por 6 trozos. Se esperaba que
saliera por al menos 432.000 euros.
A finales de 2008 la casa de subastas Sotheby’s en
Moscú sacaba a licitación diarios, informes y cartas manuscritas de
Gagarin entre 300.000 y 500.000$, contando como documento más valioso
el informe redactado tras su histórico vuelo (uno de los cuatro
informes existentes; los otros 3 estaban entonces en archivos de
Rusia); tales documentos los había comprado hacia 1993 el americano
Ross Perot en otra subasta.
Por cierto, otra desgracia de la URSS fue la muerte
de su héroe Gagarin, el primer hombre en el espacio, que había nacido
un 9 de marzo de 1934 y murió un 27 de marzo de 1968. Según un
cabalista, Gagarin había nacido en el día 3 veces 3, del mes 3, de 1934
y estaba en ese 27 de marzo de 1968 en fecha nefasta pues era el día 3
elevado a 3, del mes 3 de 1934, que es el año de su nacimiento, el 34,
por dos...
Y otro, por cierto, Grisson, fue designado para el
primer Apollo, en cuyo entrenamiento perdería la vida un día 27 (9
veces 3) de enero de 1967, el día 21 de marzo de 1966, o sea, el día 7
veces 3, del mes 3, de 22 veces 3...
En Corea del Sur también son supersticiosos y en la
serie de sus satélites, los Koreasat, el número 4 se saltó por ser
considerado allí el de la mala suerte. En un sitio el 13, en otro el
4,... estos humanos.
Se cuenta que Gagarin, antes de llegar a la rampa de
disparo y subir a la cápsula Vostok colocada sobre el cohete para
despegar, se detuvo para orinar en un lado del autobús (dicen que en la
rueda trasera derecha) donde, desde entonces, como costumbre de buena
suerte,
homenaje o superstición (a saber...), orinan todos los cosmonautas que
le sucedieron (o hacen las veces...). Por lo visto, los pobres de Soyuz
11 o Komarov de Soyuz 1, que murieron al final de sus vuelos, lo de
orinar no lo hicieron bien…
Otra costumbre de los cosmonautas es escuchar
música, hasta tres piezas o canciones, mientras esperan sentados en la
cabina el momento del despegue.
También a la partida, las esposas de los cosmonautas
rusos no se despiden de los mismos porque creen que les puede traer
mala suerte. La noche antes del vuelo suelen ver habitualmente una
película titulada “El brillante sol del desierto” de 1969, que trata
sobre la implantación de los soviéts en el Asia Central después de la
guerra civil entre 1917 y 1923, a través de las aventuras de un
soldado. También brindan con champán, escuchan la canción “El césped de
mi jardín”, comen pepinillos en salmuera, firman en la puerta de la
habitación donde duermen la noche antes del lanzamiento, y ya a unas
horas hacen la solemne declaración de que “estamos dispuestos para
volar, lo hacemos por propia voluntad y sin ninguna presión de nadie”.
También plantan un árbol en Baikonur, en la llamada Avenida de los
Cosmonautas. Visitan la Plaza Roja en Moscú y ponen flores a Gagarin y
Korolev. Se cortan el pelo dos días antes del vuelo. Colocan monedas
sobre las vías del tren que lleva al cohete Soyuz a su rampa. El
comandante lleva un muñequito como mascota que cuelga luego en la
cabina. Todo un ritual... de superstición, nacido en parte del vuelo de
Gagarin.
Otro rito que acompaña la partida de los cosmonautas
rusos es la de recibir la bendición de un pope, si bien esto es mucho
más reciente, tras la desaparición de la URSS, puesto que antes el
ateísmo oficial no daba para bendiciones... O al menos no lo contaban…
Los cosmonautas también visitan el monasterio de la
Santísima Trinidad y San Sergio. Aquí reciben un pequeño evangelio e
iconos que suelen luego llevar en el vuelo. En ocasiones, los rusos han
llevado además algunas reliquias de varios santos, así como de un
presunto trozo de la madera de la cruz de Jesucristo (2009, llevado a
la ISS).
El personal ruso de Baikonur, su famosa base de
lanzamiento espacial, también tienen por costumbre arrojar monedas a
los raíles que lleva a cada cohete hasta la rampa de disparo para
propiciar la buena suerte en el lanzamiento. La hora de salida del tren
con la cosmonave, a las 7 de la mañana, también es respetada desde los
tiempos de Gagarin. El récord en tales “lanzamientos” de monedas se dio
en el disparo del módulo Zarya de la ISS.
Según contó un ingeniero ruso, en la época dorada de
los lanzamientos soviéticos en Baikonur, si alguno del personal soñaba
con un pez... era signo de que algo iba a ir mal en el disparo.
Más supersticiones o curiosidades, pero ahora
americanas. Antes de ponerse el casco, para iniciar su viaje a la torre
de lanzamiento y acomodarse antes del lanzamiento, los astronautas
reciben un beso de sus cocineros. El desayuno suele ser a base de un
filete de vaca y huevos a la ranchera... y un pastel que lleva el
dibujo del emblema de la misión que nadie se lo come por miedo a “la
mala suerte” que implicaría partirlo... Por su parte, el jefe de
operaciones, tras el éxito del lanzamiento, suele invitar a los
técnicos a comer judías con jamón, puerros y cebollas, y pan de maíz;
comen así el llamado plato de judías picantes en el mismo centro de
control junto al VAB en el Centro Espacial Kennedy.
También se cuenta que durante el programa Shuttle
los astronautas americanos, antes de embarcar para el lanzamiento,
echaban una mano de póquer, en una modalidad concreta en la que pierde
el que tenga las cartas más altas. Y no dejaban el juego, ni
embarcaban, hasta que el comandante perdía. Decían ellos que era para
“agotar así la mala suerte” de la jornada… y por tanto que el
lanzamiento saliera bien…
Otra de juegos, pero no de cartas. El balón de
fútbol con el que se inauguró el Mundial de Rusia 2018 fue llevado
previamente a la Estación Orbital Internacional y devuelto a tierra
unos días antes del inicio del partido inaugural. Se trata del modelo
de balón Telstar 18, nombre que es el mismo del primer satélite de
telecomunicaciones activo repetidor y primero comercial que
enlazaba América y Europa. Se dice que se dio el nombre porque el balón
recuerda la forma casi esférica del satélite citado de la empresa ATT.
El fabricante del balón es Adidas que ya dio ese nombre en 1970,
entonces llamándolo Telstar 1970 y el que tenía hexágonos blancos y
negros porque así se distinguía mejor en las pantallas de TV en blanco
y negro. El balón de 2018 lleva por vez primera integrado un chip
llamado NFC para control de toda la dinámica del objeto en el juego
(velocidad, giros, etc.).
Pero el primer balón que fue lanzado hacia el
espacio fue en 1986 el que llevaba Onizuka en el Challenger como
donación del colegio Clear Lake High School, de cerca de Houston, donde
estudiaba la hija del astronauta. Sin embargo, ni astronave, ni balón,
ni astronauta desdichadamente, llegaron al espacio porque la primera
explotó a poco más de un minuto de despegar. El balón fue recuperado
entre los restos del Orbiter y como homenaje a Onizuka fue vuelto a
lanzar en otro vuelo donde sí logró llegar al espacio.
A finales de 2002, recibió su bautismo espacial el
astronauta americano John Herrington, primero de origen indio. Sus
compadres, antes del vuelo, celebraron el asunto con danzas y canciones
propias de su etnia. Herrington llevó al espacio puntas de flecha, un
poco de hierba fresca de la pradera, una flauta y alguna cosa más, pero
no le dejaron llevar el tabaco “ceremonial” que según el interesado era
para... su uso “espiritual”. La NASA se plantó aquí y dijo que no, que
tabaco que no. Por un cosmos limpio se quedó sin tabaco el indio...
Otras supersticiones: las antiguas sobre la Luna.
Los antiguos creían en extrañas fuerzas de la Luna: Se creía que la
Luna llena atraía las arañas si se limpiaba la casa; que las heridas no
podían ser expuestas a la luz lunar porque las corrompía; que las bodas
no se debían celebrar en creciente; que la luz de la luna llena hacía
padecer sonambulismo a los niños; etc. De mitos populares surgieron
también otros “poderes” lunares dando lugar a personajes novelescos
como el “hombre lobo”, etc. También hubo un tiempo en que se creyó que
la Luna era el lugar a donde iban las personas al morir.
Más supersticiones. La visita de los cometas siempre
trajo polémica y temor. Se les achacó toda la clase de desgracias. Uno
de los más famosos fue el Halley. Así fue que cuando pasó ante la vista
de nuestro planeta se asimiló supersticiosamente en ocasiones a hechos
de la época, como la derrota de Atila en el año 451, o la muerte de los
Papas Bonifacio III en el 607, Lucio II en 1145, y Gregorio XI en el
1378, la desgracia en batalla del rey Harold en 1.066, e incluso
curiosamente las inundaciones de París en 1910, en el último paso antes
de la era astronáutica, y terremotos como los de Chipre en 1222,
Nápoles en 1456, Miremon, en Francia, en 1682, Líbano en 1759, y Costa
Rica también en el citado 1910. En tal repetido año, se le achacaron
toda clase de desdichas, advirtiendo del peligro de ceguera al mirarlo,
de las radiaciones, etc. Fue entonces también la “señal” del fin del
mundo e incluso se le achacaron algunos suicidios. En Austria, en
escuelas y hasta en el púlpito, se pregonó la inocuidad del cometa por
miedo a la reacción de las gentes que vendían sus bienes y temían “al
fin del mundo”. Al anunciar que iba a pasar la Tierra por la cola del
cometa, Chicago se vendieron muchas máscaras de gas, pues se pensaba
que la citada cola contenía gases venenosos (y cierto que tiene
cianógeno, pero sin peligro de caer sobre la Tierra y en cantidad
despreciable) y se dieron casos de histeria y suicidios. Para combatir
también “los gases venenosos” hubo hasta quienes vendían como antídoto
“pastillas contra el cometa”. Pero había quienes, a la contra, decían
que hasta curaba enfermedades. Incluso se llegó a constituir la
asociación “Amigos del cometa”. En España y también en otros lugares
del mundo en general, su aproximación, en mayo, fue seguida de noche
con expectación pero también como una fiesta, orquestas incluidas, y en
París se pusieron de moda las “cenas del cometa”. También hubo quien
dio al nombre de su hija, recién nacida, el de Halley.
Curiosamente, el escritor Mark Twain (seudónimo de
Samuel Langhorne Clemens), nacido el 10 de noviembre de 1835 en Florida
(Estado de Missouri), en el paso anterior del Halley, llegaría a decir
que esperaba “irse” (morir) cuando el mismo volviera. Y así fue,
falleció el 21 de abril de 1910, un día después de pasar Halley por su
perihelio.
También se dice que el famoso “Angelus” católico fue
instaurado por el Papa Calixto III como recomendación para prevenir los
males que pudiera traer el cometa...
En 1997 el suicidio masivo en el californiano Rancho
de Santa Fe, cerca de San Diego, de 39 personas (3 veces 13), casi
todas menores de 40 años (21 mujeres y 18 hombres, la mayoría de 18 a
24 años), de la secta “la Más Alta Fuente”, liderada por un antiguo
profesor de música (y también paciente de un psiquiátrico en 1971 donde
había ingresado para “curarse de su homosexualidad”) llamado el “padre”
John y también Do (Marshall Applewhite) y el “hermano” Logan, estuvo
también basado en la visita de otro cometa, el Hale-Bopp. Eran tan
austeros y célibes que 6 de ellos estaban castrados (el líder el
primero...). Según manifestaron en un video grabado por ellos, en la
cola del cometa venía un platillo volante al mando de la deidad Ti
(¿quién será?) para “rescatarlos” y llevarlos al Cielo... una vez
despojados del cuerpo material. ¿El “billete de viaje”?, barbitúricos
con vodka... aunque también 2 por asfixia con bolsas de plástico;
además, llevaban cada uno 5 dólares (por si acaso en el más allá...).
Uno de ellos, curiosamente, era hermano de Michelle Nichols, actriz que
trabajó en el papel de la teniente Uhura en la serie Star Trek. Tenían
su página de Internet en www.heavensgate.com y se dedicaban
precisamente a la informática, en concreto al diseño de páginas y
programación, con su empresa llamada la Más Alta Fuente de la WWW.
Siguiendo con suicidios, en enero de 1998 fue
desarticulado un intento de suicidio colectivo en Tenerife. Una secta
tenía previsto tal “adiós al mundo” de unas treinta personas porque
luego, al morir, una nave espacial extraterrestre les recogería el
espíritu para devolverles a la vida en otro mundo porque el nuestro se
iba a acabar... Y es que parece ser los extraterrestres, alguna
versión, modelo o formato de los mismos, no son de este Universo, sino
transmundanos, de otra dimensión. Incluso su nave espacial sería de lo
más interesante, pues va y viene por las dimensiones desconocidas del
más allá como Pedro por su casa. Pero lo peor de todo, según parece, es
que para viajar en ella, el billete lo despacha el enterrador...
También con motivo de la visita del Halley en 1986,
los europeos enviaron la sonda Giotto hacia el cometa y lanzaron a la
sazón un concurso de dibujos para niños. En una ceremonia celebrada el
15 de junio de 1986 en París se entregaron los galardones a los
premiados (entre ellos a 3 españoles) tras seleccionar entre 17.000
dibujos de 14 países y de los que los españoles, con 12.092 dibujos,
eran el grupo más numeroso, hecho achacado a la mayor divulgación del
concurso. Todos los dibujos fueron metidos por la ESA en cofres
especiales destinados para ser abiertos solo en la siguiente visita del
cometa Halley, ¡a los 76 años!, cuando muchos de los infantes autores
fueran respetables ancianos... los que sobrevivan para entonces.
Anteriormente, en la visita del mismo cometa en
1456, el miedo al mismo fue tan grande que el propio Papa de entonces,
Calixto III, optó por declararlo un ser diabólico. E incluso se cuenta
a la sazón que el cometa fue... exorcizado o excomulgado, pero al
parecer esto es solo es una leyenda.
Hacia la mitad de los años 70 del Siglo XX, en los
Alpes italianos se fundó la llamada comunidad de Damanhur. Su
peculiaridad es que viven aislados, se consideran independientes
burocráticamente, y su objetivo en lograr una... nave espacial para
abandonar la Tierra, donde no les place pues estar, e ir a otros mundos
(pensaran que es como en las películas, que se llega fácilmente a un
planeta habitable). Hasta escribieron a la NASA para que les facilitara
la nave. La NASA contestó muy diplomáticamente que en tal momento no
tenía ninguna disponible o “desocupada”...
Cuando el primero programa espacial tripulado
americano, el Mercury, los astronautas seleccionados eran 7 pilotos de
pruebas. Eran los primeros y la NASA quiso antes probar las cápsulas
con animales, en concreto con monos. Los antiguos compañeros de los
astronautas en su labor de pilotos de prueba, cuando se enteraron, se
mofaban de los 7 diciéndoles cosas graciosas como que “el primer vuelo
lo hará un mono”, “eres el suplente del mono”, etc.
Anteriormente se mencionó acerca de una sociedad
cuyos miembros creen que la Tierra es plana, pero ahora citamos otra
que cree que la Tierra es esférica... pero con la superficie hacia
dentro. Existe, o existió, tal sociedad en Alemania desde hace tiempo y
piensan que las antípodas están detrás del cielo, sobre nuestras
cabezas, y que el Sol, planetas, etc., están en medio, donde se acentúa
la curvatura espacial, con lo cual no vemos el resto de la Tierra. La
sociedad hasta pidió en 1933 que se comprobara su teoría con disparos
de cohetes del VfR que incluso para "complacerles" disparó dos, sin que
los miembros de la sociedad pudieran en cambio así demostrar nada...
Con bastante más juicio, la NASA vende a partir del
Shuttle los huecos que sobran de tal tipo de nave, sacando buenos
beneficios. Tras programar las misiones, los espacios libres son
vendidos a investigadores privados, generalmente de ciertas empresas,
para que realicen sus ensayos, siempre que se antojen serios y
realizables. Pero no todas las solicitudes pudieron ser aceptadas. Una
de ellas proponía el deseo de una funeraria, USA ¡claro!, de esparcir
por el cosmos las cenizas mortuorias de sus clientes.
El cementerio espacial se hizo realidad enviando
cenizas de varios difuntos a bordo de satélites. Aunque hay que aclarar
que estos satélites siempre acaban cayendo hacia tierra y destruyéndose
en la alta atmósfera. De modo que el concepto de cementerio espacial es
solo aquí de carácter temporal. Caso distinto es el siguiente.
El famoso, en su momento, astrónomo E. Shoemaker
siempre había mostrado su sueño de ir a la Luna. De modo que, cuando
murió, parte de sus cenizas fueron metidas en una cápsula dentro de la
sonda Lunar Prospector, destinada, al final de su labor orbital en la
Luna, a impactar en el suelo selenita. Es el primer enterramiento, si
así se puede llamar, en la Luna y tal astrónomo es el primer humano
“semienterrado” (por así decir, puesto que solo iban parte de sus
cenizas) en un cuerpo celeste distinto a nuestro propio planeta.
Con seguridad, entre los clientes de tal funeraria
no llegaría a estar para el reposo espacial eterno Howard Reswick,
hecho llamar el Maharajá Gurudewa, americano de 30 años en 1979, quien
asegura entonces que los americanos no han llegado a la Luna realmente,
la cual no tiene rocas y es como un espejo de lisa. Lo de los Apollo
solo fueron filmes de ciencia‑ficción, y malos, y las películas de los
paseos lunares fueron en realidad rodadas en el desierto de Arizona,
aseguró Hridayananda Dasa Goswamil, Maharajá Gurudewa...
Los viajes espaciales fueron durante años objeto de
duda y escepticismo por parte de mucha gente, más de la que se pueda en
principio pensar, pero he aquí que hubo una vaca ‑sí, de esas que dan
leche‑ que no dudará desde el cielo de los bovinos pues tal, que era
cubana, fue la primera víctima de una reentrada de un artilugio
espacial americano. Un trozo de este último fue a dar precisamente a
principios de la década iniciada en 1961 contra el infortunado animal.
Veinte años después de la muerte de la vaca, cuando
el segundo vuelo del Columbia, un espiritista de Milán auguró el
fracaso de la misión y, mire usted por donde, tuvo parte de razón
porque el vuelo hubo de adelantar el regreso por avería. Pero la
misión, fracaso, lo que se dice fracaso, no fue. No acertó como el
satélite a la vaca, pero hubiera podido acertar si espera otros 20 años
(en 2003 el Columbia se desintegró sobre Texas)...
También acertaron los meteoritos respectivos de los
casos ya citados ocurridos en Nakhla (Egipto) en 1911, y en Alabama en
1954. Otro impacto meteorítico mortal tuvo lugar el 1 de mayo de 1860
en New Concord, Ohio, y la víctima fue un caballo. Se sabe también de
otros casos en que algún meteorito cayó muy cerca de personas, como el
llegado el 6 de abril de 1942 que pasó a 1 m de una persona en
Noblesmille, Indiana.
Para que todo salga bien lo mejor es rezar. Y el que
rezaba bien era Al-Saud, el primer árabe en el espacio (vuelo 18
Shuttle), en 1985, aunque, como era musulmán, para la genuflexión en el
repetido rezo diario cara a la Meca en el espacio, lo tuvo claro,
puesto que al dar vueltas a la Tierra cada hora y media, a saber para
donde quedaba la Meca. Así que su jefe religioso le dio expresa
dispensa, pero solo de arrodillarse.
Pero nadie piense que esto fue un caso único. En
2007, el malayo, igualmente musulmán, Sheikh Muszaphar Shukor se estaba
entrenando con los rusos para otro vuelo y también volvió a tener la
misma preocupación y hasta llevó un manual al respecto de 18 páginas.
El vuelo coincidiría además con el ramadán y como debería guardar ayuno
de día y en el espacio se pasa 16 veces por el día-noche, pues a ver...
Y los rezos diarios, pues igual ¿Cómo se arrodilla uno en la
microgravedad y mira para la Meca a 28.000 Km/hora? Así que el hombre
pidió consejo a la autoridad religiosa de su capital, Kuala Lumpur. El
Consejo Nacional de la Fatua de Malasia, que convocaron de paso un
seminario internacional titulado “El Islam y vivir en el espacio”,
recomendó a su astronauta que las genuflexiones fueran “mentales” y el
ayuno lo hiciera al volver al suelo terrestre; en cuanto a dirigirse en
el rezo hacia la Meca debía procurar emplear “su mejor sentido de
orientación”. Consejos muy loables; que tomen nota los radicales en
todos los ámbitos, que esto es “jurisprudencia” religiosa. Pues,
¡anda!, que cuando vayan a Marte…
Al-Saud, era además sultán y príncipe, sobrino del
mismísimo Rey Fahd Saudí. Y en el mismo vuelo también le acompañaba
Baudry, un francés. La comida que ambos llevaban era excepcional: a
base de langosta a la americana, pastel de liebre, etc.; ¡como no!,
¡uno rico y el otro francés!
Y de la buena comida a una mosca molesta. En el
vuelo 22 Shuttle, a bordo del Spacelab viajaban 300 moscas españolas,
una de las cuales se escapó. Los astronautas del vuelo la bautizaron
Willie, pero los ingenieros aeronáuticos españoles enviaron un
telegrama a la NASA diciendo que no, que no se llamaba Willie,
que ya que era española se llamaba Lola...
Cuando la tragedia del Challenger, a los pocos
minutos de la explosión varias cadenas de la TV americana conectaron,
para seguir la información del hecho, durante más de 6 horas.
Curiosamente, mientras el país se conmocionaba, una de las cadenas, al
ABC, recibió 1.200 llamadas en las que el 80 % protestaba por la
sustitución o interrupción de la programación normal que era una...
telenovela. Y es que, para gran parte de la sociedad, los dramas reales
no interesan, solo el drama-ficción...
En cambio, cuando la grave avería de Apollo 13,
ocurrida en 1970 camino de la Luna, que puso en vilo a medio mundo, los
índices de delincuencia en los Estados Unidos bajaron de modo
espectacular en la fecha tras producirse el hecho. Es decir, hasta los
cacos y demás fauna al caso concurrente habían desviado su atención
hacia Apollo 13...
Volviendo al Challenger, a principios de 2003, en
Alemania, un joven de 31 años, perturbado, sobrevoló Francfort
amenazando estrellarse contra el edificio del Banco Central Europeo
porque quería homenajear a la astronauta Judith Resnik fallecida en
aquel accidente de 1986 (casi 17 años antes, cuando el alemán tenía 14
añitos...), y de la que estaba ... enamorado. Quería así encontrarse
con ella en el más allá, pero solo lograría encontrarse en un...
psiquiátrico.
Y del Challenger al Columbia, que se desintegró
sobre Texas el 1 de febrero de 2003 al retorno del espacio del 113
vuelo Shuttle. El número del vuelo, 113, no es el 13, pero lleva un 13,
el considerado número de mala suerte por los americanos (y otros). El
día de la partida fue el 16 de enero de 2003, y el número vuelve a
sumar 13 (1+6+0+1+2+0+0+3=13). Ambas misiones acabaron trágicamente en
la misma semana del año: 28 de enero y 1 de febrero, la 5 semana del
año, y la suma de todos sus números, incluido el año, en ambos casos da
8, como también el número de misión (STS-107), 1+0+7=8, o el número de
letras del nombre (Columbia=8), o el número de años desde la tragedia
del Challenger (17 años; 1+7=8). Y si a cualquiera de estos 8 le suman
el número de la semana, 5, pues eso, que da igualmente 13; también el
terrible accidente en la cabina Apollo en que murieron 3 hombres
ocurrió en la misma semana, un 27 de enero (de 1967). Más: el Columbia
inició su vuelo un día 16, estaba en el 16 día de viaje y cuando se
desintegró, con temperaturas de 1.600ºC, estaba a 16 min del fin del
mismo; 8 y 8=16...
Las dos tripulaciones, de Challenger y Columbia,
constaban de 7 astronautas, las dos tenían un hombre de raza negra a
bordo, las dos tenían dos mujeres, las dos llevaban un invitado (una
maestra el Challenger y un militar israelí el Columbia), las dos tenían
comandante con un vuelo anterior, las dos un judío (Resnik y Ramon), y las dos tenían copiloto novato.
Puestos buscar, hay incluso más coincidencias, pero repetimos lo dicho
para Apollo 13, que con los números es fácil jugar, tal cual ocurre en
juegos de magia, y que no se han de sacar conclusiones fantásticas de
todo esto, aunque desde luego es algo bastante curioso.
Otras curiosidades más del mismo trágico vuelo: La
insignia de la misión con la forma de la silueta del Columbia apareció
prácticamente intacta en tierra, cerca de Nacogdoches; el símbolo había
sobrevivido... La misma insignia contiene 3 largas estelas que acaban
en una estrella que recuerdan el video de las largas estelas de la
desintegración. También contiene 7 estrellas en el cielo (una distinta,
la de David por el israelí) representativas de los 7 astronautas y
curiosamente en el funeral el Presidente Bush dijo aludiendo al profeta
bíblico Isaías (resumidamente):”Dios creo las estrellas y les puso a
cada una su nombre. El mismo creador que nombró las estrellas sabe los
nombres de las 7 almas que nosotros lloramos hoy”; parecía estar
aludiendo al mismo simbolismo. Los restos de los astronautas, incluido
el israelí Ramon, cayeron en una zona de Texas que tiene una localidad
llamada Palestina...
Por cierto, las insignias, emblemas, escudos o
patch, de cada misión de la NASA son realizadas en gran número desde
2008, con el STS-126, por el médico madrileño Jorge Cartes que cuenta
como socio con Tim Gagnon.
Más coincidencias... o quizá no tanto. La novela de
Julio Verne “De la Tierra a la Luna”, escrita en el Siglo XIX, mucho
antes de la era espacial, tiene varias coincidencias con el vuelo de
los Apollo, aunque no tantas como se pretende por parte de algunos. Es
curioso que las naves parten de Florida, con una diferencia de apenas
un par de cientos de Km, ambas llevan tres astronautas, y las medidas y
parámetros técnicos son bastante parecidos. Sin embargo, en tiempos de
Verne era posible hacer tales cálculos, si bien no deja de ser curioso
que pudieran afinar tanto. La coincidencia del nombre Columbia de la
nave Apollo 11 y el del cañón impulsor en la novela no puede ser del
todo válida en tanto que el nombre del cañón era conocido y los
americanos pudieron poner el nombre en la nave Apollo a propósito.
Además, alguna idea expuesta por Verne, como la del cañón lanzador, ya
habían sido formulada por otros autores. Otras pretendidas
coincidencias no lo son, o son forzadas tomando solo la parte
conveniente, pero ya es suficiente con las anteriores.
La capacidad del telescopio orbital Hubble, lanzado
en 1990, dio lugar a un buen montón de curiosas comparaciones. Se decía
que era tal que podía captar los dos faros traseros de un coche a
20.000 Km, a 10.000 Km según otros; una luciérnaga a 15.000 Km; que era
500 millones de veces superior al ojo humano; que podía ver una mosca
en Sydney, Australia, desde Washington, a 10.000 Km; leer la letra
pequeña de un periódico a 2 Km de distancia; una vela encendida
en la Luna; etc. etc. Aunque alguno de los datos será exagerado, pero
luego, al ser operativo, resultó que tuvieron que ponerle gafas...
En los años 80 una película titulada “Juegos de
guerra” ponía sobre el tapete la idea de que un posible ataque
informático al Mando Aéreo Estratégico podía desencadenar una guerra
nuclear... Aunque la cosa así planteada no era realmente tan fácil, la
ficción si evidenció posibilidades no tan lejanas en el peligro de
otras acciones más limitadas. De hecho en julio de 1985 se supo que 7
chicos, casi escolares, de New Jersey por medios informáticos, entre
otras cosas, habían obtenido los códigos cifrados para el control de
posición de satélites de telecomunicaciones, y otras claves para hacer
llamadas a mandos militares. El Pentágono y la compañía ATT negaron,
tanto si era verdad o no, como es natural, que los hackers hubieran
tenido tales accesos.
Durante el vuelo, récord de duración, del Soyuz 26,
Romanenko y Grechko, en Salyut 6, recibieron 2 tripulaciones de otros 2
Soyuz durante una semana. Se cuenta que Grechko le gastó a una de ellas
la broma de indicarle que la Salyut 6 estaba siendo seguida por
platillos volantes. Los recién llegados se asomaron, puesto que no lo
creían, y... efectivamente, allí fuera había “algo”: unos objetos
brillantes. Antes de que fueran a por prismáticos para verlos mejor,
desaparecieron; según Grechko “a la velocidad de la luz”. Luego les
dijo que debían que informar a tierra. En realidad, Grechko sabía que
eran trocitos metálicos de las paredes del Salyut 6, desprendidos, y
que al iluminarse por el Sol, en determinada posición orbital, son
confundidos, dado que no se les capta bien la distancia en relación al
tamaño.
Los cosmonautas se gastan pues bromas cuando tienen
ocasión, como ocurre en cualquier otro orden de la vida, hecho que
viene a romper la aburrida rutina, sobre todo en vuelos largos. En tal
Salyut 6, la llegada de la segunda mujer en el espacio, la primera en
vuelo con más personas, fue recibida por sus compañeros que le dijeron
en broma para picarla “el mandil está en la cocina”.
Al llegar los primeros cosmonautas a la estación
Salyut 5, vieron que alguien de los constructores había dejado un
cartel a la entrada que ponía “limpiarse los pies”.
En la estación Salyut 6, Ivanchenkov recibió de su
esposa una caja de bombones, pero al cosmonauta no le gustaba mucho el
chocolate, así que escondió la caja detrás de un panel. Antes de
abandonar la estación, apareció flotando en la microgravedad toda una
flota de bombones. Su compañero, Kovalionok, la había encontrado y
abierto para ver su contenido. Ambos cosmonautas tardaron luego 2 horas
en recogerlos, esparcidos por toda la estación. Pero no los pillaron
todos, porque los de la tripulación siguiente todavía encontraron dos
más... de los rellenos de coñac.
Lo que no fue una broma fue el intento del
Movimiento Raeliano, del periodista deportivo y ex–corredor de
automóviles francés Claude Vorilhon “Rael”, de abrir en 1994 en Suiza
una sede diplomática para los extraterrestres, cosa que el gobierno
suizo no quiso habilitar... La sede, que debería contar con pista para
aterrizar los platillos volantes, fue pedida al departamento de Asuntos
Exteriores pero el mismo dijo que cuando aterricen y se presenten,
conforme al derecho internacional, para ser reconocidos como comunidad,
entonces estudiará el estatuto diplomático... Al año siguiente lo
intentaron en Israel para lo que tuvieron que cambiar sus símbolos: una
cruz gamada dentro de una estrella de David... (si Hitler levantara la
cabeza). El citado periodista asegura haber contactado en 1973 con los
Elohims (dioses) de los que emana la vida humana en la Tierra, según
afirma, siendo nosotros clones de ellos.
El mismo grupo anunciaba en Canadá a fines de 2002
el inminente nacimiento del primer ser humano clonado luego de
experimentar con 10 embriones clonados, de los que 5 fueron abortos; la
madre del presunto clon sería una mujer de los Estados Unidos que no
podía tener hijos. Crearon al respecto una empresa llamada Clonaid.
Pero mientras los suizos no se mostraron muy
proclives al asunto alienígena, en cambio, ahí está la República de San
Marino, que no solo edita sellos, y dedicados algunos a los OVNIs, sino
que paladinamente se han inclinado por una política de claridad en el
tema. Ahora solo les falta que llegue el OVNI...
También en Holanda, concretamente en Houten, hay
cierta cosa OVNI, o UFO, que son las siglas en inglés. Así, Martin
Riebeek convenció a las autoridades del lugar para que dos rotondas de
tráfico dejaran libre el círculo central, con la letra U (de UFO) a su
vez en su centro a modo de señal de pista de aterrizaje, para…
platillos volantes.
De los extraterrestres, o mejor dicho de los humanos
que dicen estar en contacto con los mismos, hay infinidad de anécdotas:
Muchas pueriles, pocas simpáticas, y algunas trágicas, como las
aparecidas tras el grave atentado de extremistas del 11 de septiembre
de 2001 en el que 3 aviones con pasajeros fueron estrellados contra
edificios sobre New York y Washington. Tras esta masacre salieron a la
palestra gente que dijo haber visto un OVNI, o quien por Internet
achacó los actos a la influencia de “los extraterrestres malos que
controlan telepáticamente las mentes humanas”. Y aquí citan nada menos
que a 19 razas de extraterrestres originarios de Orión, Draco y Sirio.
También asegura que el 99 % de la gente de la población americana de
New York estaban telepáticamente invadidos por marcianos... Por cierto
también salió el Rael de un párrafo anterior a la palestra con cierta
propuesta macabra...
En fin, que haya locos en el mundo nunca lo podremos
evitar, pero es sencillamente asombroso que la prensa se haga eco, les
haga el juego de la publicidad gratuita con la más mínima referencia...
En 2000, en la aldea polaca de Wylatowo en Pomerania
(Kujawy) aparecieron una decena de círculos en los trigales, formando
dibujos simétricos. Los vecinos estaban convencidos de que se trató de
OVNIs que iban allí para absorber energía eléctrica de las líneas de
alta tensión que por allí discurren. Pero el temor principal de los
aldeanos se manifestó al sospechar "que tuvieran ahora que pagar por
ello una alta factura eléctrica..."
En España, el 10 de agosto de 2021, en el Boletín
Oficial del Estado publicaba el anuncio de notificación de 5 de agosto
de 2021 en procedimiento de inscripción de constitución en el Registro
Nacional de Asociaciones de la entidad denominada Asociación de
Abducidos por los Alienígenas España. Se dice el texto de referencia
del BOE (https://www.boe.es/boe_n/dias/2021/08/10/not.php?id=BOE-N-2021-1198739) que “no siendo posible practicar la notificación por causas no imputables a la Administración”...
(es decir, que el Ministerio del Interior no localiza a la Asociación
de Abducidos…). Lógico. Están abducidos. Andan por ahí arriba, en lugar
indeterminado. En el remite deberían haber puesto “platillo”, número de
“platillo”, y “dársena de atraque” o zona campestre de avistamiento. Y
es que los abducidos no están nada puestos en burocracia.
En 2021 aun no han llegado “oficialmente” los
aliens, pero no falta quien se atreve a fijar la fecha futura de tal
evento. Publicado por El Confidencial en agosto de tal 2021, un
autoproclamado “viajero del tiempo futuro” anuncia en su cuenta de
TikTok que los extraterrestres llegarán el 24 de mayo de 2022. Además,
afirma que ya están en la Tierra, que se llaman “Nirons” y que, aunque
son pacíficos, los estadounidenses los atacan en una “guerra
interdimensional”, que no sabemos que es ni con qué disparan, pero que
al tipo le suena superguay para tratar de impresionar. Bueno, pues el
“viajero” tiene un destacado seguimiento en tal red social (33.000
seguidores y ½ millón en visionado de vídeos). Tal es el nivel que
tenemos...
Según afirmó el famoso modisto Paco Rabanne en su
libro “El fin de los tiempos”, el número de teléfono con que Nixon
habló con Armstrong en la Luna fue el 666-666, o sea, cabalísticamente
dos veces el número de la “bestia” a que hace referencia el
Apocalipsis, aquí reinterpretado por Rabanne, dando a las
comunicaciones por radio (eso sí, en su mal uso) la correspondencia a
tal “bestia” bíblica.
En el mismo vuelo de Apollo 11, para el caso de que
los astronautas no hubieran podido regresar de la Luna, el mismo
Presidente Nixon tenía prevista una actuación en la que primero hubiera
llamado a las viudas de los dos hombres y, tras el corte de
comunicaciones con la Luna y la correspondiente oración de un
sacerdote, hubiera leído el siguiente mensaje a los norteamericanos:
“La suerte ha querido que los dos astronautas que fueron a la Luna para
explorar con espíritu de paz descansen en la Luna en paz. Estos
valientes hombres, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, saben que no tienen
ninguna esperanza de ser salvados. Pero saben que su sacrificio
aportará esperanza a la humanidad. Todo ser humano que mire a la Luna
por la noche verá y sabrá que hay otro sitio del mundo que forma para
siempre parte de la humanidad.” Afortunadamente el Módulo Lunar de
Ascenso funcionó correctamente y no hubo funeral. El mensaje fue redactado por William Safire, periodista del New York Times.
Y puestos a citar sacerdotes, en el caso de los
rusos tras la desaparición de la URSS, protocolariamente, antes del
lanzamiento, un sacerdote ortodoxo procede a salpicar con agua bendita
al cohete a lanzar. La cosa, como superstición que es, tiene por objeto
conjurar para que las cosas salgan bien, aunque alguien podrá pensar
que es porque... como el cohete va para el cielo...
El mismo modisto Paco Rabanne, ya en funciones de
profeta accidental, vaticinó unos meses antes que el 11 de agosto de
1999, coincidiendo en el tiempo con las catastróficas profecías de
Nostradamus (“... en el séptimo mes de 1999 el rey del terror vendrá
del cielo...”), que la estación orbital rusa Mir caería en tal fecha
sobre París. Por ello, para evitar que lo cogiera la destrucción, al
mismo tiempo anunció su prudente retirada del oficio en las pasarelas
parisinas. Por si fuera poco, a los pocos días de emitir la “profecía”
a los cuatro vientos resultó que a la Mir se salieron problemas...
Pero, naturalmente, la profecía no se cumplió y algunos ociosos se
concentraron luego en número de 200 frente al local parisino del
modisto con pancartas que decían cosas así como “Te equivocaste. No hay
Pacolipsis”, o “Paco, ponte las gafas.”
Por entonces, el 11 de agosto de 1999, se produjo un
eclipse de Sol, total para centro-Europa. Y una secta llamada de la
Energía Universal y Humana hizo construir una nave semisubterránea de
hormigón en L’Aleixar, Tarragona, para “protegerse de la inundación”
que se iba a producir en tal fecha hasta los 300 m de altitud, según
ellos, pues creían que iba a llegar una ola gigantesca. Las profecías y
anuncios de catástrofes se extendieron con profusión por todo el mundo.
Cosas de la “inundación”... mental.
El repetido eclipse también dio lugar a otras
“inundaciones”, la de compradores de filtros y gafas para su
observación hasta el punto de venderse en Alemania, Gran Bretaña y
Francia 20 millones de ellas. Los más privilegiados se fueron en avión
a seguir la sombra y algunos, como el Administrador de la NASA, fueron
a un observatorio en Hungría.
Seguimos con el eclipse. En la población de
Salzburgo, Austria, el ayuntamiento decretó que los semáforos se
quedaran en rojo durante el eclipse... para evitar accidentes. Y en
Francia y Luxemburgo se prohibió durante el citado tiempo la
circulación de camiones de más de 7 Tm con carga peligrosa. El Consejo
de Ministros austriaco se suspendió para ver el evento. Los comercios
en el norte de África, donde el eclipse fue parcial, cerraron. En la
India se tomaron baños “purificadores”, en una ciudad de Rumania se
tocaron las campanas para ahuyentar “los malos espíritus” mientras duró
el eclipse, en Alemania se suicidaron 2 personas ante el “fin del
mundo” profetizado por algunos, en Bucarest dos turistas alemanes
hicieron testamento antes del eclipse, en Rumania el miedo al mismo
llevó a un hombre a tomar 3 litros de aguardiente para darse valor pero
tanta ingesta lo mató, en Brasil fueron liberados por un supersticioso
comisario los 3 únicos presos de una cárcel ante la posibilidad de que
llegara el “fin del mundo”, en Ciudad Real (España) el miedo por el
“fin del mundo” del eclipse hizo que una niña de 12 años sufriera tanta
ansiedad que perdió el pelo, y en Barcelona un gorila albino fue
encerrado en su jaula para que no saliera a la luz... del eclipse, como
si el Sol normal, en su plenitud, fuera mejor para los delicados ojos
del gorila o el animal fuera tan tonto como tantos y tantos humanos.
Un eclipse lunar hizo que en el año 840 el emperador
Luis de Baviera le entrara tanto pánico que murió literalmente de
terror.
El 27 de febrero de 1979 hubo un eclipse solar que
fue visible en Norteamérica con tanta eficacia que en algunos sitios
las gallinas, confusas o quizá por “miedo” al estilo humano, empezaron
a poner huevos a toda marcha.
Otro anuncio del “fin del mundo” tuvo lugar en 2008,
pero esta vez el peligro no provenía del espacio... El 10 de septiembre
de tal año se inauguraba en Ginebra el mayor acelerador de partículas
de la historia ante lo cual aparecieron unos “científicos iluminados”
que aseguraron que el acelerador señalado podía crear un agujero negro
que se tragaría a nuestro planeta. Incluso lo denunciaron, intentando
paralizar el acelerador antes de su puesta en funcionamiento, ante el
Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que naturalmente lo
desestimó. El CERN, responsable del acelerador, tuvo que emitir un
comunicado asegurando rotundamente que sus experimentos no eran
peligrosos.
Y más “fin del mundo”. Para mayo de 2033 los
“expertos” en “conspiraciones”, “tragedias planetarias”, etc.,
anunciaron que un hipotético planeta perdido, también llamado planeta X
y Nibiru, impactaría contra nuestra maltrecha Tierra. Como se puede
comprobar, no ocurrió nada. Entonces, con motivo del famoso fin del
calendario maya el 21 de diciembre de 2012, desde un año antes se
vuelve a la carga con otro “fin del mundo”. Hasta la propia NASA tuvo
que desmentir que no nos iba a caer tan enorme carga del cielo por
mucha hipotética profecía maya que haya. Como sea que Internet es una
inagotable fuente de información en la que confluye tanto la verdad
como la mentira, y se vierten en la misma toda clase de teorías al
respecto, conviene aclarar que lo que suele haber detrás son intereses
comerciales que se aprovechan de las mentes más débiles: les venden
libros malísimos, y hasta kits de supervivencia... No hay ningún dato
consistente que respalde ninguna “profecía” al respecto. Ya podrá ver
cualquiera como la fecha de la “catástrofe” se traslada en diciembre de
2012 a alguna otra posterior para seguir alimentando el “chollo”...
En otro tiempo los eclipses eran temidos
supersticiosamente. En el año 840 (5 de mayo), durante uno de estos
fenómenos, el emperador Louis de Bavaria se asustó tanto por el mismo
que murió presa de un estado de nervios y pánico.
Volviendo a la Mir. Cuando de verdad se planeó su
hundimiento sobre el Pacífico, en marzo de 2001, un vidente-astrólogo
ruso, Pavel Globa, anunció que la operación iba a tener “una
desagradable sorpresa” ya que coincidía con el comienzo del Año del
Halcón en el calendario Persa, época, según él, propicia para las
catástrofes procedentes del cielo...
Y citando a astrólogos, una rusa de tal condición
pidió en 2005 a un tribunal ruso que impidiera que la sonda americana
Deep Impact se estrellara contra el cometa Tempel 1 porque lo iba a
“destrozar”. Por tal choque, que según la rusa “desequilibraba las
fuerzas naturales del Universo”, reclamaba la astróloga a la NASA que
la compensara por “daños morales” con 240 millones de euros.
Previamente un tribunal le contestó que el asunto estaba fuera de su
jurisdicción, pero enterada de que la NASA tenía en Moscú
representación oficial volvió a la carga. Por si hay alguna duda, estos
casos no son más que pura publicidad gratuita, claro.
Claro que, en cuestiones judiciales, los americanos
también tienen sus cosas. Tras la degradación de categoría de planeta a
planeta enano (o plutoide) por parte de la Unión Astronómica
Internacional en 2006, los estados USA de Illinois y New México (de
nacimiento y muerte del astrónomo Tombaugh, descubridor de Plutón)
declararon su negativa a aceptar tal calificación y aprobaron
resoluciones por su cuenta (2009 y 2007) declarando como planeta a
Plutón.
Otro calendario y más ¿sorpresas? Resulta que el
asombroso calendario astronómico de los antiguos (y por otro lado
sanguinarios) mayas, como no hay otro igual en precisión por sus
cálculos entre las antiguas civilizaciones, tiene por fecha final la
del 23 de diciembre de 2012. De aquí se deduce por parte de algunos que
es la fecha del... ¿fin del mundo? Desde luego, el fin del mundo maya
ya hace tiempo que ocurrió...
El 23 de marzo de 2001 la estación rusa Mir fue
precipitada sobre el Pacífico Sur. Para cubrir los riesgos de una caída
descontrolada se contrató una póliza de 200 millones de dólares. Los
países de la zona estaban temerosos de que les cayera encima... todos
menos uno. Los cien mil habitantes de la isla de Tonga se dice que
rezaban para que les cayera encima la Mir y poder así luego cobrar el
seguro, ya que andaban muy apretados en su economía.
La única tragedia real del hundimiento de la Mir fue
un suicidio en Taiwán. Un vecino de Taichung que padecía depresión se
angustió aun más por la “posibilidad” de que cayera allí (cosa
prácticamente imposible) la citada estación espacial y no pudiendo
soportarlo se fue al cementerio y se roció de gasolina, prendiéndose
luego fuego.
Uno de los astronautas que visitaron la Luna, Irwin,
se dedicó tras tal misión a la vida religiosa y hasta se dedicó entre
1982 y 1985 a buscar los restos del Arca de Noé, en el monte Ararat, en
la parte oriental de Turquía. No la encontró. Y eso que en febrero de
1974, años antes, se había dicho que un satélite americano había
obtenido desde 720 Km de altura fotografías sobre la frontera
soviético-iraní del mismo monte en las que se apreciaba un determinado
material que hubiera podido ser... los restos de la famosa Arca...
El automóvil lunar Rover de Apollo 15, fue dejado en
la Luna. Pero un californiano llamado Douglas Lovergreen ofreció en
agosto de 1971 2.000 dólares por la propiedad del mismo para que no
fuera en el futuro a parar a otras manos que no fueran americanas, y en
respuesta a otras dos ofertas, la de 1.200 dólares de un australiano y
1.000 de un brasileño.
Y en relación a otra propiedad, la de la mismísima
Luna, para cierto alemán nuestro satélite natural le fue regalado a sus
ancestros por Federico II de Prusia, lo cual entra en contradicción con
otro reclamante de la propiedad de Selene, un californiano que
aseguraba que según las leyes de su Estado la propiedad de un
territorio sin dueño es del primero que lo solicite...
En 1980, un estadounidense llamado Dennis Hope
“tramitó” en San Francisco que la Luna era suya y hasta hizo un
parcelario para vender terrenos selenitas. También solicitó la
propiedad de los planetas del Sistema Solar. Dice que el Tratado del
Espacio Exterior es solo para naciones y no para las personas. Como
nadie se lo ha impugnado y ha encontrado “compradores”, ya lleva
vendidos un buen número de “terrenos”. El precio de las “parcelas” es
de unos 30$ la media hectárea. Eso sí, a cambio entrega un documento de
“propiedad” con la localización de la parcela en un mapa. Claro que, a
ver cómo se arregla con otro “propietario” como el chileno siguiente.
Otro que también hizo lo mismo por su cuenta, pero
antes y más poéticamente, y hasta hizo documento notarial para intentar
el registro de toda la Luna como su “propiedad” fue un abogado chileno
en 1954 (con efecto del 25 de septiembre). Se llamaba Jenaro Gajardo
Vera (1919-1998) y le costó tal “registro” 42 pesos. El mismo reconoció
que solo era un acto simbólico como respuesta (protesta) ante el
requerimiento para su ingreso en el llamado Club Talca, el que le
exigía para ello tener un patrimonio. Además de salir en la prensa la
cosa, logró al fin ser socio del Club… Claro que, cuando se enteró el
Servicio de Impuestos Internos chileno, le llegaron un par de
inspectores a cobrarle la correspondiente contribución y como no lo
había declarado le acusaron de evasión de impuestos… Pero Jenaro alegó
que faltaba la valoración o tasación del “inmueble”. De los
funcionarios no se volvió a saber. Se cuenta que el Presidente Nixon le
pidió permiso cuando Apollo 11 para pisar “sus terrenos”, pero no hay
constancia de que sea verdad. Finalmente, en el testamento del abogado
figura que la Luna la dejaba para el pueblo chileno...
Algunos terrenos lunares fueron pronto
“vendidos” al
tiempo de los Apollo por parte de avispados “inmobiliarios” americanos,
con contratos que hacían referencia al derecho de los compradores a
poder hacer prospecciones mineras, al acceso a “las playas del Mar de
la Serenidad” así como asistirse del derecho de… ¡“pesca”! Puede que
nadie se lo crea hoy pero entonces, hacia 1970, ya habían aparecido
unos 1.000 compradores. También les vendían trajes espaciales hechos de
aluminio y otros artilugios.
En 2010, la perito judicial Ángeles Durán, de Vigo
(España), se declaró ante un notario como dueña del Sol y tres años más
tarde intentó vender por un portal en Internet sus “parcelas”, aunque
este último le suspendió el “negocio” al no ser bienes tangibles. El
precio de Sol, a 1 euro/m², caro-caro no es, pero quema mucho.
Algunos comentarios en la prensa no tenían desperdicio: si era la dueña
del Sol, también era subsidiariamente responsable de los desatinos del
Sol (quemaduras de piel, tormentas solares, etc.), así que podría
exponerse a demandas millonarias.
Siguiendo con Apollo, un hecho poco conocido fue que
una de las cápsulas para entrenamiento (BP-1227) que se había perdido
en el océano Atlántico fue recuperada por un buque soviético (¡la
competencia!) en 1970. Devuelta entonces a los americanos, la misma
reposará en Grand Rapids, Michigan, durante 100 años (1976-2076),
prestada por el Museo Nacional del Aire y del Espacio.
Y citando buques, el acero a utilizar por algunas
sondas espaciales ha de ser lo más limpio de radiación posible para no
despistar a detectores muy sensibles de a bordo. Pero tal limpieza no
es la ideal después de las explosiones atómicas habidas en nuestro
planeta tras el final de la II Guerra Mundial puesto que en el proceso
de fabricación del acero se utiliza el aire que desde entonces tiene
una ligera contaminación. Así que, para usar en tales ingenios
siderales, se recurrió a la obtención de acero anterior a tal guerra,
sacándolo de... barcos hundidos antes de la repetida contienda.
Cuando el Skylab amenazaba con su caída sobre
diversas zonas de la Tierra, entonces no concretadas hasta última hora
y centradas en el Océano Indico, dada la alarma causada por la prensa,
en alguna zona del centro de la India hubo por ello gentes que
abandonaron sus labores, casa y ganado, huyendo hacia... “un lugar más
seguro”, ¡y sin saber donde iba a caer...! Y hasta el mandatario hindú
Sanjiva Reddy aseguró que el Skylab era como “un demonio del que solo
Dios les podía salvar”.
Pero la caída del Skylab trajo más cosas curiosas.
Las millones de apuestas en Las Vegas apuntaban como
lugares favoritos de la caída Wisconsin y Nevada; lugares que no tenían
ningún sentido en la trayectoria real del momento del Skylab.
Curiosamente en un casino de Las Vegas, teóricamente se pagarían a
200.000 $ contra 1 si el Skylab caía en... el propio casino. En
Washington, en cambio, estaba prohibido el juego. Y en un restaurante
llamado Dove and Hawk la policía obligó a devolver el dinero a los
apostantes.
En otros lugares, en diferencia, hubo miedo. En
Jordania se decretó la alerta civil y en la India el pánico hizo que
los astrólogos hicieran su agosto con predicciones sobre donde iba a
caer el Skylab. Otros que hicieron su agosto fueron las compañías de
seguros cubriendo el riesgo. En Suiza, para evitar el pánico en la
población, la radio aconsejaba el uso de sótanos y refugios; Suiza
estaba curiosamente fuera de la trayectoria de sobrevuelo del Skylab en
su última trayectoria, pero cuando se trazó el plan de emergencia no se
sabía. Los alemanes también hicieron otro tanto.
En Madrid, una mujer de 56 años quiso tirarse por la
ventana de un tercer piso por temor a que el Skylab le cayera encima.
Los bomberos hubieron de intervenir en la mañana del día 11 de julio de
1979, el día de la caída del Skylab, para impedir el suicidio de quien
gritaba “¡Quiero morirme antes de que el monstruo me caiga encima!”;
pero que nadie se engañe, que la pobre señora ya estaba psíquicamente
mal antes de la llegada del Skylab...
En Brasil, cuando las emisoras de radio estaban
informando sobre la caída del Skylab, en el mismo día y hora del hecho,
un autobús cayó por rotura de frenos por un barranco yendo a dar sobre
una habitación vacía de personas de una casa en suburbios de Río de
Janeiro. El ocupante de la vivienda salió corriendo y gritando en un
ataque de nervios y refiriéndose al Skylab: “¡Cayó la máquina, cayó la
máquina!”.
En Sri Lanka, nativos ofrecieron cráneos humanos
como sacrificio y compraban “el aceite del Skylab” contra la caída de
la estación; el aceite lo vendían para las posibles heridas causadas en
el impacto de los trozos del Skylab. En algunos sitios ofrecieron
sacrificios de pollos. Un astrólogo predijo que caería con toda
precisión sobre el edificio histórico Parakrama Samudra, del rey
Parakrama Hahu. Y todo ello a pesar de que la radio de la nación
repetía mensajes racionales sobre el Skylab. Las autoridades de Sri
Lanka advirtieron de que si algún ciudadano veía caer del cielo algo se
informara a la policía y que no tocara nadie nada.
Y luego, tras la caída, la fiebre del oro. Cientos
de australianos de Perth se pusieron febrilmente en marcha para buscar
los trozos del Skylab. Unos 3 días más tarde se calculó que más de
1.000 personas se habían adentrado en el desierto en busca de los
restos, pensando en venderlos a buen precio. Incluso alguna agencia de
viaje organizó batidas y otros se fueron con todos los vehículos
posibles y toda la familia a buscar, como si de oro se tratara. Hasta
la policía de Kargoorlie hubo de ser advertida puesto que muchos
llevaban armas. Incluso algunos granjeros cercanos se vieron acosados
ante los buscadores para que les facilitaran pistas.
El que tuvo la mejor suerte fue un joven de 17 años,
Stan Thornton, de Esperance, que encontró en su jardín unas piezas
quemadas de la estación y por las que recibió 10.000 $ de un periódico
de San Francisco que las había ofrecido a quien llevara un trozo caído
de Skylab en menos de 48 horas.
En el condado australiano de Esperance cayeron
finalmente algunos restos, con los que más tarde se acabaría montando
un pequeño museo, y las autoridades locales pusieron entonces una multa
de 400 dólares a la NASA por “tirarles” tal “basura”. El organismo
americano no la pagaría pero sí se haría con donativos populares
convocados por una emisora californiana.
Hablando de vender, una empresa “vende” el nombre de
las... estrellas. La Unión Astronómica Internacional es quien asigna
oficialmente los nombres, pero hay gente que no lo sabe y paga...
Otra empresa americana, la Lunar Embassy de Dennis
Hope, vende parcelas lunares (en su momento con un mínimo de 1.777,58
acres), y bastante baratas, y a cambio del dinero (puesto que la
parcela no la pueden entregar directamente) remiten al “comprador” un
“documento” con fotografías del suelo selenita en cuestión obtenidas
por alguna sonda y una “Carta de los derechos de la Luna”; el precio de
promoción en 2000 era de 27 $ el acre, unos 4.000 m^2. La dirección de
Internet es (o era) www.moonshop.com; advertencia: la adjudicación del
“terreno” es por sorteo... También venden parcelas de otros cuerpos
celestes: Marte, Venus (que tiene presiones de más de 90 atmósferas,
temperaturas de más de 400ºC y nubes de corrosivo ácido), etc. El
negocio resultó tan redondo que en 2000 tenían abiertas sucursales en
Canadá, Gran Bretaña y en Suecia. En tal 2000, y desde 1980, llevaban
vendidas –según dicen- más de 3 millones de parcelas a docenas de miles
de “propietarios” que podrán dejar en herencia a los tataranietos de
sus tataranietos... una anécdota (por no decir cosa peor) de sus
antepasados.
La propiedad de los cuerpos celestes, según el
Tratado del Espacio de 1967, que se puede considerar a estos efectos
derecho internacional, no es de ningún país, ni muchos menos de ninguna
empresa o particular.
La ignorancia y la avaricia no es factor exclusivo
de ninguna época. En el Siglo XXVII, Galileo Galilei afirmó que la
Tierra giraba al rededor del Sol y no al revés, como era entonces
creído. Así pues, la poderosa Inquisición de la Iglesia Romana en
tiempos de Urbano VIII le condenó por blasfemo; se basaban en que
Josué, según la Biblia, “paró” al Sol y por lo tanto era éste el que
giraba sobre la Tierra. El 31 de octubre de 1992, 359 años, 4 meses y 9
días después de aquella sentencia (22 de junio de 1633), el Vaticano, a
través de su comisión pontificia, decide rehabilitar a Galileo y darle
la razón, eso sí, luego del estudio del expediente oportuno y tras...
11 modernos años de prudentes y “profundas reflexiones” (hay quien cita
14 años...). Pero la cosa no acaba aquí...
No se pierda nadie que en 2003 el Vaticano decidió
reabrir el caso para “precisar” y rectificar que la rehabilitación de
Galileo no implica el “arrepentimiento” eclesiástico (¡toma ya!). En
honor al “hereje” Galileo, profundicemos... ¿Titular del asunto?: el
cardenal Angelo Amato al cargo del “organismo” (Congregación para la
Doctrina de la Fe) que sucedió precisamente a la Inquisición...
¿Alegación?: que el proceso contra Galileo “fue una mentirosa
iconografía”, que no hubo nunca persecución ni acoso por parte de la
Iglesia y que si Galileo se retractó “no fue por miedo a torturas sino
por temor a ir al infierno”; en efecto, Galileo, de muy frágil salud,
no fue torturado, teniendo evidentemente más suerte que otros menos
famosos en aquel tiempo u otros no tanto como Giordano Bruno (quemado
vivo), y tal hecho de no tortura física (pues psicológica está
demostrado que lo fue con 6 viajes de requerimiento ante herejía) por
lo visto no suponía entonces ninguna amenaza. Y lo dice tan pancho y
creído un cardenal de, repito, ¡¡2003!! Cabe esperar por ello que al
cardenal lo “dimitan”... pero quizá dentro de otros 359 años...
Ya se puede confesar vuestra ilustrísima ¿? señoría, ¡que la mentira y
la soberbia son mucho más grave pecado para un cardenal que para
cualquier otro mortal!
Más reflexiones prudentes. A primeros de octubre de
1988, en Francia, a un camión se le cayó una bola de esas brillantes
del sistema de efectos luminosos de una discoteca y quedó tirada al
borde de la carretera. Enteradas las autoridades, no tocaron la bola y
prudentemente acordonaron la zona: creían que era un satélite
radiactivo soviético de la serie Cosmos, el 1900 que cayó por entonces.
Como ya había caído algún otro en distinto lugar del planeta con elementos
radiactivos, nunca se sabe...
Menos
reflexivos fueron muchos ilustres pronosticadores del futuro de
algunas cosas relacionadas con la astronáutica. Veamos algunos
ejemplos.
- Editorial
del “The
New York Times”
el 13 de enero de 1920 sobre los experimentos de cohetes de propulsante
líquido de Goddard: “El profesor no sabe lo que es la acción y la
reacción. Necesita clases de secundaria.” Pero luego, el profesor
resultó que fue uno de los padres de la cohetería moderna... El citado
diario rectificaría su ignorancia de 1920… al día siguiente del
lanzamiento de Apollo 11, en julio de 1969… casi 50 años después.
- Alusión
en 1924 de la revista “Nature”
a la obra “El cohete hacia el espacio interplanetario” de
Hermann Oberth, el padre de la astronáutica: “Quizá ese esquema
del profesor Oberth pueda ser real antes de la extinción de la
humanidad.” Quizá la prestigiosa revista se equivocó sobre la
extinción de la humanidad en solo unos “cuantos”, ¿miles o
millones de?, de años...
- El
astrónomo británico Richard
var der Riet Wooley
dijo en 1956 que “los vuelos espaciales son pura fantasía.”...
que pasó a ser firme realidad solo un año más tarde...
- Otro
astrónomo, el estadounidenses Simon Newcomb (1835-1909), afirmó que era
imposible volar en un ingenio más pesado que el aire. Sus
contemporáneos los hermanos Wright no opinaron lo mismo...
- Se
cuenta que el profesor
de matemáticas de instituto de von Braun
recibió de éste, entonces un niño, la pregunta sobre la fórmula
matemática para hallar la trayectoria de un cohete en ruta hacia la
Luna. La contestación fue: “¿Es posible que sea usted tan
inocente? No se crea esas bobadas de los viajes siderales.”
- El
astrónomo americano Forest Ray Moulton dijo en 1935 en una
conferencia: “Está claro que no hay la más pequeña posibilidad
de hacer un viaje por el espacio”.
Cuando la Academia soviética de Ciencias consultó en 1955 a cientos de
científicos en una encuesta sobre “qué considerarían como utilidad
enviar al espacio” recibieron como respuestas de algunos respetables
hombres de ciencia de la época las siguientes “no veo que utilidad
pueda tener un satélite artificial”, “no me interesan las
fantasías...”, etc.
El futuro es engañoso para quien juzgue los hechos
solo por un mal momento, o varios... Y sino vean los principios de
Albert Einstein, el hombre que revolucionó la visión del Universo con
su teoría de la relatividad. Suspendió en la primera ocasión el examen
selectivo para ingresar en la Politécnica de de Zúrich, estuvo en paro
dos años, pasó por la depresión y pensaba que era un fracasado hasta el
punto que en una entrevista para trabajar contestó a la pregunta “¿qué
sabe hacer?” con un “nada”.
Un brillante sucesor cosmológico de Einstein es el
inglés Stephen Hawking. En cierta ocasión iba a dar una conferencia y,
dada su fama y trascendencia pública de sus declaraciones, alguien le
pidió que no hablara acerca del fin del Universo ante el temor de que
resultara afectada negativamente la bolsa de valores…
Por cierto, S. Hawking falleció el 14 de marzo de
2018, el mismo día y mes que 139 años atrás (1879) naciera A. Einstein.
Hawking fue un hombre con gran sentido del humor y aficionado a apostar
sobre cuestiones astronómicas con sus colegas. Pero solía perder las
apuestas… Al estadounidense Kip Thorne le tuvo que pagar por ello
(sobre si Cygnus X-1 tenía o no un agujero negro) una suscripción a la
revista erótica Penthouse. El propio Thorne y Hawking disintieron con
otro astrónomo, el físico John Preskill, del CALTECH, que les ganó una
apuesta sobre la disipación y la recuperación de información en los
agujeros negros, y por ello el inglés le regaló una enciclopedia de...
béisbol. A los dos norteamericanos citados, el inglés les regaló al
hilo de estos asuntos una camiseta con la caricatura de una mujer que
se tapa con un letrero que dice: “Nature abhors a naked singularity“
(La naturaleza aborrece una singularidad desnuda). Contra otro
estadounidense, Gordon Kane, apostó que no hallaría nunca el bosón de
Higgs y perdió 100$.
Los problemas en el espacio no siempre son técnicos.
Cuando el primer acoplamiento de un Orbiter Shuttle americano en la
estación rusa Mir, uno de los desacuerdos entre unos y otros no fue una
cuestión científica o técnica, sino la ubicación del lugar histórico
donde darse, al llegar los americanos, la mano los comandantes de las
dos tripulaciones. Y es que la cuestión de protocolo tenía la
importancia que las consideraciones sociales o culturales que su
idiosincrasia les imponía. Los americanos querían que el lugar del
apretón de manos fuera el túnel mismo de acoplamiento y los rusos que
fuera dentro de su estación, que, según decían, los recibimientos son
en la casa del anfitrión y es de mala suerte y mala educación hacerlo
en el umbral... Ciertamente, el vuelo fue más simbólico que técnico.
Siguiendo con el Shuttle, en la construcción del
primer Orbiter, el Columbia, se utilizaron en total 40,8 Kg de oro en
soldaduras, contactos eléctricos, protecciones y en el sistema de
células de combustible.
A finales de febrero de 2005 se contó la noticia de
que un chico de 17 años en la India se había hecho pasar ante sus
conciudadanos como astronauta de la NASA (recién aprobado) y
periodistas (de prensa y televisión) y políticos se lo tragaron. Le
concedieron premios, becas y estuvo a punto de ser recibido por el
propio primer ministro del país antes de que se descubriera el engaño.
Una de periodistas… no muy especializados. Esto,
entre otros, lo publica la edición digital de El Mundo de 6 de julio de
2016. En una TV peruana, en julio de 2016, al dar la noticia de la
llegada de la sonda automática americana Juno al planeta Júpiter, los
presentadores apuntaron al “mérito” de la (inexistente) tripulación de
la nave. Creyendo que iba tripulada dijeron que eran unos “héroes” y
una “hazaña” por pasar encerrados en la nave “cinco años” y tener que
dar aun “37 vueltas al planeta” durante “18 meses más”… “separados de
sus familias”... durante tantos años.
Encima, luego se metieron a comentar el “asunto de
los años-luz” y ahí ya no lo tenían tan claro porque “no es un año para
nosotros”, aunque reconoció el presentador que era “igualmente
interesante” pero no lo “entiendo muy bien”.
Finalmente, les corrigieron, y rectificaron: “En la
nave, entonces no hay nadie.” En fin, efectos secundarios del cine… de
ciencia-ficción.
Se cuenta la anécdota (lo más probable es que sea
solo un chiste ruso), atribuida al ruso Gagarin, de que al regreso de
su vuelo espacial, el pope de la iglesia ortodoxa le preguntó si había
visto a Dios. El cosmonauta le contestó con un “no”, y el pope le rogó
que no lo dijera a nadie. Cuando le hizo la misma pregunta el primer
mandatario soviético dijo lo contrario, “que había sentido a Dios”, y
el mandatario le hizo el mismo ruego que el pope, que no lo dijera a
nadie.
Tanto Gagarin como el segundo hombre en orbitar la
Tierra, su compatriota Titov, recibieron de las autoridades soviéticas
numerosas distinciones y regalos. Entre tales se cuenta un automóvil
Volga para cada uno. Con tanta celebración oficial de sus vuelos, ambos
acaban con frecuencia conduciendo bajo los efectos de la embriaguez, de
modo que eran multados por los agentes de tráfico con igual frecuencia.
Los agentes citados llegaron a protestar por el comportamiento etílico
de los dos héroes de la URSS y al final les adjudicaron dos matrículas
especiales, la MM001 (Gagarin) y MM002 (Titov), para que al verlas
pudieran hacer la vista gorda...
Al principio del programa Shuttle, los Orbiter
recibieron entre el personal aeronáutico nombres no oficiales o motes,
tal como “ladrillo volante”, “pato cojo”, y “avión que no vuela”.
Otros apodos. En el vuelo Shuttle 92, de 1998, en el
que uno de los primeros astronautas americanos, John Glenn, realizó con
77 años su segunda misión, para pruebas médicas su compañero médico
Parazynski le sacaba sangre a menudo. Así que el doctor recibió del
mismo con buen humor el apodo de Igor, nombre original del ayudante de
laboratorio del Doctor Frankestein, y también el de Conde Parazynski.
En los vuelos Voyager que visitaron los planetas
exteriores en los años 80, a las sondas se les colocó antes de partir
una placa con mensajes en un disco. Los destinatarios son los posibles
extraterrestres que puedan encontrar a los ingenios. Entre las imágenes
que se querían incluir, a propuesta por los promotores, había una
secuencia del acto sexual humano, pero la misma fue denegada por la
NASA que también hizo otro tanto con imágenes de una pareja desnuda y
con la mujer embarazada. Así que los extraterrestres podrán pensar que
nos fotocopiamos por medios clónicos. Claro que también pueden pensar
que somos unos dibujos animados porque algunas cuestiones de sexo
fueron solo admitidas... en dibujos. Todo sea, como aseguraron los
puritanos contrarios, para que no se exporte la pornografía a los
extraterrestres (sic)...
Además, también se evitó incluir imágenes o
referencias a guerras, enfermedades, pobreza, y demás miserias de la
raza humana. Para que los extraterrestres vean que, además de castos,
los americanos (ellos lo hicieron) son buenos, puros, sanos y
angelicales. No fuera a ser que vieran la fotografía de una explosión
atómica, de la gente muriendo de hambre, de enfermedad o en un
accidente de tráfico, y en vez de venir a vernos marcharan aun más
lejos.
Con la placa destinada a los extraterrestres de los
Pioneer, que llevaban el dibujo de una pareja humana desnuda, pasaron
cosas también propias de personas de tal mentalidad. Algunos
periódicos, al reproducir la placa, trataron de borrar las partes
sexuales y alguno recibió cartas de indignados lectores porque la NASA
gastaba dinero de los contribuyentes en... enviar “porquerías” al
espacio. El tema de la desnudez fue el principal problema: acusaciones
de exhibicionismo, explotación sexual, pornografía, y un montón de
cartas con cosas así. Y solo era un dibujo estilizado, superficial,...
También protestaron las feministas porque el hombre
tenía la mano levantada en señal de saludo y en cambio la mujer no, y,
claro, eso es una discriminación que evidencia la supeditación de ella.
Otro dijo que el saludo era del estilo nazi...
Sobre otro tipo de mensajes para los
extraterrestres, el de los enviados desde el gran radiotelescopio de
Arecibo, generaron a su vez otro tipo de protesta, esta vez incluso por
algún astrónomo. Uno de ellos, el británico Martin Ryle, indicó lo
peligroso de señalar nuestra posición a los alienígenas, pensando que
puedan ser agresivos y vengan y... “nos coman”...
Más saludos. En la sonda Cassini-Huygens lanzada
hacia Saturno se llevó un disco compacto con grabaciones de un millón
de mensajes de ciudadanos europeos que quisieron participar en la
invitación al respecto de la ESA. Entre los mensajes enviados aparecen
los más variopintos e increíbles comunicados. En general, los
ciudadanos que intervinieron creían, a decir del contenido, que el
mensaje era para los extraterrestres, ignorando que en Saturno, ni sus
satélites, ni en todo el Sistema Solar, fuera de nuestro planeta, no
hay vida inteligente.
Uno de los mensajes fue de un sindicado agrario
español, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos,
y saluda a los agricultores... extraterrestres, indicándoles cómo están
las cosas aquí, con tanto despoblamiento rural y la degradación del
medio ambiente, y finalmente les invita a colaborar para mejorar la
alimentación en todo el... Universo! Otro de los mensajes advierte a
los extraterrestres para que no vengan a visitarnos pues “podríamos
matarlos o venderlos”. Otros escribieron sus reivindicaciones políticas
y hubo quien pidió un simple “¡socorro!”.
Y citando a la sonda Huygens, la misma se posó en
2005 en Titán, satélite cuya atmósfera tiene principalmente nitrógeno y
metano, combinación que si hubiera oxígeno se inflamaría en lo que
sería un espectáculo único: una atmósfera entera de fuego. Aunque
también hay que advertir que se consumiría pronto y sería solo un
espectáculo pasajero.
En 1995 se estrenó la película Apollo 13, la
historia del vuelo de igual nombre que estuvo a punto de ser una
tragedia. Aunque es bastante fiel a los hechos desarrollados en la
realidad tiene algunos fallos en detalles. Así, por ejemplo, hay
anacronismos (como el logotipo de la NASA, nuevo en 1976, que aparece
en un momento determinado, una cosecha, también posterior, en una carta
y el nombre de la empresa Rockwell International que se llamará así
solo después del programa Apollo), fallos técnicos sobre el Saturno 5
(en el lanzamiento, el cohete se encendía en realidad antes de T-0 y
los brazos umbilicales se apartaban todos a la vez; además, la pintura
con áreas blancas y negras que se ve es la tenida para pruebas y no la
verdadera del lanzamiento, y en la separación de la fase primera y
segunda, el encendido de los retrocohetes para apartar la agotada es
inmediato a la separación y no antes, y el encendido de la segunda no
era brusco), fallos de sincronización escénica (en un momento la Luna y
la Tierra aparecen totalmente iluminados por el Sol vistos desde la
nave -cosa imposible en las posiciones del vuelo-, la cara oculta lunar
se ofrece totalmente oscura -cuando lo estaba parcialmente-, otras
veces la Luna aparece en distintas fases, cuando en realidad estaba en
menguante), y otros errores varios (el uso de una regla de cálculo para
una suma; el ruido de motores en el espacio desde afuera; la zona
de Montes Apeninos, donde bajó Apollo 15, se dijo que era el Mar de la
Tranquilidad; el nombre de Eugene Kranz utilizado en Houston no era el
de Gen; el tiempo del vuelo es en abril y en Houston aparecen en un
momento evidencias de ser verano; etc.). El ingeniero del JSFC
Christopher K. Land hizo en la revista americana Popular Science un
análisis de cuanto antecede con detalles de cada caso y otros.
De los primeros 23 astronautas norteamericanos de la historia, 21 eran primogénitos o hijos únicos.
Entre los récords y primeras cosas en la Luna se cuentan las siguientes:
Primer humano en la Luna: Neil Armstrong (Apollo 11).
Primer científico en la Luna: H. Schmitt (Apollo 17).
Primer soltero en la Luna: H. Schmitt (Apollo 17).
Primera caída humana en la Luna: Scott (Apollo 15).
Primera taquicardia en la Luna: Irwin (Apollo 15).
Primer cantante en la Luna: Conrad (Apollo 12).
Primer saludo militar en la Luna: Aldrin (Apollo 11).
Primera chapuza sin arreglo en la Luna: Conrad y Bean (con una cámara de TV en Apollo 12).
Primera chapuza con arreglo en la Luna: Cernan y Schmitt (con el LRV de Apollo 17).
Primer automóvil lunar: el LRV llevado por Apollo 15.
Primer periódico en la Luna: Today de Florida llevado por Apollo 14.
Primer deporte en la Luna: el golf (Shepard, Apollo 14).
Primer lanzamiento de martillo: Cernan (Apollo 17).
Primer acto religioso en la Luna: Aldrin (Apollo 11).
Primer acto ilegal en la Luna: el de los dos de Apollo 15.
Primeros hombres en órbita lunar: los de Apollo 8.
Primer afeitado en órbita lunar: tripulación de Apollo 10.
En Apollo 11 se llevaron muchas pequeñas primeras
cosas a la Luna; lo de “pequeñas” es por así decir por aquello de según
para quién. El católico Aldrin, por ejemplo, llevó un cáliz y comulgó
con vino y pan eucarístico luego de leer unos pasajes bíblicos. Es
posible que llevara además, él o el comandante, una estampilla de la
Virgen de la Luna de la localidad española cordobesa de Pozoblanco que
les habían remitido a los astronautas. De que tal estampa fuera a la
Luna no hay constancia oficial, pero se lo dijo de palabra el Embajador
USA al encargado de la Cofradía cordobesa de tal virgen. Además
llevaron muchos otros objetos personales (anillos, medallones,
alfileres, sellos y matasellos conmemorativo para acuñar en la Luna,
etc.). Se dice que Armstrong llevó un paquete que "no sabía que
contenía".
Estadísticamente, consideradas las 14 primeras
promociones americanas de aspirantes a volar por el espacio (hasta
1992), los centros de enseñanza de la nación por la que mayor número de
los mismos habían pasado, considerados los que tuvieron al menos 3
personas, eran:
Centro
Nro. de astronautas.
Instituto Tecnológico de Massachusetts 20
Universidad
Purdue
18
Universidad Stanford 14
Universidad de Colorado 10
Universidad del Sur de California 9
Universidad de Houston 8
Instituto Tecnológico de California 8
Universidad de California-Berkeley 7
Instituto Tecnológico de Georgia 7
Universidad de Michigan 7
Universidad
de Texas
6
Universidad Auburn 6
Universidad Cornell 6
Universidad de California-Los Angeles 5
Universidad del Oeste de Florida 5
Universidad de Washington 4
Universidad Columbia 4
Universidad George Washington 4
Universidad Princeton 4
Universidad
Rice
4
Universidad de Virginia 3
Universidad de Arizona 3
Universidad de Illinois 3
Universidad de Kansas 3
Estado
de Troy
3
Universidad Estado de Colorado 3
Universidad de Oklahoma 3
Para los astronautas militares americanos, los
principales cuerpos de origen en estudios en igual período eran:
Ejército
Nro. de astronautas.
Academia Naval
36
Academia de la USAF
26
Academia Naval Postgraduados 19
Academia Militar
13
Instituto Tecnológico USAF 9
Considerados los centros civiles y militares, los 10
primeros centros por número de astronautas eran en igual período:
CENTRO
NRO DE ASTRONAUTAS
Academia Naval
36
Academia de la USAF
26
Instituto Tecnológico de Massachusetts 20
Academia Naval Postgraduados 19
Universidad Purdue
18
Universidad Stanford
14
Academia Militar
13
Universidad de Colorado
10
Universidad del Sur de California 9
Instituto Tecnológico USAF 9
Los lugares de nacimiento de los astronautas
americanos por estados USA, para la plantilla de la NASA en el repetido
período (hasta 1992), se resumía así considerados los estados con al
menos 2 nacimientos:
Estado
astronautas Estado astronautas
Estado astronautas
Ohio
17
Massachusetts 7
Connecticut 3
New
York 16
Florida 6
Kansas 3
Texas
15
Alabama 5
Maryland 3
Oklahoma
14 South Carolina
5 Mississippi 3
California
10
Tennessee 5
Missouri 3
Pennsylvania
10 Wisconsin
5
Virginia 3
Illinois
9 Georgia
4
Arkansas 2
Indiana
9 Iowa
4
Colorado 2
Michigan
9 New
Jersey 4
D.Columbia 2
North
Carolina 8 Washington
4 Minnesota
2
A finales de 1997, por ciudades, en el caso
americano, la primera ciudad con astronautas de nacimiento era
Cleveland, con 8 astronautas, seguida de Chicago con 7; a continuación
estaba New York con 5 y luego Boston, Philadelphia y Los Angeles, todas
con 4 cada uno.
En los primeros 391 astronautas (excepto 7) los años nacimientos
de los mismos fueron entre 1921 y 1964, siendo los años de menores
nacimientos, 1922 con 0, 1924 y 1938 con 1, y 1921, 1923, 1925 y 1964
con 2. Los años de mas nacimientos fueron 1949, 1951, 1952 y 1956 con
entre 19 y 20.
En los primeros 391 astronautas (excepto 15) los
meses de nacimiento de los mismos fueron el más prolífico agosto con
52, seguido de mayo con 40, y el que menos abril con 21.
Por signos zodiacales, para iguales parámetros, el
resultado es que los astronautas son mayoritariamente del signo Leo y
Libra, los dos juntos con casi una cuarta parte, (el 24 %) y los que
menos Sagitario y Aries. Vease un gráfico al respecto al final.
Los nombres de los planetas, el Sol y la Luna, en varios idiomas:
.Español
|
Sol
|
Mercurio
|
Venus
|
Tierra
|
Luna
|
Marte
|
Júpiter
|
Saturno
|
Urano
|
Neptuno
|
Plutón
|
Alemán
|
Sonne
|
Merkur
|
Venus
|
Erde
|
Mond
|
Mars
|
Jupiter
|
Saturn
|
Uranus
|
Neptun
|
Pluto
|
Arabe
|
Shams
|
Otaared
|
Zuhra
|
Ard
|
Quamar
|
Merrikh
|
Mushtarie
|
Zuhal
|
Uraanus
|
Niptuun
|
Plutoon
|
Cantonés
|
Taiyeung
|
Suising
|
Gumsing
|
Deiqao
|
Yueqao
|
Fuosing
|
Moqsing
|
Tousing
|
Tinwongsing
|
Huoiwongsing
|
Mengwongsing
|
Coreano
|
Taeyang
|
Soosung
|
Kumsung
|
Jeegoo
|
Dahl
|
Hwasung
|
Moksung
|
Tosung
|
Chunwangsung
|
Haewangsung
|
Myungwangsung
|
Croata
|
Sunce
|
Merkur
|
Venera
|
Zemlja
|
Mjesec
|
Mars
|
Jupiter
|
Saturn
|
Uran
|
Neptun
|
Pluton
|
Checo
|
Slunce
|
Merkur
|
Venuse
|
Zeme
|
Mesíc
|
Mars
|
Jupiter
|
Saturn
|
Uran
|
Neptun
|
Pluto
|
Chino
|
brillo
|
agua
|
metal
|
tierra
|
luna
|
fuego
|
bosque
|
tierra
|
cielo
|
océano
|
infierno
|
Danés
|
Solen
|
Merkur
|
Venus
|
Jorden
|
Månen
|
Mars
|
Jupiter
|
Saturn
|
Uranus
|
Neptun
|
Pluto
|
Eslovenio
|
Sonce
|
Merkur
|
Venera
|
Zemlja
|
Mesec
|
Mars
|
Jupiter
|
Saturn
|
Uran
|
Neptun
|
Pluton
|
Esperanto
|
Suno
|
Merkuro
|
Venuso
|
Tero
|
Luno
|
Marso
|
Jupitero
|
Saturno
|
Urano
|
Neptuno
|
Plutono
|
Estonio
|
Päike
|
Merkuur
|
Veenus
|
Maa
|
Kuu
|
Mars
|
Jupiter
|
Saturnus
|
Uraanus
|
Neptun
|
Pluuto
|
Farsi
(persa)
|
Khorshid
|
Tir
|
Zhore
|
Zamin
|
Mah
|
Merrikh
|
Moshtari
|
Kayvon
|
Oranos
|
Nepton
|
Pluton
|
Filipino
|
Araw
|
Merkuryo
|
Venus
|
Mundo
|
Buwan
|
Marte
|
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